Nuestra Señora de Laus
Nuestra Señora de Laus es una advocación mariana originada en una serie de apariciones de la Virgen María a una joven pastora llamada Benoîte Rencurel en el siglo XVII, en el pequeño valle de Laus, cerca de Gap, en los Alpes franceses. Estas apariciones, que se extendieron por un período de 54 años, desde 1664 hasta 1718, fueron reconocidas oficialmente por la Iglesia Católica en 2008. El mensaje central de Laus se enfoca en la conversión de los pecadores, la reconciliación y el consuelo, y el santuario asociado se ha convertido en un importante lugar de peregrinación y curación espiritual y física.
Tabla de contenido
Las Apariciones
Las apariciones de Nuestra Señora de Laus comenzaron en mayo de 1664, cuando Benoîte Rencurel, una joven pastora analfabeta de 17 años, cuidaba su rebaño en el valle de Laus1. La Virgen María se le apareció por primera vez en el Vallon des Fours, presentándose como «María, Madre de Jesús»1. Al principio, las apariciones eran silenciosas, pero gradualmente, la Virgen comenzó a hablar con Benoîte, revelándole su identidad y el propósito de sus visitas1.
Las apariciones no fueron un evento único, sino que se prolongaron durante más de medio siglo, un hecho singular en la historia de las apariciones marianas. La Virgen instruyó a Benoîte para que construyera una capilla en Laus y la dedicara a la reconciliación de los pecadores1. También le pidió que rezara por los pecadores y que los exhortara a la penitencia y la conversión1.
El Mensaje de Laus
El mensaje de Nuestra Señora de Laus se centra en varios puntos clave:
La Conversión de los Pecadores: La Virgen María enfatizó repetidamente la necesidad de la conversión y la penitencia. A través de Benoîte, invitaba a los pecadores a cambiar sus vidas, a confesarse y a reconciliarse con Dios1.
La Reconciliación: El santuario de Laus fue concebido como un lugar de gracia para la reconciliación. La Virgen deseaba que los sacerdotes estuvieran disponibles para escuchar confesiones y ofrecer el sacramento de la penitencia, un medio esencial para la curación espiritual1.
El Consuelo y la Curación: Nuestra Señora de Laus prometió consuelo a los afligidos y curación a los enfermos, tanto espiritual como físicamente, a través de la unción con el aceite de la lámpara del santuario1. Numerosos milagros y curaciones se han atribuido a la intercesión de Nuestra Señora de Laus desde entonces.
La Importancia de la Oración: Benoîte fue instruida a rezar constantemente, especialmente el rosario, por la conversión de los pecadores1.
La Figura de Benoîte Rencurel
Benoîte Rencurel (1647-1718) fue la vidente principal de Laus. Era una joven humilde y analfabeta, pero de profunda fe y gran piedad1. A pesar de su sencillez, se convirtió en un instrumento de la gracia divina, transmitiendo los mensajes de la Virgen y guiando a los peregrinos que acudían a Laus1. Después de las apariciones, Benoîte dedicó su vida a servir a Dios y a los peregrinos, viviendo una vida de oración, penitencia y servicio1. Su vida fue un testimonio vivo del mensaje de Laus.
El Santuario de Nuestra Señora de Laus
El santuario de Nuestra Señora de Laus, ubicado en el lugar de las apariciones, se ha convertido en un importante centro de peregrinación1. La capilla original, construida según las indicaciones de la Virgen, fue creciendo con el tiempo para acomodar a los numerosos fieles que acudían en busca de consuelo y reconciliación1.
El santuario es conocido por su ambiente de paz y espiritualidad, y por la continua afluencia de peregrinos que buscan la intercesión de la Virgen María. Muchos acuden para confesarse, participar en la Eucaristía, y recibir la unción con el aceite de la lámpara, siguiendo la tradición establecida por la propia Virgen1.
Reconocimiento Eclesiástico
Las apariciones de Laus fueron objeto de una investigación eclesiástica durante muchos años. Finalmente, el 4 de mayo de 2008, la Iglesia Católica, a través del obispo de Gap, Jean-Michel di Falco Léandri, reconoció oficialmente el carácter sobrenatural de las apariciones de Nuestra Señora de Laus1. Este reconocimiento es un sello de aprobación de la Iglesia, que confirma la autenticidad de los eventos y la validez del mensaje.
Legado y Significado
Nuestra Señora de Laus ocupa un lugar especial en la devoción mariana por la duración y la profundidad de sus apariciones y su mensaje1. Es un recordatorio constante de la misericordia de Dios y de la intercesión maternal de María, quien nos invita a la conversión y nos ofrece consuelo en nuestras dificultades1.
El legado de Laus se manifiesta en la continua afluencia de peregrinos al santuario y en las numerosas gracias y conversiones que se han experimentado allí1. La historia de Benoîte Rencurel y las apariciones de Laus sirven como un faro de esperanza, mostrando cómo la fe sencilla y la obediencia a la voluntad divina pueden transformar vidas y comunidades.
En un mundo que a menudo se aleja de Dios, Nuestra Señora de Laus sigue siendo un signo de la presencia amorosa de María, que nos guía hacia su Hijo, Jesús, el camino, la verdad y la vida1. Su mensaje de reconciliación y esperanza resuena hoy con la misma fuerza que en el siglo XVII, invitando a todos a acercarse a la misericordia divina.