Nuestra Señora de Begoña

Nuestra Señora de Begoña, patrona de la provincia de Vizcaya, es una advocación mariana cuya devoción se remonta a la época medieval y que ha sido reconocida por la Iglesia Católica como signo de protección y guía espiritual para los vascos. El santuario situado en la colina de Artagán, en Bilbao, alberga una imagen venerada desde el siglo IX y ha sido objeto de numerosas coronaciones, peregrinaciones y bendiciones pontificias. Su historia, su papel como patrona, la arquitectura del santuario y la vida de fe que genera en la comunidad son los temas que se desarrollan a continuación.
Tabla de contenido
Historia y origen
Primeros testimonios
Los orígenes del culto a Nuestra Señora de Begoña se sitúan en la primera mitad del siglo IX, cuando se fundó el monasterio de Santa María de Begoña, que pronto se convirtió en centro espiritual de la región (1). La imagen original, aunque hoy no se conserva, fue venerada desde esos primeros siglos y se le atribuyeron numerosos favores y milagros que reforzaron su fama entre los habitantes de Vizcaya.
Declaración como patrona
El 15 de noviembre de 1953, el Papa Pío XII, en su mensaje radiofónico, recordó la proclamación, en 1903, de Nuestra Señora de Begoña como **Patrona del «muy Noble y muy Leal Señorío de Vizcaya»**1. Desde entonces, la advocación ha sido considerada la protectora espiritual de la provincia, recibiendo la bendición apostólica del pontífice y el reconocimiento de los obispos locales.
Desarrollo del santuario
El santuario ha experimentado varias etapas de ampliación y renovación. En el siglo XIV se construyó la primera basílica, que fue sustituida en el siglo XIX por la actual Basílica de Nuestra Señora de Begoña, cuya arquitectura neogótica alberga veintiocho lámparas de plata que arden continuamente ante el altar1. Estas lámparas simbolizan la luz perpetua de la fe que la Virgen derrama sobre sus hijos.
Significado teológico y devocional
La Virgen como protectora
En el mensaje de Pío XII se subraya que la Virgen «ha sido testigo de los más extraordinarios hechos de protección» para el pueblo vizcaíno, citando exvotos colgados en las paredes del santuario como evidencia de la intervención divina1. Esta idea se alinea con la enseñanza universal de la Iglesia sobre la intercesión mariana, que reconoce a la Madre de Cristo como **“intercesora poderosa ante el Corazón de su Hijo»**1.
Los santuarios marianos en la tradición eclesial
El Papa Juan Pablo II, al referirse al santuario de Covadonga, afirmó que los santuarios marianos son «testimonios eficaces de la fe del pueblo”2, y el Papa Pío XII describió cómo, **“en las ciudades y el campo, los santuarios consagrados a María… envuelven el país bajo su sombra protectora»**3. Estas observaciones refuerzan la dimensión universal del culto a Nuestra Señora de Begoña dentro del contexto más amplio de la piedad mariana.
Arquitectura y arte del santuario
La basílica neogótica
La actual Basílica de Begoña, construida a finales del siglo XIX, destaca por su fachada de piedra rojiza, sus altas torres y el interior ricamente decorado con vitrales que representan episodios de la vida de la Virgen. Las veintiocho lámparas de plata y los numerosos exvotos son elementos que atraen a los peregrinos y testimonian la continuidad de la fe a lo largo de los siglos1.
Exvotos y símbolos de gratitud
Los exvotos colgados en las paredes del santuario abarcan desde pequeñas ofrendas de marineros hasta elaborados agradecimientos de familias que atribuyen a la Virgen la salvación de peligros marítimos o enfermedades. Estos testimonios materiales son «testigos mudos pero elocuentes» de la protección que la comunidad siente de Nuestra Señora de Begoña1.
Peregrinaciones y celebraciones populares
La gran misión de 1953
En 1953, la comunidad de Bilbao organizó una «gran misión» para conmemorar el 50.º aniversario de la proclamación de la patrona, reuniendo a miles de fieles en una serie de misas, confesiones y actos de caridad1. El Papa Pío XII envió su bendición apostólica, animando a los fieles a mantener la **“interioridad religiosa, sentido de comunidad y tradición vivificada»**1.
Festividad litúrgica
El día de la fiesta de Nuestra Señora de Begoña se celebra el 11 de octubre, coincidiendo con la fecha en que la Virgen fue declarada patrona de Vizcaya. La solemnidad incluye una procesión desde la basílica hasta la catedral de Bilbao, acompañada de cantos tradicionales vascos y la bendición de los fieles por parte del obispo local.
Influencia cultural y social
Identidad vasca y fe
La devoción a Nuestra Señora de Begoña ha sido un elemento central de la identidad cultural vasca, vinculando la fe cristiana con la historia y los valores de la región. En el discurso de Pío XII se menciona que los «valientes guerreros vizcaínos» llevaban el nombre de Begoña en sus pendones, reflejando la estrecha relación entre la patrona y la vida pública y militar del pueblo1.
Obras de caridad y justicia social
El Papa también exhortó a los fieles a «menos inmoralidad, más desinterés y pureza de costumbres», resaltando la necesidad de que la devoción mariana se traduzca en obras concretas de justicia social y caridad1. En la actualidad, el santuario coordina proyectos de ayuda a los más necesitados, como comedores sociales y programas de apoyo a familias vulnerables.
Reconocimientos papales
Bendición apostólica de 1953
La bendición apostólica concedida por el Papa Pío XII en 1953 es uno de los documentos más importantes que legitiman la posición de Nuestra Señora de Begoña como patrona de Vizcaya1.
Declaraciones posteriores
Aunque los documentos posteriores no se centran directamente en Begoña, los mensajes papales sobre santuarios marianos (por ejemplo, los de Juan Pablo II y Benedicto XVI) confirman la relevancia universal de los lugares de devoción a la Virgen, situando a Begoña dentro de esa red de **“santuarios que envuelven al país bajo su sombra protectora»**2,3.
Arte y literatura vinculada
Iconografía
La imagen de Nuestra Señora de Begoña suele representarse con la Virgen sosteniendo al Niño Jesús en el brazo derecho y una flor de oro en la mano izquierda, una iconografía que remite a la «dulcísima advocación de Nuestra Señora de la Asunción» citada por el Papa Pío XII1.
Obras literarias
Poetas y escritores vascos han dedicado cantos y poemas a la Virgen de Begoña, describiéndola como «Madre del cielo» que protege a sus hijos y guía sus destinos. Estas obras forman parte del patrimonio cultural que se conserva en bibliotecas y archivos locales.
Conclusión
Nuestra Señora de Begoña representa una unión profunda entre fe, historia y cultura en Vizcaya. Desde sus orígenes medievales hasta la actualidad, la devoción ha inspirado peregrinaciones, obras de caridad y un sentido de identidad que trasciende generaciones. La bendición papal, los exvotos, la arquitectura del santuario y la celebración litúrgica son testimonios vivos de la presencia protectora de la Madre de Dios en la vida de los vascos.
Citas
Papa Pío XII. Mensaje radiofónico con ocasión de las celebraciones en honor de Nuestra Señora de Begoña, Patrona de Vizcaya (15 de noviembre de 1953) - Discurso (1953). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13
Papa Juan Pablo II. 21 de agosto de 1989: Misa en la Basílica Mariana de Covadonga - Homilía, § 5 (1989). ↩ ↩2
Papa Pío XII. Mensaje radiofónico con ocasión del 50º aniversario de la Archicofradía de los Jueves Eucarísticos en España (17 de octubre de 1957) - Discurso (1957). ↩ ↩2