Lex Credendi
Lex Credendi (del latín lex «ley» y credendi «de creer») es la expresión que designa la ley de la fe en la tradición católica, es decir, el conjunto de doctrinas que la Iglesia reconoce como reveladas y vinculantes para todos los fieles. Esta norma no sólo se formula en los documentos oficiales de la Iglesia, sino que también se refleja en la liturgia, la profesión de fe y la autoridad magisterial, constituyendo el fundamento doctrinal que guía la vida cristiana y la transmisión del depositum fidei.
Tabla de contenido
Definición y origen histórico
Etimología y significado
El término lex credendi se contrapone a lex orandi («ley de orar»), una máxima que señala la estrecha relación entre la oración y la fe. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, «la ley de la oración es la ley de la fe: la Iglesia cree como ora»1. De ahí que la lex credendi sea la norma que determina qué creer y cómo sostener esas creencias dentro de la comunidad eclesial.
Desarrollo patrístico
Los primeros Padres de la Iglesia ya utilizaban la expresión para subrayar que la liturgia debía ser coherente con la doctrina. Prosper de Aquitania, en el siglo V, formuló la máxima legem credendi lex statuat supplicandi (la ley de la fe establece la ley de la oración)1, indicando que la fe doctrinal orienta la forma del culto.
Bases canónicas y doctrinales
El Código de Derecho Canónico
El Canon 750 del Código de Derecho Canónico define los contenidos de la fe que deben ser aceptados por los fieles: «Aquellas cosas que están contenidas en la palabra de Dios, escrita o transmitida por la Tradición, y que la Iglesia propone como reveladas divinamente, sea por el Magisterio solemne o por el Magisterio ordinario y universal»2. Este precepto constituye la expresión jurídica de la lex credendi.
La Profesión de Fe
El documento Ad Tuendam Fidem (1998) describe la Professio fidei como una declaración que resume la lex credendi en tres párrafos, resaltando la necesidad de aceptar firmemente todo lo que la Iglesia propone como revelado y definitivo3. El segundo párrafo, en particular, afirma: «Acepto y sostengo firmemente cada cosa propuesta definitivamente por la Iglesia sobre la fe y la moral»2, subrayando la obligación de adhesión a la ley de la fe.
El Magisterio y el sensus fidei
El Magisterio, asistido por el Espíritu Santo, es el custodio que interpreta y protege la lex credendi. El sensus fidei del Pueblo de Dios, aunque participa en la transmisión del depósito de fe, reconoce la autoridad sacramental del Magisterio para definir de manera vinculante lo que constituye la fe auténtica4.
Relación con la liturgia: lex orandi y lex credendi
Interdependencia litúrgica y doctrinal
El Catecismo señala que «la liturgia es un elemento constitutivo de la Tradición viva» y que «la Iglesia cree como ora»1. La lex credendi se manifiesta en la liturgia mediante la profesión de fe del Credo y la celebración de los sacramentos, que son expresiones visibles de las verdades doctrinales.
Riesgos de la disociación
El Comentario a la instrucción Redemptionis Sacramentum advierte que la utilización de textos o ritos no aprobados puede debilitar o eliminar la necesaria conexión entre lex orandi y lex credendi5. Por ello, la Iglesia vela por la coherencia entre lo que se ora y lo que se cree.
Aplicación práctica en la vida del creyente
Obligación de adhesión
Todo fiel está llamado a aceptar con sometimiento de voluntad e intelecto las enseñanzas del Magisterio, incluso cuando no se expresen mediante una declaración solemne, como indica la tercera proposición de la Professio fidei3.
Consecuencias del rechazo
Negar las verdades contenidas en la lex credendi constituye una herejía y puede llevar a la censura canónica, según el Código de Derecho Canónico y la doctrina de la Iglesia2.
Evolución y desarrollo contemporáneo
Actualizaciones doctrinales
Documentos recientes, como la Declaration for safeguarding the belief in the mysteries of the Incarnation and of the Most Holy Trinity (1972), reiteran la necesidad de preservar las verdades fundamentales mientras se permite su explicación en terminología actual, sin alterar su esencia dogmática6.
La lex credendi en la era digital
Aunque la Iglesia no ha modificado la esencia de la lex credendi, la difusión de la fe a través de medios digitales exige una vigilancia constante para asegurar que la enseñanza transmitida sea fiel a la doctrina oficial, tal como subraya el Magisterio en sus exhortaciones a la unidad doctrinal7.
Conclusión
La lex credendi constituye la norma fundamental que determina el contenido de la fe católica, respaldada por la autoridad canónica, la profesión de fe y la liturgia. Su preservación garantiza la integridad doctrinal y la unidad del Pueblo de Dios, mientras que su interacción con la lex orandi asegura que la oración sea una expresión viva de esa fe. En un mundo en constante cambio, la lex credendi sigue siendo el ancla que mantiene firme la enseñanza de la Iglesia, guiando a los fieles a vivir según la verdad revelada.
Citas
Sección primera la economía sacramental, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1124. ↩ ↩2 ↩3
Juan Pablo II - Carta apostólica Motu Proprio Ad Tuendam Fidem, por la que se insertan algunas normas en el Código de Derecho Canónico y en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales - Para proteger la fe de la Iglesia católica contra los errores derivados de algunos miembros de los fieles cristianos, especialmente entre los dedicados a las diversas disciplinas de la sagrada teología, nosotros, cuyo deber principal es confirmar a los hermanos en la fe (Lc 22,32), consideramos absolutamente necesario añadir a los textos existentes del Código de Derecho Canónico y del Código de Cánones de las Iglesias Orientales, nuevas normas que imponen expresamente la obligación de mantener las verdades propuestas de forma definitiva por el Magisterio de la Iglesia, y que también establecen las sanciones canónicas relacionadas, Congregación para la Doctrina de la Fe. Fórmula que ha de usarse para la profesión de fe y para el juramento de fidelidad al asumir un oficio que ha de ejercerse en nombre de la Iglesia con la Nota doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de la «Professio fidei» (1998). ↩ ↩2 ↩3
Por la que se insertan algunas normas en el Código de Derecho Canónico y en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales, Papa Juan Pablo II. Ad Tuendam Fidem, § 2 (1998). ↩ ↩2
B3. 1 - Cuestiones críticas - El fundamento sacramental de la autoridad, Nicholas J. Healy Jr. Comunión, Autoridad Sacramental y los Límites de la Sinodalidad, §Communio: Revista Católica Internacional, vol. 48, n.º 4 (Invierno 2021) (2021). ↩
Intervención del arzobispo Domenico Sorrentino - Una experiencia de fe, misterio, comunión - Expresión de fe, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Comentario sobre la instrucción «Redemptionis Sacramentum» (2004). ↩
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Declaración para salvaguardar la creencia en los misterios de la Encarnación y de la Santísima Trinidad contra algunos errores recientes – Mysterium Filii Dei, § 6 (1972). ↩
Sobre la verdad, la unidad y la paz, en espíritu de caridad - III - Unidad de doctrina, Papa Juan XXIII. Ad Petri Cathedram, § 69 (1959). ↩