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Monasterio

Monasterio
Kreuzgang des Stifts Lilienfeld, Niederösterreich Esta imagen muestra el monumento protegido con el ID de objeto 80223 en Austria. (Commons, de, Wikidata). Original, Stefan Bauer, http://www.ferras.at, CC BY-SA 2.5 📄

Un monasterio es una casa religiosa donde sus miembros buscan la perfección evangélica mediante la observancia de las reglas y tradiciones de la vida monástica1. La vida monástica, enraizada en la vocación bautismal, implica una dedicación total a Dios a través de la renuncia a los bienes terrenales, la castidad, la pobreza y la obediencia, así como la oración litúrgica y personal constante2. Aunque la palabra «monje» sugiere soledad, el monacato cristiano ha adoptado diversas formas, desde la vida eremítica hasta la cenobítica, es decir, la vida en comunidad bajo una regla y un superior1,3,2.

Tabla de contenido

Orígenes y desarrollo del monacato

El monacato tiene sus raíces en Oriente, donde floreció desde los primeros siglos del cristianismo, especialmente en Egipto y Palestina1,2. Fenómenos que se asemejan al monacato existían en religiones no cristianas, pero el monacato cristiano se fundamenta específicamente en el bautismo y la crismación, por los cuales una persona es consagrada a Cristo y a la Trinidad2. Antes del surgimiento del monacato propiamente dicho a finales del siglo III y principios del IV, ya existían estilos de vida consagrada, como vírgenes, viudas y continentes, que vivían en sus propios hogares2.

El monacato primitivo adoptó dos formas principales:

La Regla de San Basilio (330-379) dio forma definitiva al monacato oriental, inspirando posteriormente la Regla de San Benito en Occidente1. En Oriente, la legislación de San Basilio se convirtió en la norma para los monjes4.

Monacato occidental

El monacato occidental se introdujo alrededor del año 340 d.C. con la visita de San Atanasio a Roma, acompañado por los monjes egipcios Ammon e Isidoro5. La publicación de la Vita Antonii y su traducción al latín difundieron ampliamente el conocimiento del monacato egipcio, llevando a muchos en Italia a imitarlo5.

La forma actual del monacato occidental está inspirada principalmente en San Benito6. La Regla de San Benito es considerada la obra más importante entre los códigos legislativos monásticos y un factor crucial en la organización y difusión del monacato en Occidente7. Se estima que San Benito la compuso alrededor del año 530 d.C., probablemente en Monte Cassino7. San Benito, consciente de la inadecuación de gran parte de los sistemas egipcios a las condiciones de su tiempo, consolidó la vida cenobítica, enfatizó el espíritu familiar y desalentó las austeridades individuales7. Su Regla combinó ideas antiguas y nuevas, eliminando la rivalidad en la austeridad y promoviendo la integración del individuo en la comunidad7.

La Regla de San Benito consta de setenta y tres capítulos, que abordan las responsabilidades del abad, la regulación del culto divino, la disciplina, el código penal y la administración interna del monasterio, además de otras regulaciones misceláneas7. El prólogo establece los principios fundamentales de la vida religiosa: la renuncia a la propia voluntad y la toma de armas bajo el estandarte de Cristo7. La Regla no solo contiene leyes que regulan los detalles externos de la vida monástica, sino también los principios de perfección según los Consejos Evangélicos7.

Entre los aspectos clave de la Regla de San Benito se encuentran:

La Regla de San Benito ha demostrado una notable adaptabilidad a las cambiantes necesidades de tiempo y lugar a lo largo de catorce siglos, siendo la base fundamental de una gran variedad de otros cuerpos religiosos7.

Formas de vida monástica

El monacato cristiano ha mantenido diversas formas desde sus inicios, que incluyen2:

Los monasterios, tanto en Oriente como en Occidente, han sido y siguen siendo signos elocuentes de comunión, lugares de acogida para quienes buscan a Dios, escuelas de fe y centros de estudio, diálogo y cultura6.

Aspectos canónicos

Los monasterios son casas religiosas donde sus miembros buscan la perfección evangélica1. En el Código de Cánones de las Iglesias Orientales (CCEO), un monasterio sui iuris puede ser erigido por el obispo eparquial con la licencia escrita del Patriarca (dentro de los límites territoriales de la Iglesia patriarcal) o de la Sede Apostólica (en otros casos)9.

Según el Código de Derecho Canónico (CIC), una casa religiosa de canónigos regulares o de monjes bajo el gobierno y cuidado de su propio moderador es autónoma, a menos que las constituciones establezcan lo contrario10. El moderador de una casa autónoma es un superior mayor por derecho10. Los monasterios autónomos que no tienen otro superior mayor además de su propio moderador y no están asociados a otro instituto religioso de tal manera que el superior de este último posea verdadero poder sobre el monasterio, están encomendados a la vigilancia especial del obispo diocesano11.

Los monasterios de monjas asociados a un instituto de hombres mantienen su propio modo de vida y gobierno según las constituciones12. Los derechos y obligaciones mutuos deben definirse de manera que la asociación pueda producir un bien espiritual12.

En todos los monasterios debe observarse la clausura, adaptada al carácter y misión del instituto, reservando siempre una parte de la casa religiosa solo para los miembros13. En los monasterios dedicados a la vida contemplativa, se debe observar una disciplina de clausura más estricta13. Los monasterios de monjas dedicados enteramente a la vida contemplativa deben observar la clausura papal, es decir, la clausura según las normas dadas por la Sede Apostólica13. Otros monasterios de monjas deben observar una clausura adaptada a su carácter propio y definida en las constituciones13. Por una causa justa, el obispo diocesano tiene la facultad de entrar en la clausura de los monasterios de monjas de su diócesis y, por una causa grave y con el consentimiento de la superiora, de permitir que otros sean admitidos a la clausura y que las monjas salgan por un período verdaderamente necesario13.

La erección canónica de un monasterio requiere la autorización de la Santa Sede en ciertos países, y el consentimiento del ordinario en otros14. Es necesario que haya una provisión adecuada para el sustento de al menos doce religiosos14. Para el traslado de un monasterio dentro de la misma localidad, no se requiere permiso de la Santa Sede14.

En cuanto a la supresión de monasterios, el Concilio Vaticano II estableció que las comunidades y monasterios que la Santa Sede, después de consultar a los Ordinarios locales interesados, juzgue que no tienen una esperanza razonable de desarrollo futuro, deben ser prohibidos de recibir novicios y, si es posible, combinarse con otras comunidades y monasterios más florecientes de alcance y espíritu similares15,16.

En los monasterios autónomos, la decisión sobre la dimisión de un miembro profeso (temporal o perpetuo) corresponde al superior mayor con el consentimiento de su consejo17. El decreto de dimisión surte efecto desde el momento en que se comunica al miembro, quien conserva el derecho de apelar17.

Conclusión

Los monasterios, desde sus humildes orígenes en el desierto hasta su consolidación en diversas formas comunitarias, han sido pilares de la vida espiritual y cultural de la Iglesia. A través de la observancia de reglas y votos, los monjes y monjas buscan la perfección evangélica, dedicándose a la oración, el trabajo y una vida de renuncia. La Regla de San Benito, en particular, ha modelado el monacato occidental, proporcionando un marco equilibrado de vida que enfatiza la obediencia, la estabilidad y la conversión de vida. Estos centros de fe continúan siendo lugares de encuentro con Dios, ofreciendo un testimonio elocuente de comunión y un faro de espiritualidad para el mundo.

Citas

  1. Monasterio, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monasterio (2015). 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  2. Monacato, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monacato (2015). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

  3. Monje, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Monje.

  4. Monacato, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Monacato. 2 3 4 5 6

  5. Monacato occidental, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Monacato occidental. 2

  6. Introducción - Vida monástica en Oriente y Occidente, Papa Juan Pablo II. Vita Consecrata, § 6 (1996). 2

  7. Regla de San Benito, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Regla de San Benito. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

  8. Monasterios griegos, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Monasterios griegos (2015).

  9. Quibus can. 435 § 1 et can. 506 § 1 codicis canonum ecclesiarum orientalium mutantur, Papa Francisco. Ab initio (2020).

  10. Capítulo I. Casas religiosas y su erección y supresión, Código de Derecho Canónico, § 613 (1983). 2

  11. Capítulo I. Casas religiosas y su erección y supresión, Código de Derecho Canónico, § 615 (1983).

  12. Capítulo I. Casas religiosas y su erección y supresión, Código de Derecho Canónico, § 614 (1983). 2

  13. Capítulo IV. Las obligaciones y derechos de los institutos y sus miembros, Código de Derecho Canónico, § 667 (1983). 2 3 4 5

  14. Erección canónica de un monasterio, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Erección canónica de un monasterio. 2 3

  15. Concilio Vaticano II. Perfectae Caritatis, § 21 (1965).

  16. Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Verbi Sponsa - Instrucción sobre la Vida Contemplativa y sobre la Clausura de las Monjas, §Notas a pie de página (1999).

  17. Art. 7, Papa Francisco. Competentias quasdam decernere, §Art. 7 (2022). 2