María Santísima del Mayor Dolor

María Santísima del Mayor Dolor, también conocida como Nuestra Señora de los Dolores o Addolorata, es una advocación mariana que destaca por su profunda asociación con la Pasión de Jesucristo. Su culto se expresa mediante la meditación de las siete dolencias de la Madre de Dios, la práctica de la Via Matris y diversas expresiones de piedad popular que buscan acompañar al fiel en los momentos de sufrimiento, recordando la compasión y la entrega materna de María.
Tabla de contenido
Historia y origen del culto
La Via Matris y sus raíces históricas
El ejercicio piadoso de la Via Matris dolorosae surge como una adaptación del Via Crucis, centrado en la vida de la Virgen desde la profecía de Simeón (Lucas 2, 34‑35) hasta la muerte y sepultura de su Hijo1. Su forma actual se consolidó en el siglo XIX, aunque ya existían manifestaciones embrionarias desde el siglo XVI1. La intención fundamental es recorrer, en siete estaciones, los momentos de dolor que María experimentó, reflejando así su participación única en la redención.
Desarrollo histórico del culto a los Dolores
El reconocimiento litúrgico de los Dolores de María se remonta al siglo XV en Colonia, bajo la denominación de Commemoración del Dolor y la Sufrimiento de la Santísima Virgen2. En 1727 el Papa Pío IX extendió la celebración a toda la Iglesia bajo el título de Siete Dolores2, y en 1814 los frailes Servitas recibieron una fiesta dedicada a la Via Matris para el tercer domingo de septiembre2. Desde entonces, la devoción se ha difundido globalmente, integrándose en la piedad popular y en la liturgia oficial.
Liturgia y celebración oficial
Memoria litúrgica y normas de la Congregación
El Dirección sobre la Piedad Popular y la Liturgia (2001) recomienda la conmemoración del memorial de Nuestra Señora de los Dolores por su importancia doctrinal y pastoral3. Entre las expresiones piadosas resaltadas se encuentran el Planctus Mariae —un canto intenso de lamento— y la Ora della Desolata, vigilia devocional que acompaña a la Madre en su abandono tras la muerte de Jesús3. Estas prácticas, presentes en diversas regiones latinoamericanas bajo nombres como El Pésame, buscan no solo expresar emoción, sino también profundizar la comprensión del amor redentor de Cristo y la participación materna de María3.
Fechas y prácticas populares
Viernes Santo: la Iglesia invita a recordar a la Virgen de los Dolores, vinculando su sufrimiento con la crucifixión del Hijo3.
15 de septiembre: día oficial de la Memoria de Nuestra Señora de los Dolores, señalado en el Marialis Cultus como ocasión para revivir un momento decisivo de la salvación y venerar a la Madre que estuvo «levada en la cruz» junto a su Hijo4.
Lunes de julio (Santuario de Šaštín) y otras peregrinaciones locales celebran la devoción bajo el título de Addolorata, resaltando la presencia de María como intercesora consoladora5.
Las Siete Dolorosas
Enumeración tradicional
El Oficio y la Liturgia fijan las siete dolencias de María como:
La profecía de Simeón (la espada que traspasa su alma).
La huida a Egipto.
La pérdida del Niño Jesús en el Templo.
El encuentro con Jesús camino al Calvario.
La Crucifixión.
La bajada del Cristo muerto del madero.
El entierro de Jesús2.
Significado teológico
Los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI subrayan que, al compartir la compasión de su Hijo, María no solo sufre, sino que también se convierte en modelo de socia passionis (compañera de la Pasión) y en intercesora poderosa para los fieles6,6. Su dolor se transforma, según la teología benedictina, en una fuente de gracia que conduce a la perfección espiritual, habilitándola para la misión de ser «madre de los miembros de Cristo»6.
Espiritualidad y devoción
Oraciones y prácticas populares
El Planctus Mariae y la Ora della Desolata son acompañados frecuentemente por cantos y lecturas que evocan el lamento mariano. En la tradición de San Bernardo, la Virgen «entró en la Pasión de su Hijo a través de su compasión»6, y los fieles son invitados a imitar su paciencia y entrega. Escritos de San Alfonso Liguori ofrecen reflexiones específicas sobre cada dolor, invitando a los devotos a pedir la intercesión de María para soportar sus propias pruebas y alcanzar la misericordia divina6,4.
Influencia de santos y papas
San Juan Pablo II celebró la Via Matris en el Santuario de Šaštín, destacando la unión de la Virgen con el Cielo y su papel consolador para los pueblos sufridos5.
San Benedicto XVI, en su homilía de 2008, enfatizó que las lágrimas de María se convierten en una sonrisa de victoria tras la Resurrección, reforzando la esperanza cristiana en medio del dolor6.
Patrimonio cultural y difusión
La devoción a María Santísima del Mayor Dolor se ha arraigado profundamente en comunidades de América Latina, Europa Central y partes de Asia. Manifestaciones como procesiones, representaciones del Via Matris y la veneración de imágenes bajo el título de Addolorata forman parte del patrimonio inmaterial de la Iglesia, fomentando la solidaridad entre los fieles y la transmisión de la fe a través de la experiencia del sufrimiento compartido.
Citas
Parte II: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo IV: El año litúrgico y la piedad popular - Cuaresma - La Vía Matris, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y Orientaciones, § 136 (2001). ↩ ↩2
B15: Los siete dolores de la Santísima Virgen María, Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 558. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Parte II: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo IV: El año litúrgico y la piedad popular - Viernes Santo - Nuestra Señora de los Dolores, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y Orientaciones, § 145 (2001). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
B7: Nuestra Señora del Rosario, Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 52. ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 1 de julio de 1995: Celebración Eucarística en el Santuario Mariano de Šaštín - Homilía (1995). ↩ ↩2
Celebración eucarística para los enfermos en la explanada frente a la basílica de Nuestra Señora del Rosario en Lourdes, Papa Benedicto XVI. 15 de septiembre de 2008: Celebración Eucarística para los enfermos en la Explanada frente a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Lourdes (2008). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6