Oficio de lectura
El Oficio de Lectura es una de las Horas de la Liturgia de las Horas (también conocido como Oficio Divino), la oración pública y común de la Iglesia Católica, diseñada para santificar el día y la noche con la alabanza de Dios. Consiste principalmente en salmos, otros textos bíblicos y lecturas de los Padres de la Iglesia y maestros espirituales, buscando una conversación entre Dios y el hombre a través de la lectura orante de la Sagrada Escritura. Es una expresión del sacerdocio real de los bautizados, ejercido por clérigos, religiosos y laicos, y se considera una extensión de la celebración eucarística.
Tabla de contenido
Historia y Desarrollo
La práctica de la lectura pública de los Libros Sagrados tiene sus raíces en la tradición judía, una costumbre que los cristianos continuaron desde los primeros siglos1. El Oficio de Lectura, en su forma actual, es el resultado de un desarrollo gradual de las oraciones comunes a lo largo del día, que con el tiempo adquirieron una estructura más definida, conocida hoy como la Liturgia de las Horas2. Originalmente, el lector (o lector) era una figura importante en la Iglesia primitiva, responsable de proclamar las Escrituras en la asamblea litúrgica y, en ocasiones, incluso de explicarlas1. Esta función requería un nivel de educación superior al de la mayoría de los oficios, y el lector era instituido mediante oraciones y una ceremonia especial1. El Concilio de Trento describe el oficio de lector como el segundo grado de las órdenes menores, cuya tarea principal era leer los libros del Antiguo y Nuevo Testamento en la iglesia, especialmente durante la salmodia nocturna, y antiguamente también enseñar los rudimentos de la religión cristiana a los fieles3.
Estructura y Contenido
El Oficio de Lectura, como parte de la Liturgia de las Horas, tiene el carácter de una verdadera oración, donde la lectura de la Sagrada Escritura se acompaña de la oración para convertirla en un diálogo entre Dios y el hombre4. Su estructura incluye salmos, un himno, una oración conclusiva y otras fórmulas4.
Lecturas Bíblicas
La Sagrada Escritura ocupa un lugar central en el Oficio de Lectura. Se organiza en un ciclo bienal que permite la inclusión de casi todos los libros de la Biblia, incluyendo pasajes extensos y complejos que rara vez se leen en la Misa5. Todo el Nuevo Testamento se lee anualmente, en parte en la Misa y en parte en la Liturgia de las Horas5. Los pasajes del Antiguo Testamento se seleccionan por su importancia en la comprensión de la historia de la salvación y su valor devocional5. Esta disposición de las lecturas bíblicas en el Oficio de Lectura está vinculada y complementa las lecturas de la Misa, ofreciendo una visión integral de la historia de la salvación6.
Lecturas Patrísticas y Hagiográficas
Además de las lecturas bíblicas, el Oficio de Lectura incluye lecturas de los Padres de la Iglesia y de maestros espirituales7,8. Estas lecturas profundizan el significado del misterio que se celebra, ayudan a comprender los salmos y preparan para la oración silenciosa8. La lectio divina, donde la Palabra de Dios se lee y medita hasta convertirse en oración, tiene sus raíces en esta celebración litúrgica8.
Función y Significado
El Oficio de Lectura es una parte integral de la Liturgia de las Horas, que tiene como objetivo santificar el curso completo del día y la noche con la alabanza de Dios9.
Santificación del Tiempo
A través de la celebración de la Liturgia de las Horas, el misterio de Cristo, su Encarnación y Pascua, que se celebra especialmente en la Eucaristía, impregna y transfigura el tiempo de cada día9. El Oficio de Lectura contribuye a esta santificación del tiempo, permitiendo que los fieles acojan diariamente la palabra de Dios, lo que los convierte en discípulos más perfectos del Señor y les otorga un conocimiento más profundo de las inescrutables riquezas de Cristo10.
Oración de la Iglesia
La Liturgia de las Horas es la oración pública de la Iglesia, la voz de la Esposa dirigida a su Esposo, y la misma oración que Cristo mismo, junto con su Cuerpo, dirige al Padre9. En ella, Cristo continúa su obra sacerdotal a través de su Iglesia11. El Oficio de Lectura, al ser una celebración litúrgica de la palabra de Dios, es una fuente de devoción y alimento para la oración personal12.
Fomento de la Lectio Divina
El Oficio de Lectura nutre la práctica de la lectio divina, una lectura orante y meditativa de la Escritura. Al integrar las lecturas bíblicas y patrísticas con los salmos y las oraciones, el Oficio prepara el corazón para la meditación silenciosa y la conversación con Dios8.
Participación y Celebrantes
El Oficio de Lectura está destinado a ser la oración de todo el Pueblo de Dios11.
Clérigos y Religiosos
Los sacerdotes, dedicados al ministerio pastoral, están llamados a ser diligentes en la oración y el servicio de la palabra11. Los religiosos, por el carisma de su vida consagrada, también participan activamente en la Liturgia de las Horas11. Para ellos, el Oficio de Lectura es un deber fiel de acoger la palabra de Dios cada día10.
Laicos
Se anima a todos los fieles laicos a recitar el Oficio Divino, ya sea con los sacerdotes, entre ellos o incluso individualmente11. La participación de los laicos en la Liturgia de las Horas es un ejercicio del sacerdocio real de los bautizados9.
El Lector Instituido
El lector es instituido para proclamar las lecturas de la Sagrada Escritura, con la excepción del Evangelio13. También puede anunciar las intenciones de la Oración de los Fieles y, en ausencia de un salmista, proclamar el salmo entre las lecturas13. En la celebración eucarística, el lector tiene su propio oficio propio que debe ejercer personalmente13. La institución de los lectores es realizada por el obispo o el superior mayor de un instituto religioso clerical, ya sea dentro de la Misa o en una celebración de la palabra de Dios14. Durante la institución, el obispo entrega al candidato un libro de la Sagrada Escritura, diciendo: «Recibe el libro de la Sagrada Escritura y transmite fielmente la palabra de Dios, para que crezca más en los corazones de los hombres»15.
Variaciones Litúrgicas
Aunque el Oficio de Lectura tiene una estructura común, puede haber variaciones en su celebración. Las lecturas pueden tomarse, en su totalidad o en parte, de la liturgia del día o de las propuestas en los libros litúrgicos14. En ciertas celebraciones, como la consagración de vírgenes o la profesión religiosa, se pueden usar textos específicos de las Sagradas Escrituras16.
Conclusión
El Oficio de Lectura es un pilar fundamental de la vida de oración católica, que ofrece a los fieles una rica oportunidad para profundizar en la Palabra de Dios y santificar el tiempo. A través de sus lecturas bíblicas y patrísticas, salmos y oraciones, este oficio no solo nutre la vida espiritual individual, sino que también fortalece la oración comunitaria de la Iglesia, uniendo a clérigos, religiosos y laicos en una conversación continua con el Señor. Su importancia radica en su capacidad para transformar el día a día en un encuentro sagrado con Cristo, extendiendo la gracia de la Eucaristía a cada momento de la existencia.
Citas
Lector, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Lector. ↩ ↩2 ↩3
Capítulo Primero. La importancia de la Liturgia de las Horas o del Oficio divino en la vida de la Iglesia, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 2 (1971). ↩
Los sacramentos - Órdenes sagradas - Las órdenes menores - Lector, Papa Pío V. Catecismo del Concilio de Trento, §Los Sacramentos - El Orden Sagrado (1566). ↩
Capítulo Segundo. La santificación del día – las diversas horas litúrgicas - III. El Oficio de lectura, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 56 (1971). ↩ ↩2
Capítulo Tercero. Las diversas partes de la Liturgia de las Horas - VI. La lectura de la Sagrada Escritura - B. La organización de la lectura de la Sagrada Escritura en el Oficio de lectura, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 146 (1971). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo Tercero. Las diversas partes de la Liturgia de las Horas - VI. La lectura de la Sagrada Escritura - B. La organización de la lectura de la Sagrada Escritura en el Oficio de lectura, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 143 (1971). ↩
Parte Segunda. Capítulo Segundo - La celebración sacramental del misterio pascual. ¿Cuándo se celebra la liturgia? , Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 243 (2005). ↩
III. ¿Cuándo se celebra la liturgia? , Catecismo de la Iglesia Católica, § 1177 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
III. ¿Cuándo se celebra la liturgia? , Catecismo de la Iglesia Católica, § 1174 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo Primero. La importancia de la Liturgia de las Horas o del Oficio divino en la vida de la Iglesia - IV. Los que celebran la Liturgia de las Horas - B. El mandato de celebrar la Liturgia de las Horas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 29 (1971). ↩ ↩2
Capítulo Segundo, la celebración sacramental del misterio pascual, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2.1.2. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
La dimensión contemplativa en la vida religiosa - II. Orientaciones para los institutos de vida activa - B. Renovada atención a la vida en el Espíritu Santo, Sagrada Congregación para los Religiosos y para los Institutos Seculares. La dimensión contemplativa en la vida religiosa, § 12 (1980). ↩
Capítulo III, los deberes y ministerios en la Misa - III. Ministerios particulares - El ministerio del acólito y del lector instituidos, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 99 (2003). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo I sobre la institución de los lectores, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Institutione Lectorum et Acolythorum de Admissione Inter Candidatos ad Diaconatum et Presbyteratum de Sacro Caelibatu Amplectendo (La institución de los lectores y acólitos, la admisión de candidatos al diaconado y presbiterado, y el rito de abrazar el sagrado celibato.), § 15. ↩ ↩2
Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Institutione Lectorum et Acolythorum de Admissione Inter Candidatos ad Diaconatum et Presbyteratum de Sacro Caelibatu Amplectendo (La institución de los lectores y acólitos, la admisión de candidatos al diaconado y presbiterado, y el rito de abrazar el sagrado celibato.), § 17. ↩
Lectio verbi dei, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 198. ↩