Los diez mandamientos

Los diez mandamientos, también conocidos como el Decálogo, constituyen la base moral fundamental de la fe católica. Revelados por Dios a Moisés en el Monte Sinaí, estos preceptos sintetizan la voluntad divina para la vida humana, abarcando tanto la relación del hombre con Dios como con su prójimo. El artículo explora su origen bíblico, la enseñanza magisterial, su numeración tradicional, la interpretación patrística y su aplicación en la vida cristiana contemporánea.
Tabla de contenido
Origen bíblico e histórico
El relato bíblico
Los mandamientos aparecen por primera vez en el Libro del Éxodo (Éxodo 20:1‑17) y se repiten en Deuteronomio (Deuteronomio 5:1‑21)1,2. En ambos pasajes Dios declara: «Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre» y entrega diez normas que deben guiar al pueblo de Israel.
Contexto del Antiguo Testamento
Según la Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), la entrega de la Ley en el Sinaí constituye el fundamento de la covenant entre Dios y su pueblo, revelando la dignidad del ser humano y la necesidad de una vida moral ordenada3. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia subraya que el Decálogo expresa la «implicación de pertenecer a Dios mediante la alianza» y constituye una expresión privilegiada del derecho natural4.
La enseñanza de la Iglesia
Magisterio y catecismo
El CIC afirma que la moral cristiana se basa en el Decálogo, que indica los principios de la vida moral válida para todo ser humano5. La Sección Dos del Catecismo dedica un estudio exhaustivo a los mandamientos, siguiendo la numeración establecida por San Agustín, la cual es la adoptada por la Iglesia Católica6.
Comentarios de los Papas
En una homilía durante su viaje apostólico a Polonia (1999), el Papa Juan Pablo II destacó que los mandamientos son «la base de la moral dada al hombre por el Creador» y que Cristo los «cumple y los eleva» en el Sermón del Monte7. El Papa Benedicto XVI, en el proyecto «Diez plazas por los Diez Mandamientos», recordó que Jesús resumió la Ley en el doble mandamiento del amor: amar a Dios y al prójimo8.
Numeración y división tradicional
La tradición católica
La numeración actual del Decálogo sigue la propuesta de San Agustín, aceptada en el Concilio de Trento y adoptada por la Iglesia Latina6. Los primeros tres mandamientos se refieren a la relación del hombre con Dios, mientras que los siete restantes regulan la convivencia humana9.
Variantes históricas
El Catálogo de la Enciclopedia Católica describe cómo distintas tradiciones (ortodoxa, protestante) presentan numeraciones diferentes, pero la Iglesia Católica mantiene la división agustiniana como norma universal10.
El contenido de los mandamientos
Nº | Mandamiento | Explicación breve |
---|---|---|
1 | No tendrás dioses ajenos delante de mí | Prohíbe la idolatría y afirma la unicidad de Dios. |
2 | No tomarás el nombre de Dios en vano | Exige reverencia al nombre sagrado. |
3 | Santificarás el día del Señor | Invita al descanso y a la adoración dominical. |
4 | Honrarás a tu padre y a tu madre | Fomenta el respeto a la autoridad familiar. |
5 | No matarás | Protege la vida humana. |
6 | No cometerás actos impuros | Preserva la santidad del matrimonio. |
7 | No robarás | Defiende la propiedad ajena. |
8 | No darás falso testimonio | Garantiza la verdad y la justicia. |
9 | No consentirás pensamientos impuros sobre la esposa del vecino | Refuerza la pureza de la intención. |
10 | No codiciarás los bienes ajenos | Impide la envidia y la avaricia. |
Esta formulación se corresponde con la versión abreviada del Baltimore Catechism y con la enumeración tradicional de la Iglesia11.
Interpretación patrística y magisterial
San Agustín y la teología del amor
Agustín explicó que los dos primeros mandamientos se centran en el amor a Dios, mientras que los ocho restantes se orientan al amor al prójimo12. En su Carta a Januario, subraya que los mandamientos 1‑3 son «declaraciones de nuestro deber a Dios» y que los restantes se refieren a la vida social del hombre13.
Santo Tomás de Aquino
Acuña la relación entre los mandamientos y la justicia, señalando que el primer precepto establece la «fundación de la religión» y que sin una correcta relación con Dios no es posible la verdadera justicia social14. Su Summa Theologiae también destaca que los mandamientos revelan la ordenación natural del ser humano.
Relevancia moral y social
Derechos y deberes humanos
El Compendio de la Doctrina Social indica que los mandamientos revelan «los derechos fundamentales inherentes a la naturaleza humana» y sirven de base para la legislación civil y los derechos humanos modernos4. La Iglesia los considera «normas indispensables para toda vida social»8.
Aplicación contemporánea
En la era del relativismo, la Iglesia llama a vivir los mandamientos como «fuente de verdadera libertad y felicidad» (Juan Pablo II)7, recordando que el cumplimiento de la Ley conduce al bien común y a la santidad personal.
Los diez mandamientos en la vida cristiana
Liturgia y catequesis
El CIC señala que la proclamación de la Palabra de Dios en la Misa incluye la reflexión sobre los mandamientos, y que la Liturgia de la Palabra es esencial para nutrir la fe del pueblo15. El General Instruction of the Roman Missal indica que la lectura de los mandamientos debe acompañarse de momentos de silencio para la meditación personal16.
Vida cotidiana
Los católicos son invitados a integrar los mandamientos en su vida diaria mediante la oración, la confesión y la práctica del amor al prójimo, siguiendo el ejemplo de Cristo que los «cumplió y los elevó»7.
Citas
La santa Biblia, Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Éxodo 20 (1993). ↩
Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Deuteronomio 5. ↩
Sección segunda los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2081. ↩
A. La presencia gratuita de Dios, Pontificio Consejo Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 22 (2004). ↩ ↩2
Sección primera la vocación del hombre la vida en el Espíritu, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2049. ↩
Sección segunda los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2066. ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 6 de junio de 1999: Viaje apostólico a Polonia, Elblag - Homilía (1999). ↩ ↩2 ↩3
Papa Benedicto XVI. Mensaje en vídeo con motivo de la iniciativa «Diez plazas para los diez mandamientos» (8 de septiembre de 2012) (2012). ↩ ↩2
IV. Estructura de este catecismo, Catecismo de la Iglesia Católica, § 16. ↩
Los diez mandamientos, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Los Diez Mandamientos. ↩
Lección vigésimo novena. Sobre los mandamientos de Dios, Tercer Concilio Plenario de Baltimore. Catecismo de Doctrina Cristiana (El Catecismo de Baltimore n.º 3), § 1130 (1954). ↩
Resumen de los diez mandamientos, Tomás de Aquino. Explicación de los diez mandamientos, §Resumen (1273). ↩
Carta de Agustín a Januario, Agustín de Hipona. Carta 55 (400) De Agustín a Januario, §Capítulo 11. 20 (1887). ↩
R. Jared Staudt. El pecado como ofensa contra Dios: Aquino sobre la relación entre el pecado y la religión, § 6. ↩
Sección primera la economía sacramental, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1154. ↩
Capítulo IV las diversas formas de celebrar la Misa - I. Misa con el pueblo - A. Misa sin diácono - La Liturgia de la Palabra, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 128 (2003). ↩