Miserere

El Miserere es el nombre común del Salmo 50 (o Salmo 51 según la numeración de la Vulgata), una de las oraciones más destacadas del Salterio. Es reconocido como el salmo penitencial más intenso y frecuentemente utilizado en la tradición judía y cristiana, sirviendo como un himno de pecado y perdón, y una profunda meditación sobre la culpa y la gracia1,2. Su título en la Vulgata lo atribuye al Rey David, quien lo habría compuesto tras ser confrontado por el profeta Natán por su adulterio con Betsabé y el asesinato de Urías3,4. A lo largo de los siglos, este salmo ha sido enriquecido por las oraciones de innumerables pecadores, quienes han encontrado en él temas de un «corazón nuevo» y el «Espíritu» de Dios, en línea con las enseñanzas de los profetas Jeremías y Ezequiel1.
Tabla de contenido
Significado y Contenido Teológico
El Salmo 50 (51) es una súplica a la misericordia divina, que comienza con las palabras latinas «Miserere mei, Deus» («Ten piedad de mí, oh Dios»)3. Este salmo expresa un profundo sentido del pecado, entendido como una elección libre con implicaciones morales y teológicas significativas: «Contra ti, contra ti solo he pecado, he hecho lo que es malo a tus ojos» (Salmo 51, 6)5.
Además de la confesión del pecado, el Miserere transmite una viva certeza en la posibilidad de la conversión. El pecador arrepentido se presenta ante Dios en su miseria, suplicando no ser apartado de su presencia5. El salmo también subraya la convicción arraigada en el perdón divino, que tiene el poder de «borrar, lavar y limpiar» al pecador (cf. Salmo 51, 3-4), transformándolo en una nueva criatura con un espíritu, lengua, labios y corazón renovados5. Como afirma el profeta Isaías, aunque los pecados sean «escarlata, quedarán blancos como la nieve»2.
Uso Litúrgico y Ceremonial
El Miserere ocupa un lugar preeminente en la Liturgia de las Horas y en diversas ceremonias católicas3.
Liturgia de las Horas
Laudes: Es el primer salmo en las Laudes de todos los Oficios feriales (entre semana) durante todo el año, excepto en el Tiempo Pascual, y en los Oficios dominicales desde Septuagésima hasta el Domingo de Ramos inclusive3. Se reza cada viernes en las Laudes, sirviendo como una meditación sobre el mal en la conciencia y una súplica de purificación y perdón1,2,6.
Oficio de Difuntos: También ocupa este lugar destacado en el Oficio de Difuntos3.
Preces Feriales: Es el salmo elegido para las preces feriales en Vísperas durante todos los días de Cuaresma (excepto el Triduo Pascual), en Adviento, en las témporas (excepto las de Pentecostés) y en todas las vigilias (excepto las de Navidad, Epifanía, Ascensión y Pentecostés)3.
Triduo Pascual: Se recita justo antes de la oración en todas las Horas Canónicas del Triduo Pascual, a excepción de las Vísperas y Completas del Sábado Santo3. Su repetición en las Laudes del Triduo Pascual, a menudo con elaborados tratamientos musicales, sirve como clímax en las ceremonias de Tenebrae3.
Otros Contextos Litúrgicos
Siete Salmos Penitenciales: Es el cuarto de los siete salmos penitenciales, y su recitación se rige por la rúbrica apropiada en el Breviario3.
Oraciones después de la comida: Se reza diariamente en las oraciones después de la cena (post prandium), con algunas excepciones en tiempos litúrgicos específicos3.
Rito de la Penitencia: El Salmo 50 es una de las opciones de salmos para el Rito de la Penitencia, con la antífona «Devuélveme la alegría de tu salvación»7.
Excomunión: Es recitado por el penitente que va a ser absuelto de la excomunión (in foro externo), y por el sacerdote absolvente en el caso de un excomulgado fallecido que mostró signos de contrición antes de la muerte, lo que le permite el entierro eclesiástico3.
Unción de los Enfermos: Durante la visitación de los enfermos, el sacerdote puede rezar el Miserere o cualquiera de los tres primeros salmos penitenciales. Al llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos, el sacerdote debe rezar el Miserere, considerado el más adecuado para obtener la misericordia divina para el enfermo3. El rito de la Unción de los Enfermos incluye también el Salmo 6, cuya respuesta es «Miserere mei, Domine, quoniam infirmus sum» («Ten piedad de mí, Señor, porque estoy enfermo»)8.
Funerales: Se encuentra en el rito del Entierro de los Difuntos, con la antífona «Exsultábunt Dómino ossa humiliáta» («Se alegrarán en el Señor los huesos humillados»)3,9.
Asperges: Es muy prominente en la ceremonia del Asperges, donde el coro canta la antífona «Asperges me, Domine, hyssopo» y luego el verso «Miserere mei, Deus»3.
Consagración de Iglesias: Es especialmente relevante en la consagración de una iglesia, donde se recita como otros salmos y luego de manera más solemne, con la antífona «Asperges» repetida después de cada grupo de tres versos, durante la aspersión de los altares con agua bendita3.
Composiciones Musicales Famosas
El Miserere ha inspirado numerosas composiciones musicales a lo largo de la historia. Entre las más célebres se encuentran las de Gregorio Allegri, Costanzo Festa, Baini y Bai3,10,11. La versión de Allegri, en particular, es famosa por su repetición anual en la capilla papal durante las Tenebrae en Semana Santa, y ha sido elogiada por músicos y viajeros, incluyendo a Mozart, quien hizo una famosa copia de ella tras escucharla3,10. La belleza de estas composiciones radica en su ejecución, especialmente en los ornamentos tradicionales que confieren una calidad patética a muchos pasajes10.
Conclusión
El Miserere, Salmo 50 (51), es una oración fundamental en la tradición católica, que encarna la esencia del arrepentimiento, la súplica de perdón y la confianza en la infinita misericordia de Dios. Su presencia constante en la Liturgia de las Horas y en diversas ceremonias sacramentales y devocionales subraya su importancia espiritual como un camino hacia la conversión y la renovación interior.
Citas
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 24 de octubre de 2001, § 1 (2001). ↩ ↩2 ↩3
Salmo 51[50] ¡ten piedad de mí, oh Dios! , Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 30 de julio de 2003, § 1 (2003). ↩ ↩2 ↩3
Miserere, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Miserere. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17
B12. La misericordia borra el pecado de raíz, Papa Francisco. Audiencia General del 30 de marzo de 2016: 12. La misericordia borra el pecado de raíz (2016). ↩
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 24 de octubre de 2001, § 5 (2001). ↩ ↩2 ↩3
Salmo 50[51] ¡donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia! , Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 8 de mayo de 2002, § 1 (2002). ↩
Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Penitentiae (El Orden de la Penitencia), § 54. ↩
Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Unctionis Infirmorum Eorumque Pastoralis Curae (Cuidado pastoral de los enfermos: ritos de unción y viático), § 64. ↩
Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Exsequiarum (El Orden de los Funerales Cristianos), § 42. ↩
Gregorio Allegri, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Gregorio Allegri. ↩ ↩2 ↩3
Abbate Giuseppe Baini, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Abbate Giuseppe Baini. ↩