Mártires Claretianos de Barbastro

Los mártires claretianos de Barbastro fueron una comunidad religiosa compuesta por sacerdotes, seminaristas y hermanos laicos pertenecientes a la Congregación de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María, fundados por San Antonio María Claret. Durante la Guerra Civil española, entre los días 2 y 18 de agosto de 1936, fueron arrestados, torturados y ejecutados por su fe y sus votos religiosos en la ciudad de Barbastro, Aragón. Su testimonio de fidelidad al Evangelio fue reconocido con la beatificación el 25 de octubre de 1992 por el Papa Juan Pablo II1.
Tabla de contenido
Contexto histórico
La Guerra Civil española y la persecución religiosa
La contienda civil que estalló en 1936 desencadenó una ola de violencia contra la Iglesia y los religiosos en toda España. En Aragón, milicias antirreligiosas irrumpieron en conventos y seminarios, persiguiendo a los miembros del clero bajo el pretexto de combatir el «fascismo clerical». En Barbastro, aproximadamente sesenta milicianos armados tomaron el seminario de los claretianos el 20 de julio de 1936, capturando a toda la comunidad religiosa y condenándola a muerte sin juicio alguno1.
Fundación de la Congregación claretiana
San Antonio María Claret (1807‑1870) fundó la Congregación de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María con el objetivo de evangelizar y servir a los más necesitados, inspirándose en la caridad y el amor a María. Los claretianos de Barbastro seguían fielmente este carisma, dedicándose a la formación sacerdotal y al apostolado pastoral en la región aragonesa2.
El martirio
Arresto y tortura
Tras la invasión del seminario, los claretianos fueron retenidos en condiciones inhumanas. Se les ofreció la libertad a cambio de renunciar a la fe; todos prefirieron mantenerse firmes, aceptando el riesgo de muerte1.
Ejecuciones
Los asesinatos se llevaron a cabo en cinco grupos distintos los días 2, 12, 13, 15 y 18 de agosto de 1936. En total, 51 claretianos fueron fusilados, sin contar a dos estudiantes argentinos y a siete hermanos coadiutores que también perdieron la vida en el mismo periodo1. Entre los fallecidos se encontraba el sacerdote Felipe de Jesús Munárriz (1875‑1936), quien había sido rector del seminario y quien, junto a sus compañeros, dio testimonio de su entrega total a Cristo1.
Testimonios de los mártires
Los propios testimonios recogidos revelan la profunda fe de los claretianos. Uno escribió a su familia: «Al recibir estas líneas, alaben al Señor por el don tan grande y precioso del martirio que el Señor se digna concederme»3. Otro exclamó: «¡Viva el Corazón Inmaculado de María! Nos fusilan únicamente por ser religiosos» y añadió en su lengua materna: «No ploreu per mi. Soc màrtir de Jesucrist»3. Estas palabras reflejan la convicción de morir por la fe y el amor a María.
Beatificación y reconocimiento eclesial
Proceso de beatificación
El proceso de canonización se inició poco después de los hechos, recopilando testimonios, documentos y testimonios oculares. El Congregación para las Causas de los Santos aprobó la causa, reconociendo que los claretianos murieron in odium fidei (por odio a la fe)1.
Ceremonia de beatificación
El 25 de octubre de 1992, el Papa Juan Pablo II celebró la beatificación de Felipe de Jesús Munárriz y 50 de sus compañeros, declarando su heroica virtud y su sacrificio como modelo de fidelidad cristiana1. En la homilía, el Santo Padre resaltó que los claretianos «morían porque eran discípulos de Cristo, porque no querían renegar de su fe y de sus votos religiosos»4.
Relicarios y culto popular
Desde 1939, las reliquias de los mártires se veneran en la iglesia dedicada al Corazón Inmaculado de María en la propia casa donde vivieron los claretianos en Barbastro, convirtiéndose en un lugar de peregrinación y oración para los fieles1.
Legado espiritual
Influencia en la vida religiosa
Los mártires claretianos de Barbastro son citados como ejemplos de radicalidad evangelíca y entrega total a la misión de la Iglesia. Su testimonio inspira a los religiosos actuales a vivir con integridad y valentía, siguiendo el carisma de su fundador, San Antonio María Claret2.
Mensaje para la juventud
En sus escritos, los jóvenes seminaristas manifestaron el deseo de «pasar al cielo haciendo el bien en la tierra», siguiendo el ejemplo de Santa Teresa de Lisieux. Este llamado a la santidad y al servicio sigue resonando entre los jóvenes católicos de hoy3.
Conmemoración litúrgica
Fiesta y celebraciones
La Iglesia celebra la memoria de los mártires claretianos de Barbastro cada 25 de octubre, día de su beatificación, con misas especiales y actos de recuerdo en la diócesis de Huesca y en la provincia de Aragón.
Oración popular
Una oración frecuente entre los fieles es:
Señor, concede a los claretianos de Barbastro la luz de su testimonio, para que, como ellos, podamos permanecer firmes en la fe aunque nos persigan.
Citas
Biografía - Felipe de Jesús Munárriz (1875-1936) y 50 compañeros, C.M.F., mártires, Dicasterio para las Causas de los Santos. 122 mártires españoles: Biografía (25 de octubre de 1992) (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Papa Juan Pablo II. 2 de febrero de 1993: Celebración Eucarística en la Fiesta de la Presentación del Señor en el Templo - Homilía (1993). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Narcisa de Jesús Martillo Morán (1832-1869) - Homilía de beatificación, § 3 (2008). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. 25 de octubre de 1992: Beatificación de 122 mártires españoles y una laica ecuatoriana - Homilía (1992). ↩
