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Cruz

Nuestra Señora de la Amargura

Nuestra Señora de la Amargura, también conocida como Nuestra Señora de los Dolores o Our Lady of Sorrows, es una advocación mariana que conmemora los siete dolores que la Virgen María sufrió a lo largo de su vida, especialmente durante la Pasión de su Hijo Jesús. Su culto, originado en la Europa medieval, se extendió rápidamente por toda la Iglesia latina y hoy se celebra con una liturgia propia el 15 de septiembre, día en que los fieles recuerdan la compasión de María y su unión con el sufrimiento redentor de Cristo. El artículo explora la historia del devoto, su desarrollo litúrgico, la teología de los siete dolores, las prácticas devocionales y su influencia cultural y artística.

Tabla de contenido

Historia del culto

Orígenes medievales

El primer festejo dedicado a los dolores de la Madre de Dios surgió en el siglo XV en Colonia y otras ciudades del norte de Alemania, bajo el nombre de Commemoración de la Angustia y el Dolor de la Bienaventurada Virgen María1. Esta celebración se centró inicialmente en la Pasión de Cristo y la compasión de María al pie de la cruz1.

Expansión a la Iglesia universal

A lo largo del siglo XVIII, el Papa Benedicto XIII extendió la fiesta a toda la Iglesia latina bajo el título de Septem Dolorum B.M.V. (Siete Dolores de la Madre de Dios)2. Posteriormente, el Papa Pío VII la incorporó al calendario litúrgico universal el 18 de septiembre de 1814, elevándola a doble de segundo clase en 19082. La orden de los Servitas, fundada en 1239, jugó un papel crucial al promover la devoción a los siete dolores y establecer la fiesta del tercer domingo de septiembre como día de celebración oficial1.

Liturgia y celebración

Día festivo y rango litúrgico

El 15 de septiembre se celebra el Memorial de Nuestra Señora de la Amargura. En el Misal Romano la antífona y la oración del día resaltan la participación de María en la Pasión de Cristo y la petición de que la Iglesia comparta su sufrimiento para alcanzar la Resurrección3.

Textos y oraciones oficiales

Durante la Eucaristía se recitan oraciones que invocan la compasión de María y su papel como madre de los fieles, como la oración que pide a Dios que «…participando con la Virgen María en la Pasión de Cristo, podamos merecer una parte en su Resurrección»3. El Papa Benedicto XVI, en la celebración eucarística de Lourdes (2008), recordó que «el corazón de María fue traspasado por la espada del dolor» y destacó la Memorare como expresión de la confianza en la intercesión mariana4,4.

Teología de los siete dolores

Enumeración tradicional

Los siete dolores, fijados por los responsorios de Matines, son:

  1. La profecía de San Simeón (el «espada que traspasará el alma de la madre»)1.

  2. La huida a Egipto1.

  3. La pérdida del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén1.

  4. El encuentro con Jesús camino al Calvario1.

  5. La presencia de María al pie de la cruz1.

  6. La toma del cuerpo de Jesús del cruz (la Pietà)1.

  7. El entierro de Cristo1.

Significado espiritual

La teología mariana interpreta estos dolores como una participación salvadora de María en la redención del hombre. El Papa Benedicto XVI explicó que, al compartir la cruz, María «se vuelve madre de los miembros de Cristo» y su compasión se transforma en una fuente de gracia para los fieles4. Santo Tomás de Aquino, citado por Tomás à Kempis, subraya que la profunda aflicción de María refleja el amor más grande que la humanidad puede experimentar, y que su sufrimiento «no solo es dolor, sino también alegría por la salvación»5.

Prácticas devocionales

Via Matris y otras pías

El Via Matris dolorosae (Camino de la Madre Dolorosa) es una devoción estructurada en siete estaciones que replican los siete dolores, aprobada por la Sede Apostólica en el siglo XIX6. Otras expresiones populares incluyen el Planctus Mariae, canto de lamento que combina poesía y música para meditar el sufrimiento de la Madre, y la Ora della Desolata, vigilia nocturna que contempla la Pietà y la soledad de María tras la muerte de Jesús7.

Novenas y rosarios de los dolores

Se rezan novenas de los siete dolores en los días previos al 15 de septiembre, y el Rosario de los Dolores (también llamado Rosario de los Siete Dolores) alterna los misterios gozosos y luminosos con los siete dolores, ofreciendo una meditación completa de la vida de María.

Imágenes y arte sacro

La representación más famosa es la Pietà, escultura y pintura que muestra a María sosteniendo el cuerpo de Cristo. El himno Stabat Mater (1306) se cantaba tradicionalmente en la Misa del día, reflejando la profunda tristeza de María al pie de la cruz2.

Influencia cultural y artística

Música y literatura

El Stabat Mater de Giacopone da Todi y sus posteriores versiones de compositores como Pergolesi y Dvořák siguen siendo piezas centrales en conciertos litúrgicos durante la fiesta. Escritores como Alfonso Liguori describieron la devoción como «una fuente de compasión que la humanidad rara vez contempla»8.

Patronazgo y advocación

Pío IX declaró a Nuestra Señora de la Amargura patrona de los campesinos pobres y de los sirvientes contratados, subrayando su papel protector y consolador para los más vulnerables1. En América Latina, la devoción se expresa con nombres locales como N.S. de la Soledad o El Pésame, y se celebra con procesiones y actos de caridad en honor a la Madre sufriente2.

Relación bíblica y patrística

La profecía de Simeón (Lucas 2,34‑35) introduce la imagen de la «espada que traspasará el alma de la madre», fundamento bíblico que sustenta la identificación de María como mujer de dolores6. San Bernardo de Claraval, citado por Benedicto XVI, afirmó que María «entró en la Pasión de su Hijo a través de su compasión»4. La Sagrada Escritura y los Padres de la Iglesia convergen en presentar a María como co‑participante del misterio pascual.

Conclusión

Nuestra Señora de la Amargura constituye una de las más profundas y sentidas expresiones de la fe católica, al unir la historia salvadora de Cristo con la compasiva maternidad de María. Su culto, arraigado en la tradición medieval y enriquecido por la liturgia, la teología y la cultura popular, invita a los fieles a contemplar el dolor como camino hacia la redención y a imitar la entrega total de la Madre de Dios.

Citas

  1. B15: Los siete dolores de la Santísima Virgen María, Alban Butler. Las vidas de los santos de Butler: Volumen III, § 558. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

  2. Fiestas de los siete dolores de la Santísima Virgen María, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Fiestas de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María. 2 3 4

  3. Propio de los Santos - 15 de septiembre - Nuestra Señora de los Dolores - Memorial, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción al inglés según la Tercera Edición Típica), §Propio de los Santos (2011). 2

  4. Celebración Eucarística para los enfermos en la Explanada frente a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Lourdes, Papa Benedicto XVI. 15 de septiembre de 2008: Celebración Eucarística para los enfermos en la Explanada frente a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario en Lourdes (2008). 2 3 4

  5. Tomás de Kempis. Instrucciones para Religiosos, § 76.

  6. Parte Dos: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo Cuatro: El año litúrgico y la piedad popular - Cuaresma - La Vía Matris, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y Orientaciones, § 136 (2001). 2

  7. Parte Dos: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo Cuatro: El año litúrgico y la piedad popular - Viernes Santo - Nuestra Señora de los Dolores, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia: Principios y Orientaciones, § 145 (2001).

  8. Alfonso de Ligorio. Dévot à la mère des douleurs, ou, Réflexions sur les sept douleurs de la très-sainte Vierge Marie, § 33.