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Moral sexual

La moral sexual católica abarca las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la sexualidad humana, considerándola un don divino ordenado a la procreación y la unión de los esposos en el matrimonio. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural, la Revelación divina, y la dignidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios. La Iglesia promueve la castidad como una virtud esencial para todos los estados de vida, entendiendo la sexualidad como un aspecto integral del ser humano que debe vivirse de manera responsable y en conformidad con el plan de Dios.

Tabla de contenido

Fundamentos de la Moral Sexual Católica

La enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad se basa en una comprensión profunda de la persona humana y su relación con Dios. El ser humano, creado a imagen de Dios, posee una dignidad intrínseca que no puede ser instrumentalizada1. La sexualidad no es meramente un aspecto biológico, sino que afecta a todas las dimensiones de la persona, incluyendo la afectividad, la capacidad de amar y procrear, y la aptitud para formar vínculos de comunión2,3.

La Creación y el Plan Divino

Desde el Génesis, la Sagrada Escritura revela que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen, bendiciéndolos y diciéndoles: «Sed fecundos y multiplicaos» (Gn 1,27-28)2,4. Esta unión del hombre y la mujer en el matrimonio es una imitación de la generosidad y fecundidad del Creador, de la cual proceden todas las generaciones humanas2. La sexualidad, por tanto, está intrínsecamente orientada al amor conyugal y a la procreación2,5.

Juan Pablo II, en su «Teología del Cuerpo», profundiza en esta idea, señalando que el hombre se convierte en imagen de Dios no solo a través de su propia humanidad, sino también a través de la comunión de personas que el hombre y la mujer forman desde el principio4. El cuerpo humano, en su significado nupcial, es capaz de hacer visible lo invisible: lo espiritual y lo divino6.

La Ley Natural y la Revelación

La condena de la anticoncepción por parte de la Iglesia se fundamenta en la moral natural7. La ley natural se refiere a los principios morales accesibles a la razón humana, que revelan el plan de Dios para la humanidad8. Desde esta perspectiva, la sexualidad humana tiene dos significados intrínsecos e inseparables: el unitivo y el procreador5,4. Cualquier acto sexual que deliberadamente frustra la capacidad natural de generar vida es una ofensa contra la ley de Dios y la naturaleza, y se considera un pecado grave9.

Jesús mismo restauró la creación a la pureza de sus orígenes, interpretando el plan de Dios de manera estricta en el Sermón de la Montaña: «Habéis oído que se dijo: 'No cometerás adulterio'. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón» (Mt 5,27-28)2. También afirmó la indisolubilidad del matrimonio: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mt 19,6)2,10.

La Virtud de la Castidad

La castidad es la integración exitosa de la sexualidad dentro de la persona, logrando la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual2. La sexualidad se vuelve verdaderamente personal y humana cuando se integra en la relación de una persona con otra, en la donación mutua, completa y de por vida de un hombre y una mujer2,3. Esta virtud implica la integridad de la persona y la integralidad del don de sí mismo2.

La castidad requiere un aprendizaje del dominio de sí mismo, lo cual es un entrenamiento en la libertad humana2. La alternativa es clara: o el hombre gobierna sus pasiones y encuentra la paz, o se deja dominar por ellas y se vuelve infeliz2.

Castidad en el Matrimonio

En el matrimonio, la intimidad física de los esposos se convierte en un signo y una prenda de comunión espiritual2. Los actos conyugales son nobles y honorables, y su realización verdaderamente humana fomenta la entrega de sí mismos que significan, enriqueciendo a los cónyuges con alegría y gratitud2. La sexualidad es una fuente de gozo y placer, querido por el Creador, siempre que se mantenga dentro de los límites de la justa moderación y se respete el significado total de la mutua entrega y la procreación humana en el contexto del verdadero amor2,5.

Castidad fuera del Matrimonio y en Situaciones Irregulares

La enseñanza católica sostiene que la sexualidad está ordenada al amor conyugal2. Por lo tanto, las relaciones sexuales fuera del matrimonio, como la fornicación o el adulterio, son consideradas una decepción y una «mentira» al significado del don de sí mismo11.

En cuanto a la homosexualidad, la tradición de la Iglesia, basándose en la Sagrada Escritura, ha declarado que los «actos homosexuales son intrínsecamente desordenados»2,3. Se consideran contrarios a la ley natural porque cierran el acto sexual al don de la vida y no proceden de una genuina complementariedad afectiva y sexual2,3. Sin embargo, las personas con tendencias homosexuales deben ser acogidas con respeto, compasión y sensibilidad, evitando toda señal de discriminación injusta2,3. Estas personas están llamadas a la castidad y a cumplir la voluntad de Dios en sus vidas2,3.

En situaciones de divorcio y nuevo matrimonio (sin anulación), la Iglesia reitera la indisolubilidad del vínculo matrimonial10,12. Si bien reconoce la complejidad de estas situaciones, la actividad sexual fuera de un matrimonio permanente y fiel no es compatible con la comunión con Cristo y la vida cristiana12. No obstante, la Iglesia, en su enfoque pastoral, busca acompañar a estas personas con misericordia, discerniendo las circunstancias individuales sin ignorar la verdad del Evangelio13. En algunos casos, se puede proponer vivir en continencia, aunque se reconoce que esta decisión puede ser difícil14.

Aspectos Clave de la Moral Sexual

La Anticoncepción

La Iglesia ha mantenido una postura constante en contra de la anticoncepción artificial. Documentos como la encíclica Casti Connubii de Pío XI (1930) y Humanae Vitae de Pablo VI (1968) han reafirmado que cualquier uso del matrimonio que frustre deliberadamente su poder natural para generar vida es un pecado grave9,4. Humanae Vitae subraya la conexión inseparable entre los significados unitivo y procreador del acto conyugal, una conexión querida por Dios y que el hombre no puede romper por iniciativa propia5,15,4.

La anticoncepción es vista como un intento de dominar las fuentes de la vida en lugar de ser ministros del designio del Creador16. Implica tratar la sexualidad como un «objeto» que, al romper la unidad personal de alma y cuerpo, atenta contra la creación de Dios11.

La «Teología del Cuerpo» de Juan Pablo II

La Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II, una serie de 130 audiencias generales, ofrece una fundamentación teológica profunda de la moral sexual católica17,18,19. Esta enseñanza enfatiza que el cuerpo humano es una expresión visible de la persona y que su significado nupcial revela la capacidad de amor y donación de sí mismo20. La sexualidad, en este contexto, es un lenguaje del cuerpo que debe hablar la verdad del amor y la potencial fecundidad21.

Juan Pablo II argumenta que una respuesta inteligente y amorosa a los valores personales de la sexualidad humana requiere el pacto de por vida del matrimonio para que el don de un hombre a una mujer y de una mujer a un hombre sea verdaderamente un «don»11.

El Matrimonio como Sacramento

El matrimonio entre personas bautizadas es santificado por el sacramento, lo que les da acceso a la gracia y la vida en Cristo2,13. El matrimonio cristiano es, por su naturaleza, permanente, monógamo y abierto a la vida13. La expresión sexual del amor dentro de un matrimonio cristiano es bendecida por Dios, constituyendo un vínculo poderoso de belleza y alegría13.

Desafíos Contemporáneos y la Respuesta de la Iglesia

En la sociedad contemporánea, la sexualidad se ha convertido en un campo de batalla ideológico, a menudo separada de la procreación y sujeta a una comprensión que la reduce a una cuestión de autodeterminación o comportamiento animalista22. La Iglesia, sin embargo, ha mantenido una postura coherente, proclamando la verdad sobre la sexualidad humana y la complementariedad de los sexos12.

La Iglesia reconoce las dificultades que pueden surgir en la vivencia de la moral sexual, pero rechaza la idea de que las enseñanzas de la Iglesia son inadecuadas para la situación contemporánea23. En lugar de un optimismo injustificado que ve todo deseo sexual como un mero anhelo de amor, o un pesimismo teológico que considera al hombre incapaz de ordenar sus acciones, la Iglesia llama a la perfección y a la santidad, recordando que «estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida» (Mt 7,14)23,24.

Conclusión

La moral sexual católica es una parte integral de la enseñanza de la Iglesia, arraigada en la dignidad de la persona humana, la ley natural y la Revelación divina. Destaca la belleza y el propósito de la sexualidad dentro del matrimonio, ordenada al amor unitivo y procreador, y promueve la virtud de la castidad para todos los fieles. A pesar de los desafíos de la cultura moderna, la Iglesia continúa ofreciendo una visión profunda y liberadora de la sexualidad humana, invitando a todos a vivirla en conformidad con el plan de Dios para alcanzar la plenitud de la vida y el amor.

Citas

  1. II. Justificación de la condena de la anticoncepción por parte de la Iglesia, Karol Cardenal Wojtyła, et al. Los Fundamentos de la Doctrina de la Iglesia Concerniente a los Principios de la Vida Conyugal: Un memorándum compuesto por un grupo de teólogos morales de Cracovia, § 8.

  2. Capítulo segundo amarás a tu prójimo como a ti mismo, Catecismo de la Iglesia Católica, § 3.2.2. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

  3. Sección segunda los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 3.2. 2 3 4 5 6

  4. Al Benthall. Un Cuento de Dos Árboles: El Conocimiento y la Vida en el Libro del Génesis, § 18. 2 3 4 5

  5. Introducción - 2. La castidad conyugal en la doctrina de la Iglesia, Pontificio Consejo para la Familia. Vademécum para los Confesores sobre Algunos Aspectos de la Moral de la Vida Conyugal, § 2 (1997). 2 3 4

  6. Mark S. Latkovic. La 'Teología del Cuerpo' del Papa Juan Pablo II y la Importancia de la Vergüenza Sexual a la Luz del 'Significado Nupcial' del Cuerpo: Algunas Implicaciones para la Bioética y la Ética Sexual, § 5.

  7. I. La ley natural como fundamento de la condena de la anticoncepción por el magisterio de la Iglesia, Karol Cardenal Wojtyła, et al. Los Fundamentos de la Doctrina de la Iglesia Concerniente a los Principios de la Vida Conyugal: Un memorándum compuesto por un grupo de teólogos morales de Cracovia, § 1.

  8. Eduardo J. Echeverria, Linda Trinkaus Zagzebski, et al. Reseñas de Libros (Nova et Vetera, Vol. 17, No. 1), § 18.

  9. Papa Pío XI. Casti Connubii, § 56 (1930). 2

  10. La naturaleza indisoluble del matrimonio, Paul Goudreau. Jesús y Pablo sobre el Significado y Propósito de la Sexualidad Humana, § 7. 2

  11. Mark S. Latkovic. La 'Teología del Cuerpo' del Papa Juan Pablo II y la Importancia de la Vergüenza Sexual a la Luz del 'Significado Nupcial' del Cuerpo: Algunas Implicaciones para la Bioética y la Ética Sexual, § 31. 2 3

  12. John Corbett, OP, Andrew Hofer, OP, et al. Propuestas Recientes para el Cuidado Pastoral de los Divorciados Vueltos a Casar: Una Evaluación Teológica, § 15. 2 3

  13. Para las parejas casadas católicas, Arzobispo Charles Chaput. Directrices Pastorales para la Implementación de Amoris Laetitia, § 2. 2 3 4

  14. Mariusz Biliniewicz. Veritatis Splendor y la Llamada Universal a la Santidad, § 16.

  15. Capítulo uno - El mensaje de Populorum Progressio, Papa Benedicto XVI. Caritas in Veritate, § 15 (2009).

  16. Fidelidad al designio de Dios, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 13 (1968).

  17. Mark S. Latkovic. La 'Teología del Cuerpo' del Papa Juan Pablo II y la Importancia de la Vergüenza Sexual a la Luz del 'Significado Nupcial' del Cuerpo: Algunas Implicaciones para la Bioética y la Ética Sexual, § 3.

  18. Mark S. Latkovic. La 'Teología del Cuerpo' del Papa Juan Pablo II y la Importancia de la Vergüenza Sexual a la Luz del 'Significado Nupcial' del Cuerpo: Algunas Implicaciones para la Bioética y la Ética Sexual, § 2.

  19. Mark S. Latkovic. La 'Teología del Cuerpo' del Papa Juan Pablo II y la Importancia de la Vergüenza Sexual a la Luz del 'Significado Nupcial' del Cuerpo: Algunas Implicaciones para la Bioética y la Ética Sexual, § 1.

  20. Matthew J. Ramage, Andrew D. Swafford, et al. Reseñas de Libros (Nova et Vetera, Vol. 17, No. 2), § 27.

  21. Teología del Cuerpo, Janet E. Smith. La Universalidad de la Ley Natural y la Irreductibilidad del Personalismo, § 15.

  22. Reinhard Hütter. La Sexualidad Humana en un Mundo Caído: Una Economía de Misericordia y Gracia, § 2.

  23. Karol Cardenal Wojtyła, et al. Los Fundamentos de la Doctrina de la Iglesia Concerniente a los Principios de la Vida Conyugal: Un memorándum compuesto por un grupo de teólogos morales de Cracovia, § 27. 2

  24. Paul Goudreau. Jesús y Pablo sobre el Significado y Propósito de la Sexualidad Humana, § 11.