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La bestia y el falso profeta del Apocalipsis

La figura de la bestia y del falso profeta constituye uno de los símbolos más enigmáticos y debatidos del libro de Apocalipsis. En la tradición católica se interpretan como manifestaciones del poder anticristiano que se opone al Reino de Dios, revelando tanto un contexto histórico‑político del Imperio romano como una realidad escatológica que precede la segunda venida de Cristo. Este artículo examina los pasajes bíblicos, la exégesis patrística y la enseñanza oficial de la Iglesia, ofreciendo una visión integral de su significado y de su relevancia pastoral.

Tabla de contenido

Contexto bíblico

El libro de Apocalipsis y su autoría

El Apocalipsis, escrito por San Juan en la isla de Patmos, es una revelación profética que combina imágenes apocalípticas con una crítica a los poderes que persiguen a los cristianos. Su finalidad es fortalecer la fe de los fieles frente a la persecución y anunciar la victoria final de Cristo1.

Pasajes clave

Los capítulos 13, 17 y 19 describen la aparición de dos bestias y su posterior derrota. En el capítulo 13 se presentan la bestia que sube del mar y la bestia que sube de la tierra (el falso profeta), así como el número de la bestia, 6661. El capítulo 17 identifica a la bestia con la «gran ramera» de Babilonia, símbolo de la corrupción del poder mundial2. Finalmente, el capítulo 19 muestra la victoria del Cordero y la caída de la bestia y del falso profeta3.

Descripción de la bestia

Origen y simbolismo

La bestia del mar se describe con siete cabezas y diez cuernos, símbolos que representan reinos y poderes políticos (a menudo asociados al Imperio romano). Su herencia del dragón indica su origen demoníaco1. La tradición patrística la interpreta como la encarnación del poder imperial que persigue a los santos4.

Características y número de la bestia

El número 666 se presenta como «el número de un hombre», señalando la identificación de la bestia con una figura humana o institucional que se opone a Cristo1. Ireneo explica que este número resume la apostasía de seis mil años de historia humana4.

Interpretaciones patrísticas

Ireneo, en Contra las herejías, enfatiza que la bestia ejerce su autoridad mediante «magia» y «señales falsas», engañando a los pueblos para que lo adoren4. Esta visión subraya la naturaleza engañosa del poder anticristiano, no divina sino demoníaca.

Descripción del falso profeta

Origen y simbolismo

La bestia que sube de la tierra posee dos cuernos como cordero, lo que indica una apariencia de mansedumbre y legitimidad, pero habla como dragón, revelando su verdadera naturaleza engañosa1. Se la identifica como el falso profeta, que ejerce la autoridad de la primera bestia y dirige a la humanidad a su adoración1.

Funciones y señales

Este falso profeta realiza «grandísimas señales», incluso haciendo descender fuego del cielo, para convencer a la gente de crear y venerar la imagen de la bestia1. Además, impone la marca en la frente y la mano, condicionando la compra y venta al poseerla1.

Comentario de los Padres

Victorino de Poetovio describe al falso profeta como «el gran y falso profeta que hace señales y engaños delante de los hombres» y señala que sus dos cuernos simbolizan la apariencia humana del anticristo5. Hipólito de Roma, por su parte, interpreta que el falso profeta representa el reino del Anticristo, que se hace pasar por «hijo de Dios» mientras habla con la voz del dragón, es decir, con engaño y malicia6.

Interpretación teológica católica

Significado escatológico

La Iglesia enseña que la bestia y el falso profeta son símbolos de poderes humanos que exceden los límites que Dios ha puesto, convirtiéndose en «dioses» que exigen obediencia absoluta7. Esta visión se alinea con la escatología que anticipa una prueba final para la Iglesia antes del regreso de Cristo8.

Relación con la persecución y el Anticristo

El Compendio de la Doctrina Social señala que la bestia representa la autoridad imperial que persigue a los cristianos, mientras que el falso profeta actúa como su «propagandista» mediante señales engañosas7. El Catecismo describe al Anticristo como la «suprema decepción religiosa» que glorifica al hombre en lugar de a Dios, y la bestia y el falso profeta son sus manifestaciones visibles8.

Enseñanza del Catecismo y documentos de la Iglesia

El CCC 675 advierte que antes del segundo advenimiento la Iglesia enfrentará una «prueba final» donde el Anticristo ofrecerá una solución aparente a los problemas humanos a costa de la apostasía8. Los documentos de la Iglesia, como el Compendio de la Doctrina Social, exhortan a los fieles a «no participar en los crímenes de la bestia» y a mantenerse firmes en la fe7.

Aplicación pastoral y espiritual

Vigilancia contra el engaño

Los cristianos están llamados a discernir los «signos falsos» del mundo, evitando la tentación de aceptar soluciones fáciles que comprometan la verdad del Evangelio. La oración, la lectura de la Sagrada Escritura y la adhesión a la enseñanza magisterial son instrumentos esenciales para reconocer al falso profeta y a la bestia9.

El papel de los mártires y la resistencia

La tradición de los mártires muestra la «endurance and the faith of the saints» frente a la persecución de la bestia, ofreciendo un modelo de resistencia que la Iglesia celebra como testimonio de la victoria final de Cristo4.

Conclusión

En la visión católica, la bestia y el falso profeta no son meras criaturas fantásticas, sino símbolos profundos del poder anticristiano que se manifiesta a lo largo de la historia y culminará en la prueba final antes del fin de los tiempos. Su estudio invita a los fieles a una fe vigilante, a la defensa de la verdad y a la esperanza firme en la victoria definitiva de Jesucristo.

Citas

  1. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Apocalipsis 13. 2 3 4 5 6 7 8

  2. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Apocalipsis 17.

  3. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Apocalipsis 19.

  4. Capítulo 28, Ireneo de Lyon. Contra las Herejías - Libro V, § 28.2 (189). 2 3 4

  5. Del decimotercer capítulo, Victorino de Poetovio. Comentario sobre el Apocalipsis, §Capítulo 13.11 (380).

  6. Hipólito de Roma. Sobre Cristo y el Anticristo, § 49 (235).

  7. C. Las primeras comunidades Cristianas, Consejo Pontificio Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 382 (2004). 2 3

  8. Sección Dos, I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 675. 2 3

  9. B2. Criterios específicos - 2.2. Segundo criterio específico: Contraste - 2.1. Primer criterio específico: Convergencia - D. La oposición del Libro del Apocalipsis al sistema demoníaco opuesto a Dios, Pontificia Comisión Bíblica. La Biblia y la Moral: Raíces Bíblicas de la Conducta Cristiana, § 115 (2008).