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Liturgia de la Palabra

Liturgia de la Palabra
Seminario mayor de Asidonia-Jerez 2005. Dominio Público.

La Liturgia de la Palabra es una parte fundamental de la Misa y otras celebraciones litúrgicas en la Iglesia Católica, donde Dios se comunica con su pueblo a través de las Sagradas Escrituras. Constituye una de las dos «mesas» principales de las que los fieles se alimentan, siendo la otra la Liturgia Eucarística. En esta sección, Cristo mismo está presente y habla cuando las Escrituras son leídas en la Iglesia, y el Espíritu Santo hace que esta Palabra sea eficaz en los corazones de los creyentes. La Liturgia de la Palabra prepara a los fieles para la Eucaristía, formando un único acto de culto.

Tabla de contenido

Significado y Fundamento Teológico

La Iglesia Católica se nutre de la Palabra de Dios, transmitida en los libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Cuando esta Palabra es proclamada en la liturgia, se acoge como la presencia de Cristo mismo, pues es Él quien habla cuando se lee la Sagrada Escritura en la Iglesia1,2. Esta presencia de Cristo en su Palabra es tan real que la Iglesia ha honrado la Palabra de Dios y el misterio eucarístico con la misma reverencia, aunque no con el mismo culto3. La celebración litúrgica se convierte en una presentación continua, completa y eficaz de la Palabra de Dios, que es siempre viva y operante por el poder del Espíritu Santo3,2. El Espíritu Santo no solo inspira a los autores sagrados, sino que también hace que la Palabra de Dios «que oímos externamente tenga su efecto internamente»4.

La Liturgia de la Palabra es un «lugar privilegiado» para el encuentro con la Palabra de Dios5. A través de ella, Dios habla a su pueblo en medio de sus vidas, y el pueblo escucha y responde2. Esta escucha atenta es crucial, ya que las páginas de la Biblia dejan de ser meros escritos para convertirse en palabras vivas, pronunciadas por Dios4.

Estructura de la Liturgia de la Palabra

La parte principal de la Liturgia de la Palabra está compuesta por las lecturas de la Sagrada Escritura, junto con los cantos que se intercalan entre ellas6,7. La homilía, la profesión de fe y la oración universal (o de los fieles) desarrollan y concluyen esta parte de la Misa6,7.

Las Lecturas Bíblicas

La Sagrada Escritura tiene la máxima importancia en la celebración litúrgica, de modo que las lecturas bíblicas no pueden ser sustituidas por otras, por venerables que sean8,1. El Concilio Vaticano II, a través de Sacrosanctum Concilium, impulsó una reforma del leccionario para ofrecer una provisión más rica, variada y adecuada de textos bíblicos a los fieles9,10,11,12. Esta reforma ha dado como resultado un acceso más abundante a la Escritura, especialmente en la Misa dominical13.

La estructura actual del leccionario presenta los textos más importantes de la Escritura con cierta frecuencia y ayuda a comprender la unidad del plan de Dios gracias a la interrelación de las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento, donde Cristo es la figura central, conmemorada en su misterio pascual13,14.

Generalmente, las lecturas en la Misa dominical y festiva son las siguientes:

En algunas celebraciones, como en las Misas de los días feriales, puede haber solo dos lecturas: una del Antiguo o Nuevo Testamento y el Evangelio, precedidas por un salmo responsorial8.

La Homilía

Después de las lecturas, el celebrante pronuncia la homilía15,17,7. La homilía es una parte integral de la liturgia y es de gran estima18. Su propósito es explicar la Palabra de Dios anunciada a los fieles y adaptarla al sentido de la época actual8. No se trata de hacer que las lecturas de la Misa se ajusten a un esquema temático predefinido, sino de invitar a los oyentes a reflexionar sobre la fe de la Iglesia tal como emerge naturalmente de las Escrituras en el contexto de la celebración litúrgica19,20.

La homilía debe nutrirse principalmente de fuentes escriturísticas y litúrgicas, proclamando las maravillosas obras de Dios en la historia de la salvación y el misterio de Cristo, siempre presente y activo entre nosotros11. En las Misas con participación del pueblo los domingos y fiestas de precepto, la homilía no debe omitirse, salvo por una causa grave18.

Profesión de Fe (Credo)

Si se considera oportuno, después de la homilía se puede recitar o cantar el Símbolo de la Fe (Credo)15,21,7. A través de la profesión de fe, el pueblo afirma su adhesión a la Palabra de Dios que ha escuchado7.

Oración Universal (Oración de los Fieles)

Finalmente, habiendo sido alimentados por la Palabra, los fieles elevan sus peticiones en la Oración Universal por las necesidades de toda la Iglesia y por la salvación del mundo entero15,17,7.

Relación con la Liturgia Eucarística

La Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística están tan estrechamente unidas que forman un solo acto de culto8,22. La Liturgia de la Palabra prepara y conduce a la Eucaristía, y no es lícito separarlas o celebrarlas en diferentes momentos y lugares8. Ambas constituyen las dos mesas de las que la Iglesia ofrece a los fieles el pan de vida: la mesa de la Palabra de Dios y la mesa del Cuerpo de Cristo9.

La comprensión de la Escritura permanece imperfecta si no se reconoce la presencia real del Señor en la Eucaristía3. En la liturgia, la Iglesia prepara la mesa de la Palabra de Dios para que su escucha disponga a los fieles a acercarse a la Eucaristía, el banquete místico del Cuerpo y la Sangre del Señor16.

Importancia Pastoral

La Liturgia de la Palabra es un medio singular de catequesis para todo el pueblo de Dios23,24. El leccionario y el misal son instrumentos constantes, vivos y familiares para conocer y alimentar la fe, y para encontrar en ella la respuesta a las interrogantes de la conciencia24. Es fundamental que los fieles participen atentamente desde el inicio de la celebración, bien dispuestos a escuchar la Palabra9.

En las celebraciones dominicales en ausencia de sacerdote, la Liturgia de la Palabra sigue siendo un componente esencial, donde Dios habla a su pueblo para manifestar el misterio de redención y salvación25,26. La valoración del amplio abanico de lecturas bíblicas ofrecido por la liturgia puede ser extraordinariamente fecunda en frutos espirituales24.

Citas

  1. II. Liturgicae inculturationis exigentiae et condiciones praeviae - A) exigentiae liturgiae natura innixae, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción Varietates legitimae (25 de enero de 1994), § 23 (1994). 2

  2. Parte segunda: Verbum in ecclesia - La liturgia, ámbito privilegiado para la palabra de Dios - La palabra de Dios en la sagrada liturgia, Papa Benedicto XVI. Verbum Domini, § 52 (2010). 2 3

  3. Francis Martin. Revelación y comprensión de la Escritura: Reflexiones sobre la enseñanza de Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI, § 18. 2 3

  4. Santa Misa: Ritos introductorios, Papa Francisco. Audiencia General del 31 de enero de 2018 (2018). 2

  5. B6. Verbum Domini y la tarea de la teología normativa, Scott W. Hahn. Normativa y performativa: La autoridad de la Escritura en el pensamiento de Benedicto XVI, § 6 (2023).

  6. Parte segunda: Las partes de la misa como guía para el tema del congreso - IV. La liturgia de la palabra: Comunión con Cristo en la palabra - IV.A. La doble mesa de la palabra y del pan de vida, El Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. La Eucaristía: Comunión con Cristo y con los demás, § 70 (2012). 2

  7. Capítulo II la estructura de la misa, sus elementos y sus partes - III. Las partes individuales de la misa - B. La liturgia de la palabra, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 55 (2003). 2 3 4 5 6

  8. Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción Liturgicae instaurationes (5 de septiembre de 1970), § 2 (1970). 2 3 4 5

  9. Parte quinta - Vivir la palabra de Dios, Conferencias Episcopales Católicas de Inglaterra y Gales, y de Escocia. El don de la Escritura, § 74 (2005). 2 3

  10. C. Uso de la Biblia - 1. En la liturgia, Comisión Pontificia Bíblica. La interpretación de la Biblia en la Iglesia (1993).

  11. Capítulo I - Principios generales para la restauración y el fomento de la sagrada liturgia - III. La reforma de la sagrada liturgia - C) normas basadas en el carácter didáctico y pastoral de la liturgia, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 35 (1963). 2

  12. Capítulo II - El santísimo misterio de la Eucaristía, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 51 (1963).

  13. Parte segunda: Verbum in ecclesia - La liturgia, ámbito privilegiado para la palabra de Dios - La sagrada Escritura y el leccionario, Papa Benedicto XVI. Verbum Domini, § 57 (2010). 2

  14. Parte prima - La homilía y el ámbito litúrgico - II. La interpretación de la palabra de Dios en la liturgia, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio Homilético (29 de junio de 2014), § 19 (2015). 2 3 4

  15. Preces, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 340. 2 3 4

  16. Papa Juan Pablo II. 23 de septiembre de 1990: Celebración Eucarística en Ferrara (Italia) - Homilía, § 5 (1990). 2

  17. Lectio Verbi Dei, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 335. 2 3 4

  18. Capítulo II - El santísimo misterio de la Eucaristía, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 52 (1963). 2

  19. Parte seconda - Ars praedicandi - Apéndice I - La homilía y el catecismo de la Iglesia católica, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio Homilético (29 de junio de 2014), § 159 (2015).

  20. Apéndice I - La homilía y el catecismo de la Iglesia católica, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio Homilético (29 de junio de 2014), §Apéndice I.159 (2014).

  21. A. In missæ celebratione, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 338.

  22. Capítulo II - El santísimo misterio de la Eucaristía, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 56 (1963).

  23. Pamela Jackson. El catecumenado bautismal como modelo para la catequesis, § 18.

  24. Papa Juan Pablo II. A los Obispos italianos del Triveneto en su visita ad Limina (26 de enero de 1991) - Discurso (1991). 2 3

  25. Capítulo III - La celebración, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio para las Celebraciones Dominicales en Ausencia de Presbítero (2 de junio de 1988), § 41 (1988).

  26. Capítulo III - Orden de la celebración, Congregación para el Culto Divino. Directorio para las Celebraciones Dominicales en Ausencia de Presbítero, § 41 (1988).