Libro de los Números

El Libro de los Números, cuarto libro del Pentateuco en la Biblia católica, narra los eventos ocurridos durante los cuarenta años de peregrinaje del pueblo de Israel por el desierto, desde el monte Sinaí hasta las llanuras de Moab, justo antes de la entrada en la Tierra Prometida. Este texto sagrado, también conocido en la tradición hebrea como Bəmidbar («En el desierto»), combina relatos históricos, leyes rituales y censos detallados que subrayan la fidelidad de Dios a su alianza con el pueblo elegido, a pesar de las rebeliones y murmuraciones. En la perspectiva católica, los Números revelan la pedagogía divina de preparación para la vida en comunidad, prefigurando temas como la purificación espiritual y la herencia eterna, y forman parte integral del canon del Antiguo Testamento, confirmado por concilios eclesiales como el de Trento.
Tabla de contenido
Título y canonicidad
El título Libro de los Números proviene de la tradición de la Vulgata latina, traducción realizada por san Jerónimo en el siglo IV, y se debe a los dos censos principales que se describen en el texto: uno al inicio, en el capítulo 1, y otro hacia el final, en el capítulo 26. Estos recuentos numéricos de las tribus de Israel destacan la organización del pueblo como un ejército santo listo para la conquista, simbolizando la providencia divina en la multiplicación y estructuración de la nación.1 En la tradición judía, se le llama Bəmidbar, refiriéndose al escenario principal del relato: el desierto como lugar de prueba y encuentro con Dios.
Desde la perspectiva católica, el Libro de los Números es un texto inspirado y canónico, integrado en el Antiguo Testamento como uno de los cinco libros de Moisés. Su inclusión en el canon fue afirmada tempranamente en sínodos locales, como el de Hipona (393) y el de Cartago (397), que enumeraron explícitamente los libros sagrados, incluyendo Números junto a Génesis, Éxodo, Levítico y Deuteronomio.2 El Concilio de Trento (1546) reafirmó esta lista en su sesión IV, declarando que los libros del Antiguo Testamento, entre ellos los cinco de Moisés, son parte de la Sagrada Escritura, aceptados y venerados por la Iglesia como regla de fe.3 El Catecismo de la Iglesia Católica (n. 138) subraya que la Iglesia recibe y venera como inspirados los 46 libros del Antiguo Testamento, de los cuales los Números forman un pilar en la narrativa de la salvación.4
Esta canonicidad no solo garantiza su autenticidad divina, sino que invita a los fieles a leerlo en el contexto de la tradición eclesial, donde se interpreta a la luz del Nuevo Testamento, viendo en los eventos del desierto prefiguraciones de la Pascua de Cristo y la Iglesia peregrina.
Autoría y datación
La tradición católica atribuye la autoría del Libro de los Números a Moisés, el gran legislador y profeta de Israel, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Esta atribución mosaica se basa en la propia narración interna, donde Moisés recibe directamente las revelaciones de Dios (por ejemplo, en Nm 1,1; 13,1; 26,1). Los Padres de la Iglesia, como san Agustín y san Jerónimo, defendieron esta visión, considerando el Pentateuco como obra unificada de Moisés, aunque reconociendo posibles retoques posteriores por profetas o escribas para adaptarlo a la comprensión de generaciones futuras.1
En cuanto a la datación, el libro se sitúa cronológicamente en el segundo año después del Éxodo de Egipto (Nm 1,1), cubriendo eventos hasta el año 40 del peregrinaje, alrededor del siglo XIII a.C., según la cronología bíblica tradicional. Sin embargo, su redacción final se estima en el siglo VI a.C., durante o después del exilio babilónico, cuando el pueblo de Israel necesitaba recordar su historia de fidelidad y juicio divino para reconstruir su identidad.1 La Iglesia católica, fiel al principio de inspiración divina, no se centra en debates históricos modernos sobre fuentes documentales, sino en el mensaje teológico perenne, como enseña el Concilio Vaticano II en Dei Verbum (n. 11), que afirma la historicidad de los relatos sin negar la intervención humana en la transmisión del texto.
Estructura y contenido
El Libro de los Números se divide en tres partes principales, según la estructura delineada en la tradición exegética católica, que alterna entre narraciones históricas y prescripciones legales. Esta división refleja el propósito del texto: preparar al pueblo para la vida en la Tierra Prometida mediante la purificación y la organización.1 El relato abarca desde el Sinaí hasta Moab, omitiendo intencionalmente los 38 años de vagar como castigo por la incredulidad (Nm 14,33-34), para enfatizar las lecciones divinas.
Primera parte: Preparación en el Sinaí y primeras etapas del viaje (caps. 1-14)
Esta sección inicial, que va desde los capítulos 1 al 14, describe la organización del campamento israelita en el desierto de Sinaí durante el primer y segundo mes del segundo año tras el Éxodo. Comienza con el censo de los varones aptos para la guerra (Nm 1,2-46), que asciende a 603.550 personas, excluyendo a los levitas, dedicados al servicio del tabernáculo (Nm 3,14-51).5 Este recuento no es mero dato estadístico, sino símbolo de la bendición de Dios en la multiplicación del pueblo, recordando la promesa abrahámica (Gn 15,5).
Se detallan las disposiciones del campamento: las tribus se agrupan en cuatro bloques alrededor del tabernáculo, con los levitas como guardianes (Nm 2-3). Incluye regulaciones sobre la pureza ritual (Nm 5) y la consagración de los levitas en lugar de los primogénitos, un tema que subraya la sustitución sacerdotal tras el pecado del becerro de oro (Éx 32; Nm 3,44-51).6 Eventos clave incluyen la celebración de la Pascua (Nm 9), la salida de Sinaí (Nm 10) y las quejas del pueblo por el maná y la falta de agua, respondidas con plagas y el don de codornices (Nm 11).
El clímax es el envío de los espías a explorar Canaán (Nm 13), donde diez de ellos siembran el desaliento, llevando a la rebelión colectiva y al decreto divino de que esa generación no entraría en la Tierra Prometida (Nm 14). Esta narrativa ilustra la misericordia y justicia de Dios: perdona, pero castiga la incredulidad, prefigurando la necesidad de fe en la salvación cristiana.7
Segunda parte: Leyes y juicios en el desierto (caps. 15-19)
Los capítulos 15 a 19 se centran en la «limpieza legal» exigida por la presencia divina, dirigida tanto al pueblo como a los sacerdotes. Incluye leyes sobre ofrendas (Nm 15), el castigo por violar el sábado (Nm 15,32-36) y la rebelión de Coré, Datán y Abirón contra Moisés y Aarón, que termina en un milagro donde la tierra se abre y un fuego consume a los rebeldes (Nm 16).1 La vara de Aarón que florece (Nm 17) confirma el sacerdocio levítico, simbolizando la elección divina.
Se promulgan normas sobre las contribuciones sacerdotales (Nm 18) y el ritual de la vaca roja para la purificación (Nm 19), que prefigura el sacrificio de Cristo como fuente de expiación total. Esta parte enfatiza la santidad interior y exterior, recordando que la Alianza exige obediencia para habitar con Dios.
Tercera parte: Hacia la Tierra Prometida (caps. 20-36)
La narración retoma el viaje en el año 40, con la muerte de Miriam (Nm 20,1) y el episodio de las aguas de Meribá, donde Moisés y Aarón pecan de desconfianza y son excluidos de la Tierra (Nm 20,12). La muerte de Aarón en el monte Hor (Nm 20,22-29) marca el traspaso del sumo sacerdocio a Eleazar.
Israel derrota a los amorreos (Nm 21) y enfrenta la seducción idólatra en Moab con Baal-peor (Nm 25), castigada por Finees, quien recibe una alianza perpetua de sacerdocio (Nm 25,13).8 El segundo censo (Nm 26) registra 601.730 varones, preparando la distribución de la tierra.9 Se nombran a Josué como sucesor de Moisés (Nm 27) y se detallan leyes sobre sacrificios, votos y fiestas (Nm 28-30).
El libro culmina con la victoria sobre Madián (Nm 31), la asignación de tierras transjordananas a Rubén, Gad y media tribu de Manasés (Nm 32), y una lista de etapas del viaje (Nm 33), junto con mandatos para conquistar Canaán y establecer ciudades de refugio (Nm 35-36). Esta sección cierra el ciclo con esperanza en la herencia prometida.
Temas teológicos
En la teología católica, los Números destacan la alianza como proceso de purificación. El desierto simboliza la vida espiritual: lugar de tentación, pero también de revelación (cf. Dei Verbum, n. 15). Temas centrales incluyen la infidelidad humana (murmuraciones, rebeliones) contrastada con la fidelidad de Dios, quien provee maná, agua y guía (Nm 11; 20). El sacerdocio levítico prefigura el de Cristo, Sumo Sacerdote eterno (Heb 7,11-28), y el censo evoca la enumeración de los elegidos en el Apocalipsis.10
El uso simbólico de números —como el 40 (años de prueba), el 12 (tribus) o el 7 (perfección ritual)— enriquece la interpretación mística, condenada la magia numérica pero valorada la exégesis patrística.10 Los Números también abordan la herencia espiritual: la Tierra Prometida como tipo del Reino de Dios, accesible solo por fe y obediencia.
Importancia en la tradición católica
La liturgia católica incorpora lecturas de Números en el Leccionario, como el episodio de la serpiente de bronce (Nm 21,4-9), prefiguración de la cruz (Jn 3,14). San Isidoro de Sevilla, en su Liber numerorum, explora el significado místico de los números bíblicos, incluyendo los censos de Números, como alegorías de la gracia divina.11 Padres como san Gregorio Magno y san Tomás de Aquino lo comentan en clave moral y espiritual, aplicándolo a la vida cristiana.
En la exégesis moderna, encíclicas como Divino Afflante Spiritu (Pío XII, 1943) animan a estudiar su contexto histórico sin menoscabar su sentido espiritual. Proyectos como la Biblia de Jerusalén integran tradiciones interpretativas, destacando su rol en la formación del pueblo de Dios.12,13
Interpretación y comentarios
La Iglesia católica promueve una interpretación multifacética: literal, alegórica, moral y anagógica, según el método de los Padres. Comentarios clásicos incluyen los de Cornelio a Lapide (siglo XVII), que defiende la historicidad mosaica, y obras modernas como las de la International Critical Commentary, adaptadas al marco católico.14 En español, ediciones como la Biblia Latinoamericana enfatizan su mensaje de liberación para los oprimidos.
Controversias sobre la autoría (hipótesis documentaria) se resuelven priorizando la tradición eclesial, como enseña el Pontificio Instituto Bíblico. Los Números invitan a la reflexión personal: en un mundo de «desiertos» modernos, Dios guía a su pueblo hacia la plenitud.
En resumen, el Libro de los Números no es solo crónica histórica, sino catequesis viva sobre la misericordia divina, esencial para entender la marcha de la Iglesia hacia la Jerusalén celestial.
Citas
Pentateuco, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Pentateuco. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Concilio de Cartago (III) 397 - El canon de la Sagrada Escritura, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 186. ↩
Concilio de Trento 1545-1563 - Ecumenical XIX (contra novatores siglo XVI) - Sesión IV (8 de abril de 1546) los libros sagrados y las tradiciones de los apóstoles son aceptados, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 1502. ↩
Sección uno «creo» - «creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 138. ↩
The New Revised Standard Version, Catholic Edition (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Números 1. ↩
Jeffrey L. Morrow. La Universidad de la Ilustración y la Creación de la Biblia Académica: The Death of Scripture and the Rise of Biblical Studies de Michael Legaspi, § 25. ↩
The New Revised Standard Version, Catholic Edition (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Números 13. ↩
Paolo Garuti, O.P. La Cristología de Hebreos, § 19. ↩
The New Revised Standard Version, Catholic Edition (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Números 26. ↩
El uso de los números en la Iglesia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §El uso de los números en la Iglesia. ↩ ↩2
San Isidoro de Sevilla, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Isidoro de Sevilla. ↩
OLIVIER-THOMAS VENARD, OP. § 34. ↩
Olivier-Thomas Venard, OP. «La Bible en ses Traditions» El nuevo proyecto de la École biblique et archéologique française de Jérusalem presentado como una empresa de «cuarta generación», § 34. ↩
Comentarios sobre la Biblia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Comentarios sobre la Biblia. ↩
