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Cruz

Nuestra Señora de los Reyes

Nuestra Señora de los Reyes es un título mariano que resalta a la Virgen María como Madre del Rey y Reina del Cielo, vinculado tradicionalmente a la celebración de la Epifanía, cuando los Reyes Magos presentan sus dones al niño Jesús. Este nombre enfatiza la participación de María en la revelación del Salvador a los pueblos y su papel como madre y patrona de los fieles, inspirando devociones populares y litúrgicas en diversas regiones hispanohablantes.

Tabla de contenido

Origen y significado del título

Etimología

El nombre Nuestra Señora de los Reyes proviene de la asociación de María con la realeza de Cristo. En la liturgia de la Epifanía, la Virgen es presentada como la madre del Rey que los sabios del Oriente buscan y adoran1.

Fundamento teológico

El Concilio Vaticano II, a través del Catecismo de la Iglesia Católica, describe la Epifanía como la manifestación de Jesús como Rey de los pueblos, y la presencia de María subraya la unión entre el Hijo y su Madre2. La teología mariana reconoce a María como Reina del Cielo, un título que se remonta al siglo V y se consolida en la doctrina de la Reina de los Cielos3.

Desarrollo histórico

Primeras manifestaciones

Desde los primeros siglos, la devoción a María como madre del Rey se reflejaba en los himnos y oraciones que la describían como «la más bendita Madre del Rey» durante la temporada de la Epifanía1.

Consolidación medieval

En la Edad Media, la imagen de María como Reina se difundió ampliamente, acompañada de títulos como «Reina de los Cielos» y «Madre del Rey de los Reyes», reforzando su papel intercesor y protectivo3.

Renovación contemporánea

El Papa Pío XII, en la encíclica Ad Caeli Reginam, proclamó formalmente la realeza de María, subrayando que ella «reina con una solicitud materna sobre todo el mundo»4. El Magisterio actual continúa promoviendo esta devoción mediante documentos como la Dirección sobre la Piedad Popular que reconoce la veneración mariana como una expresión universal del amor a Cristo5.

Celebración litúrgica

Fiesta de la Epifanía

El día de la Epifanía (6 enero) se celebra la revelación de Cristo a los pueblos, y la Virgen es honrada como Madre del Rey1. La liturgia incluye oraciones marianas que alaban a María como «la Madre del Rey» y como «Reina del Cielo»1.

Oraciones y letanías

Las letanías oficiales, como la Salve Regina y la Himno a la Reina del Cielo, hacen referencia a María como «Reina de los Cielos» y «Madre del Salvador», reforzando el vínculo con el título Nuestra Señora de los Reyes6.

Iconografía

Representaciones típicas

En el arte sacro, Nuestra Señora de los Reyes suele aparecer con una corona y el Niño Jesús en su regazo, a veces acompañada de los tres Reyes Magos ofreciendo sus dones. Esta iconografía refleja la realeza conjunta de Madre e Hijo1.

Simbolismo de la corona

La corona simboliza la realeza celestial de María, confirmada por la tradición patrística que la describe como «Soberana» por ser madre del Creador3.

Piedad popular y procesiones

La Dirección sobre la Piedad Popular señala que la devoción a la Virgen es una manifestación profunda del amor del pueblo a Cristo, y que la veneración bajo el título Nuestra Señora de los Reyes se expresa en procesiones, ofrendas y rezos comunitarios5.

Festividades locales

En numerosos países hispanohablantes, se organizan procesiones de los Reyes Magos que culminan en la veneración de una imagen de María bajo este título, acompañada de cantos y oraciones que resaltan su papel de madre y reina7.

Patronazgo y advocaciones

Patronazgo eclesiástico

Varias diócesis y parroquias han adoptado a Nuestra Señora de los Reyes como patrona, solicitando su intercesión para la unidad de los pueblos y la difusión del Evangelio8.

Obras de caridad

Las confraternidades marianas dedicadas a este título suelen organizar recolectas solidarias y proyectos misioneros en la fecha de la Epifanía, siguiendo la tradición de usar los «regalos de los Reyes» como símbolo de generosidad cristiana7.

Influencia doctrinal y teológica

Doctrina de la Reina de los Cielos

El Magisterio reconoce a María como Reina del Cielo, un título que se fundamenta en su participación única en la obra de la salvación y su estrecha unión con Cristo, el Rey de los Reyes3.

Relación con la Encíclica Ad Caeli Reginam

Ad Caeli Reginam enfatiza que María «reina con una solicitud materna sobre todo el mundo», reforzando la legitimidad del título Nuestra Señora de los Reyes dentro de la enseñanza oficial de la Iglesia4.

Conclusión

Nuestra Señora de los Reyes es un título que integra la realeza de Cristo, la madrecelia de María y la espiritualidad popular de la Epifanía. Su desarrollo histórico, su presencia en la liturgia y su expresión artística demuestran la riqueza de la devoción mariana y su capacidad para unir a los fieles en torno al misterio del Rey Salvador y su Madre Reina.

Citas

  1. Parte primera - Sección primera - La Santísima Virgen en la liturgia romana revisada, Papa Pablo VI. Marialis Cultus, § 5 (1974). 2 3 4 5

  2. Sección segunda, I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 528.

  3. Los cristianos miran a María Reina, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 23 de julio de 1997, § 1 (1997). 2 3 4

  4. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam (1954). 2

  5. Parte segunda: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo quinto: Veneración de la Santísima Madre de Dios - Algunos principios, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y orientaciones, § 183 (2001). 2

  6. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam, § 30 (1954).

  7. Parte segunda: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo cuarto: El año litúrgico y la piedad popular - Tiempo de Navidad - Solemnidad de la Epifanía del Señor, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y orientaciones, § 118 (2001). 2

  8. Papa Pío XII. Mediator Dei, § 156 (1947).