Legión de María

La Legión de María es una asociación internacional de laicos católicos que ofrece servicio voluntario a la Iglesia, fundada en Dublín, Irlanda, por Frank Duff el 7 de septiembre de 1921. Se distingue por su espiritualidad eminentemente mariana, buscando la santificación personal de sus miembros y la evangelización a través de la unión con María y la realización de obras de misericordia espirituales y corporales. Reconocida por la Santa Sede como Asociación Internacional de Fieles, la Legión de María ha crecido hasta convertirse en la organización apostólica laical más grande de la Iglesia Católica, con millones de miembros activos y auxiliares en todo el mundo, desempeñando un papel crucial en la difusión de la fe y la devoción mariana.
Tabla de contenido
Origen y Fundación
La Legión de María fue establecida por el laico y funcionario público Frank Duff en Dublín, Irlanda, el 7 de septiembre de 19211. La visión de Duff era crear una estructura organizada donde los laicos católicos pudieran vivir plenamente sus promesas bautismales y su dedicación a la Iglesia, apoyados por la fraternidad y la oración1. La espiritualidad de la Legión se inspira profundamente en el libro «Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen» de San Luis María Grignion de Montfort1.
Inicialmente, la Legión comenzó su apostolado visitando a mujeres con cáncer en hospitales. Sin embargo, rápidamente amplió su acción para incluir a los más necesitados, especialmente a las prostitutas en Dublín1. Frank Duff sistematizó el funcionamiento de la Legión en el «Manual de la Legión de María» en 19281.
Espiritualidad y Apostolado
La espiritualidad de la Legión de María es profundamente mariana1. Los legionarios se enorgullecen de llevar el nombre de María y fundamentan su método de espiritualidad y apostolado en el principio dinámico de la unión con la Santísima Virgen1. Esta unión se basa en la verdad de la íntima participación de María, la Madre de Dios, en el plan de salvación1. Los miembros de la Legión buscan servir a cada persona, reconociéndola como imagen de Cristo, con el mismo espíritu y solicitud de María1.
La misión declarada de la Legión es que sus miembros activos sirvan a Dios bajo el estandarte de María mediante las obras de misericordia, tanto corporales como espirituales1. El apostolado principal de la Legión se dirige tanto a católicos como a no católicos, animándolos en su fe o invitándolos a convertirse al catolicismo1. Esto se logra generalmente a través de la oración, fomentando la asistencia a Misa y profundizando en el conocimiento de la fe católica1. La Legión se enfoca primordialmente en la realización de obras de misericordia espirituales, más que en la asistencia material1.
El Papa Juan Pablo II, en 1982, destacó que la Legión de María es parte de aquellos movimientos comprometidos con la expansión de la fe a través de la difusión de la devoción mariana. Subrayó que donde está la Madre, allí también está el Hijo, y que el alejamiento de la Madre, tarde o temprano, conduce al alejamiento del Hijo1.
Estructura y Membresía
La Legión de María es una asociación privada de fieles1. Está abierta a todos aquellos que pertenecen a la Iglesia Católica y creen en sus enseñanzas1. Se compone de miembros activos y auxiliares (dedicados a la oración)1.
Con más de 10 millones de miembros activos y auxiliares en todo el mundo, la Legión de María es la organización apostólica de laicos más grande de la Iglesia Católica1. Los países con mayor número de miembros incluyen Corea del Sur, Filipinas, Brasil, Argentina y la República Democrática del Congo, cada uno con entre 250.000 y 500.000 miembros1.
Expansión y Reconocimiento Eclesiástico
La Legión de María se extendió rápidamente por todo el mundo después de su fundación1. Inicialmente, encontró cierta desconfianza debido a su entonces inusual dedicación al apostolado laico1. Sin embargo, esta desconfianza disminuyó después de que el Papa Pío XI elogiara a la Legión en 19311. Los predecesores de San Juan Pablo II también expresaron su aprecio por la Legión de María1.
Entre las figuras más destacadas en la difusión de la Legión se encuentra Edel Quinn (1907-1944), conocida por su trabajo en África durante las décadas de 1930 y 1940. Su dedicación a la misión de la Legión, a pesar de su delicada salud (tuberculosis), le valió una gran admiración1. Actualmente, se están llevando a cabo procesos de beatificación para Edel Quinn, así como para el fundador Frank Duff y Alfonso Lambe (1932-1959), un enviado de la Legión a América del Sur1.
El 27 de marzo de 2014, la Legión de María fue reconocida oficialmente por la Santa Sede como Asociación Internacional de Fieles mediante un decreto entregado por el secretario del Pontificio Consejo para los Laicos, monseñor Josef Clemens1.
Impacto y Legado
La Legión de María ha sido un instrumento vital para el fomento de la devoción mariana y la evangelización en la Iglesia Católica. Su énfasis en la unión con María como camino para acercarse a Cristo ha sido una constante en su apostolado1. A través de sus miembros, la Legión ha llevado consuelo espiritual y ha promovido la fe en innumerables comunidades alrededor del mundo, contribuyendo a la vitalidad de la Iglesia y a la extensión del Reino de Dios1,2.
Citas
Papa Juan Pablo II. A los peregrinos del Movimiento Apostólico Legión de María (30 de octubre de 1982) - Discurso (1982). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28
Papa Juan Pablo II. 16 de abril de 1989: Visita a la parroquia del «Espíritu Santo» en Ferratella, Roma - Homilía, § 7 (1989). ↩