Mater Ter Admirabilis

Mater Admirabilis (Madre Admirable) es un título tradicional de la Virgen María en la piedad católica, destacado en la Litania Lauretana y representado de manera icónica en un fresco del siglo XIX en la iglesia de Trinità dei Monti en Roma. Este título evoca la admiración por las virtudes maternas y espirituales de María, sirviendo como símbolo de pureza, fortaleza y modelo para las mujeres cristianas. Asociado con la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús y fundado en la espiritualidad de la venerable Madre Barat, el fresco y el título han inspirado sodalicios y devociones dedicadas a imitar las virtudes inmaculadas de la Madre de Dios, promoviendo la formación de hogares cristianos sólidos.1,2
Tabla de contenido
Origen histórico del título
El título Mater Admirabilis tiene raíces en la tradición litúrgica mariana de la Iglesia Católica, apareciendo en variantes tempranas de la Litania Lauretana, una de las más antiguas y extendidas oraciones de invocación a la Virgen María. En manuscritos antiguos de esta litanía, conservados desde el siglo XVI, se encuentra la invocación «Mater mirabilis», que evolucionó hacia «Mater admirabilis» en versiones posteriores aprobadas por la Santa Sede. Esta evolución refleja la profundización devocional en los atributos admirables de María como Madre celestial.2
La primera mención documentada de una forma similar data de textos litúrgicos impresos en 1558, donde ya se incluye «Auxilium christianorum» junto a otras invocaciones, aunque Mater mirabilis aparece en ediciones previas a las reformas de Pío V en 1571. Este papa, mediante un motu proprio del 20 de marzo de 1571, reguló los oficios marianos, lo que generó temores iniciales sobre la supervivencia de la litanía en Loreto, pero el título perduró gracias a su arraigo popular.2
En el contexto de la Contrarreforma, el título subrayaba la admiración por María como modelo de virtud frente a las turbulencias espirituales de la época, consolidándose en la liturgia romana y en la devoción privada.
Evolución litúrgica
La Litania Lauretana, aprobada oficialmente, incluye «Mater admirabilis» entre los títulos que exaltan la maternidad divina de María. Diferencias menores en ediciones antiguas, como la sustitución temporal de «Mater piissima» por «Mater purissima», destacan la fluidez inicial del texto, pero la forma actual fue estabilizada para evitar confusiones. Fuentes manuscritas confirman la presencia constante de «Mater creatoris» y «Mater salvatoris», integrando el título en un conjunto coherente de alabanzas.2
El fresco de Trinità dei Monti
Uno de los emblemas más visibles de Mater Admirabilis es el fresco ubicado en la iglesia de Trinità dei Monti en Roma, obra de Pauline Perdreau, una religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, pintado en 1844. Este mural, conocido como Mater Admirabilis, representa a la Virgen María en una actitud de maternidad admirable, sosteniendo al Niño Jesús y rodeada de símbolos de pureza y fortaleza, como el lirio.1
El fresco surgió en el contexto de la fundación de la Sodality de los Hijos de María del Sagrado Corazón, establecida alrededor de 1818 por la venerable Madeleine Sophie Barat, fundadora de la Sociedad del Sagrado Corazón. Padre Varin redactó sus reglas, y el sodalicio se destinó a las alumnas más fervientes de las escuelas parroquiales, con el fin primordial de amar y servir al Inmaculado Corazón de María mediante la imitación de sus virtudes, especialmente la fortaleza y la pureza inmaculada.1
Simbolismo del fresco
El lirio como emblema inicial de las sodalistas simbolizaba la pureza, con el lema «Semper Fidelis» (Siempre Fiel). En 1824 se acuñó una medalla con la inscripción «Cor meum jungatur vobis» (Que mi corazón se una a vosotros), propuesta por Rose de Joigny, una de las miembros. El fresco de Trinità dei Monti encarna visualmente este espíritu, presentando el ideal de la verdadera mujer cristiana: futura esposa y madre capaz de edificar hogares nobles.1
Madre Barat veía en esta devoción una vía para formar mujeres valientes, escasas según la Sagrada Escritura («Far and from the uttermost coasts is the price thereof»), que a su vez formarían a otras, propagando el bien en la sociedad.1
Asociación con la Sociedad del Sagrado Corazón
La devoción a Mater Admirabilis está intrínsecamente ligada a la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, fundada por Madre Barat. El sodalicio de los Hijos de María del Sagrado Corazón se expandió desde su origen en 1818, incorporando fiestas, privilegios y una estructura jerárquica con directores, presidentes y dignatarios. Su objetivo era elevar el tono moral entre las mujeres, sentando bases para familias cristianas sólidas.1
Este apostolado educativo influyó en generaciones, promoviendo la disciplina humana y cristiana en las jóvenes, y atrayendo vocaciones religiosas. El fresco no solo adornaba el convento, sino que inspiraba un programa formativo centrado en las virtudes marianas.
Influencia en la formación femenina
Madre Barat expresaba en 1831 su anhelo por mujeres valientes, dispuesta a «labourar a cualquier costo» para formarlas. La sodality y su icono, Mater Admirabilis, se convirtieron en pilares para la liberación y promoción de la mujer en clave cristiana, mucho antes de movimientos modernos.1
Significado teológico y devocional
Teológicamente, Mater Admirabilis resalta la maternidad de María como objeto de admiración universal, integrándose en la mariología católica que ve en ella el modelo perfecto de discípulo. En la Litania Lauretana, este título sigue a invocaciones como «Refugium peccatorum» y precede a «Virgo prudentis», enfatizando la admirable sabiduría materna de la Virgen.2
La devoción fomenta la imitación de María en la vida cotidiana, especialmente en la pureza y la fortaleza, virtudes esenciales para el laicado. Aunque no tiene una fiesta litúrgica propia, se celebra en contextos educativos y marianos, como en colegios de la Sociedad del Sagrado Corazón.
Presencia en la liturgia actual
La Santa Sede ha preservado el título en la litanía oficial, diferenciándolo de variantes antiguas para mayor precisión doctrinal. Su inclusión post-Lepanto, junto a «Auxilium christianorum», subraya el rol protector de María en batallas espirituales.2
Legado y difusión
El legado de Mater Admirabilis trasciende Roma, inspirando réplicas del fresco en escuelas y conventos del Sagrado Corazón en todo el mundo. Ha influido en la espiritualidad femenina católica, promoviendo la devoción al Inmaculado Corazón y la educación integral. En la era contemporánea, sigue siendo un referente para la formación de mujeres cristianas comprometidas con la familia y la sociedad.
En resumen, Mater Admirabilis encapsula la admiración católica por la Madre de Dios como modelo de virtud, desde su expresión litúrgica en la Litania Lauretana hasta su iconografía viva en Trinità dei Monti, forjando un camino de santidad accesible a todos los fieles.1,2
