Nuestra Señora de la Candelaria de Copiapó
Nuestra Señora de la Candelaria de Copiapó es una advocación mariana profundamente arraigada en la vida religiosa y cultural del norte de Chile. Su culto, que combina la solemnidad litúrgica de la Fiesta de la Candelaria con expresiones populares de fe, ha sido reconocido y fomentado por la Iglesia universal, incluida la Santa Sede, que ha aludido a la Virgen de la Candelaria en diversas homilías y mensajes papales. El santuario de Copiapó, centro de peregrinación y de actividades devocionales, constituye hoy un punto de referencia para los fieles que buscan la intercesión materna de María en la región del desierto de Atacama.
Tabla de contenido
Historia y origen de la devoción
Raíces precolombinas y evangelización
La veneración de la Virgen bajo el título de Candelaria se introdujo en Chile durante la evangelización española del siglo XVI, cuando los misioneros llevaron la tradición de la Procesión de la Candelaria, ya presente en la liturgia europea, a los pueblos indígenas del norte. Con el paso de los siglos, la devoción se fusionó con expresiones locales, creando una religiosidad popular que ha perdurado hasta la actualidad1.
Consolidación en el norte de Chile
En la segunda mitad del siglo XX, la figura de la Virgen de la Candelaria adquirió especial relevancia en ciudades como La Serena y Copiapó. El Papa Juan Pablo II, durante su visita a Chile en 1987, destacó la presencia de la imagen de la Candelaria entre los santuarios más venerados del país, señalando su papel como «signo de esperanza, de victoria y de felicidad futura» para los fieles chilenos1. Este reconocimiento papal reforzó la identidad mariana de la región y estimuló la organización de festividades y peregrinaciones.
El santuario de Copiapó
Fundaciones y arquitectura
El Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria en Copiapó fue erigido a mediados del siglo XX como respuesta a la creciente demanda de los devotos locales. Su arquitectura combina elementos neoclásicos con motivos tradicionales del arte sacro chileno, reflejando la unión entre la fe universal y la cultura regional.
Reconocimiento eclesial
El santuario ha recibido la benedicción papal en varias ocasiones. En 1988, el Papa Juan Pablo II, al sobrevolar el Santuario Nacional de Copacabana, invocó a la «Madre di Candelaria» como guía espiritual para los peregrinos, subrayando la necesidad de que la devoción no se limite a «donar dones terrenos» sino que también procure «los dones del Espíritu» que fortalezcan la fe y la caridad2. Este mensaje ha sido citado en la liturgia del santuario de Copiapó como inspiración para sus actividades pastorales.
La Fiesta de la Candelaria
Significado litúrgico
La Fiesta de la Candelaria se celebra el 2 de febrero, cuarenta días después de la Natividad del Señor, conmemorando la presentación del Niño Jesús en el Templo y la purificación de la Virgen María. La liturgia incluye la bendición de velas, símbolo de la luz de Cristo que ilumina a todas las gentes, y la procesión de los fieles portando candeleros encendidos3.
Celebraciones en Copiapó
En Copiapó, la fiesta se vive con una combinación de solemnidad eclesial y tradiciones populares:
Misa solemne en la catedral, con la bendición de las velas y la proclamación del Evangelio de la presentación.
Procesión nocturna por las calles del centro, donde los devotos llevan candelabros y cantan himnos marianos.
Ferias y actividades culturales, que incluyen bailes folklóricos y la exposición de artesanías locales, reflejando la integración de la fe con la identidad cultural de la zona.
Estas celebraciones atraen a miles de peregrinos de toda la región, consolidando a Copiapó como un importante centro de devoción mariana.
Peregrinaciones y actos de caridad
Ruta de la Candelaria
Cada año, los fieles emprenden la Ruta de la Candelaria, un recorrido que incluye visitas al Santuario de Copiapó, al Santuario de la Virgen del Carmen en Maipú y a la Virgen de Andacollo, entre otros santuarios del norte chileno. La peregrinación está inspirada en la idea de que María «guía el camino que conduce a Jesús» y protege a los viajeros, como expresó el Papa Juan Pablo II al dirigirse a los mineros y campesinos de Bolivia4.
Obras de caridad
El culto a Nuestra Señora de la Candelaria también se manifiesta en acciones solidarias. Inspirados por la «interioridad de la cruz» que la Virgen representa, los grupos parroquiales organizan campañas de ayuda a los más necesitados, distribuyen alimentos y apoyan a los ancianos y niños de la comunidad, siguiendo el ejemplo de la «dulce consolación» que la Madre de Dios brinda a los sufrientes5.
Importancia cultural y patrimonial
Patrimonio inmaterial
La devoción a la Virgen de la Candelaria ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la municipalidad de Copiapó, reconociendo su valor como expresión viva de la fe y la tradición popular. Los bailes, cantos y vestimentas típicas que acompañan la fiesta son considerados parte del legado cultural de la región.
Influencia en la identidad local
Para los copiapinos, la Virgen de la Candelaria es símbolo de unidad y esperanza. Su imagen se encuentra en hogares, escuelas y espacios públicos, y su intercesión es invocada en momentos de dificultad, como sequías, accidentes mineros o crisis económicas. La frase “Beato el grembo que te ha llevado y el seno de donde has tomado el leche” (Lc 11, 27), citada por el Papa Juan Pablo II, resume la profunda veneración que la comunidad siente por su Madre celestial1.
Conclusión
Nuestra Señora de la Candelaria de Copiapó representa una fusión única entre la liturgia universal de la Iglesia y la religiosidad popular del norte de Chile. A través de su santuario, sus festividades y sus obras de caridad, la devoción mariana sigue iluminando la vida de los fieles, ofreciendo una luz que, como la de las velas benditas, guía a las gentes hacia Cristo.
Citas
Papa Juan Pablo II. 5 de abril de 1987: Liturgia de la Palabra con los fieles de «La Serena», Chile - Homilía, § 1 (1987). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. Radiomensaje al pueblo de Bolivia mientras sobrevuela el Santuario Mariano Nacional de Copacabana (14 de mayo de 1988) - Discurso (1988). ↩
Papa Francisco. Viaje Apostólico a Chile: Santa Misa en el Campus Lobito (Iquique, 18 de enero de 2018), § Viaje Apostólico a Chile: Santa Misa en el Campus Lobito (Iquique, 18 de enero de 2018) (2018). ↩
Papa Juan Pablo II. Encuentro con los campesinos, obreros y mineros en Oruro en Bolivia (11 de mayo de 1988) - Discurso (1988). ↩
Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Una luz en España. Carta al Arzobispo de Mérida-Badajoz (España) sobre la experiencia espiritual de Chandavila (22 de agosto de 2024) (2024). ↩