Laudes (Liturgia de las Horas)
Las Laudes, también conocidas como la Oración de la Mañana, son una de las horas principales de la Liturgia de las Horas en la Iglesia Católica, consideradas junto con las Vísperas como los dos pilares sobre los que gira el Oficio diario. Su propósito es santificar el comienzo del día, recordando la resurrección de Cristo, la verdadera luz. Este oficio se compone de salmos, cánticos, lecturas bíblicas, himnos y oraciones, y su estructura ha evolucionado desde los tiempos apostólicos, manteniendo siempre su esencia de alabanza a Dios al amanecer.
Tabla de contenido
Origen y Significado de las Laudes
El término Laudes proviene de la palabra latina que significa «alabanzas» y describe el carácter esencial de este oficio: la alabanza a Dios1. Aunque todas las Horas Canónicas tienen este objetivo, las Laudes lo poseen de manera preeminente1. El nombre se deriva específicamente de los tres últimos salmos del oficio (Salmos 148, 149, 150), donde la palabra laudate (alabad) se repite con frecuencia1,2. Originalmente, el término Laudes se refería solo a esta parte final del oficio, pero con el tiempo se aplicó a toda la celebración matutina1.
Históricamente, las Laudes se remontan a los tiempos apostólicos, siendo uno de los oficios más antiguos de la Iglesia1. En los siglos V y VI, este oficio era conocido como Matutinum o Matutini hymni, designando la oración del amanecer1. La confusión de nombres se debe quizás a que, en un principio, los Maitines (Oficio Nocturno) y las Laudes formaban una única celebración que concluía al alba1,3.
Para los cristianos, las Laudes simbolizan la primera oración del día, dedicando a Dios los primeros pensamientos y acciones4,5. La luz del amanecer evoca a Cristo como la verdadera Luz que disipa la oscuridad espiritual4. Se recuerda que Cristo resucitó del sepulcro al amanecer, venciendo a la muerte y la noche, lo que confiere a este oficio su profundo significado de resurrección4. San Cipriano enfatizó la importancia de la oración matutina para celebrar la resurrección del Señor4.
Importancia en la Liturgia de las Horas
Las Laudes y las Vísperas son consideradas las horas principales y los «dos goznes sobre los que gira el Oficio diario»6,7. Esta tradición venerable de la Iglesia universal subraya su centralidad en la santificación del día6,7. Los ministros sagrados y clérigos que viven en comunidad o se reúnen por algún motivo, son exhortados a rezar al menos una parte de la Liturgia de las Horas en común, especialmente las Laudes y las Vísperas8. La celebración comunitaria de las Laudes manifiesta de manera más clara la naturaleza eclesial de la Liturgia de las Horas y fomenta la participación activa de todos9.
Estructura de las Laudes
En la actual Liturgia Romana, las Laudes siguen una estructura que incluye varios elementos1:
Introducción: El oficio comienza con un versículo introductorio y un himno9. En los días festivos, si las Laudes preceden inmediatamente a la Misa, la función litúrgica puede comenzar con el canto de entrada y la procesión de la Misa, omitiendo el versículo introductorio y el himno de Laudes10.
Salmodia: La salmodia de las Laudes consta de un salmo matutino, seguido por un cántico del Antiguo Testamento, y un segundo salmo, que tradicionalmente es de alabanza11. Los salmos no se toman en el orden del Salterio, sino que se eligen según reglas especiales1. Por ejemplo, los Salmos 62 y 66, y los Salmos 148, 149 y 150 (conocidos como «Salmos de Alabanza») se recitan todos los días1. Otros salmos se seleccionan por sus alusiones al amanecer, la resurrección de Cristo o la oración matutina1.
- Cánticos del Antiguo Testamento: Entre el primer y el segundo salmo, se inserta un cántico del Antiguo Testamento12. La tradición romana antigua y las reformas posteriores han incorporado una variedad de cánticos del Antiguo Testamento, de modo que cada día ferial del ciclo de cuatro semanas tiene su propio cántico. Los domingos, se utilizan alternativamente las dos partes del Cántico de los Tres Jóvenes12.
Lectura Breve (Capítulo): Después de la salmodia y el himno, se proclama una lectura breve de la Sagrada Escritura1,9.
Responsorio Breve: Un responsorio breve sigue a la lectura1.
Himno: Los himnos de las Laudes, añadidos más tarde en la Iglesia Romana, son composiciones antiguas que celebran el amanecer, la resurrección de Cristo y la luz espiritual1.
Versículo: Un versículo introduce el cántico evangélico1.
Cántico Evangélico (Benedictus): El Benedictus, o Cántico de Zacarías («Benedictus Dominus Deus Israel»), se recita todos los días con su antífona1,13. Este cántico es una alabanza a Cristo como la Luz que ilumina a quienes están en tinieblas1.
Preces (Intercesiones): Tradicionalmente, las intercesiones en las Laudes están diseñadas para encomendar todo el día a Dios y consagrarlo a Él5.
Oración Conclusiva (Colecta): El oficio concluye con una oración o colecta1.
Padre Nuestro: En la Regla de San Benito, se indica que el Padre Nuestro debe decirse al final de las Laudes y Vísperas en voz alta, para recordar a los hermanos el perdón de las ofensas13.
Despedida: El oficio finaliza con un versículo de despedida y respuesta.
Laudes en Diferentes Liturgias
Aunque la estructura general de las Laudes ha mantenido características comunes, existen variaciones en las diferentes liturgias cristianas1.
Liturgia Benedictina: La Oficina de Laudes en la Liturgia Benedictina se asemeja mucho a la Romana, incluyendo el uso de cánticos y una construcción similar1. San Benito, en su Regla (capítulos XII y XIII), proporciona una descripción detallada de las Laudes, mencionando salmos, cánticos, el Benedictus y la parte final1,14,13.
Liturgia Griega (Orthros): El oficio griego correspondiente a las Laudes es el Orthros, que también significa «mañana». Aunque su composición es diferente, conserva elementos de las Laudes occidentales, como los cánticos y los Salmos 148-150, conocidos como Ainoi o «Alabanzas»1.
Liturgia Ambrosiana y Mozárabe: Estas liturgias también conservan elementos principales de las Laudes Romanas, como el Benedictus, cánticos del Antiguo Testamento y los Salmos 148-150, aunque con un orden diferente1,15.
En resumen, las Laudes son una parte esencial y antigua de la Liturgia de las Horas, dedicada a la alabanza de Dios al amanecer y a la conmemoración de la resurrección de Cristo, la Luz del mundo1,4. Su rica composición de salmos, cánticos y oraciones busca santificar el inicio del día y orientar la vida del creyente hacia Dios5.
Citas
Laudes, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Laudes. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24
Breviario, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Breviario. ↩
Oficio divino, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Oficio divino. ↩
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 38 (1971). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Capítulo tres. Las diversas partes de la liturgia de las horas - XI. Las intercesiones, la oración del Señor y la oración conclusiva - A. Las intercesiones o preces en laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 181 (1971). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 37 (1971). ↩ ↩2
Capítulo IV - El oficio divino, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 89 (1963). ↩ ↩2
Capítulo uno. La importancia de la liturgia de las horas o del oficio divino en la vida de la Iglesia - IV. Quienes celebran la liturgia de las horas - A. Celebración en común, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 25 (1971). ↩
Capítulo uno. La importancia de la liturgia de las horas o del oficio divino en la vida de la Iglesia - IV. Quienes celebran la liturgia de las horas - C. La estructura de la celebración, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 33 (1971). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - VII. El modo de unir las horas del oficio con la misa o entre sí, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 94 (1971). ↩
Capítulo dos. La santificación del día—las diversas horas litúrgicas - II. Laudes y vísperas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 43 (1971). ↩
Capítulo tres. Las diversas partes de la liturgia de las horas - V. Los cánticos del Antiguo y Nuevo Testamento, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 136 (1971). ↩ ↩2
Capítulo XIII. - Cómo se han de celebrar laudes en los días feriales o entre semana, Benito de Nursia. Regla de Benito, § XIII (530). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo XII. - Cómo celebrar la solemnidad de laudes, Benito de Nursia. Regla de Benito, § XII (530). ↩
Liturgia y rito ambrosianos, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Liturgia y rito ambrosianos. ↩