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Oficio divino

El Oficio Divino, también conocido como la Liturgia de las Horas, es la oración pública y común de la Iglesia Católica, mediante la cual el misterio de Cristo y su Pascua se extiende y santifica el tiempo de cada día. Es una forma de oración que alaba a Dios, le agradece sus beneficios e implora su misericordia para todo el pueblo cristiano. Aunque es una obligación para clérigos y religiosos, todos los fieles son invitados a participar en ella, ya sea en comunidad o individualmente, para unirse a la oración de Cristo con su Cuerpo, la Iglesia.

Tabla de contenido

Naturaleza y Significado del Oficio Divino

El Oficio Divino es una expresión de la oración constante a la que exhortan las Escrituras, diseñada para santificar todo el curso del día y la noche con la alabanza a Dios1. Etimológicamente, la expresión «oficio divino» significa un deber cumplido para Dios2. En el lenguaje eclesiástico, se refiere a oraciones específicas que deben recitarse a horas fijas del día o de la noche por sacerdotes, religiosos, clérigos y todos aquellos que están obligados por su vocación a cumplir este deber2.

La Iglesia, al instituir el Oficio Divino, busca que los fieles se unan a los bienaventurados en el cielo para honrar al Creador común3. San Gregorio Nacianceno comparaba el canto de los Salmos con el preludio de las alabanzas celestiales, y Tertuliano afirmaba que al recitar las Horas Canónicas, se adquiere una posesión anticipada del Paraíso, al realizar el mismo oficio que los habitantes de esa patria bienaventurada3.

Un Diálogo entre Dios y el Hombre

En la Liturgia de las Horas, se establece un diálogo entre Dios y el hombre, donde «Dios habla a su pueblo… y el pueblo responde a Dios tanto con el canto como con la oración»4. La palabra salvífica de Dios tiene una gran importancia en el Oficio Divino, ya que de la Sagrada Escritura se eligen las lecturas, se cantan las palabras de Dios en los salmos en su presencia, y las demás oraciones y cantos litúrgicos se inspiran en la misma fuente4.

Oración de la Iglesia con Cristo y a Cristo

El Oficio Divino es principalmente una oración de alabanza y súplica, y es la oración de la Iglesia con Cristo y a Cristo5. Es verdaderamente la voz de la Esposa misma dirigida a su Esposo, la oración que Cristo mismo, junto con su Cuerpo, dirige al Padre1,6. A través de esta oración, Cristo continúa su obra sacerdotal por medio de su Iglesia6.

Estructura y Horas Canónicas

El Oficio Divino está dividido en varias Horas Canónicas, con el propósito de que en cada hora haya alguien que ore por todos y lo haga de la mejor manera posible7. El Oficio Divino no es otra cosa que un memorial compuesto por la Palabra de Dios misma, dispuesto por la Iglesia para que las oraciones sean más aceptables a Dios y la ayuda divina sea más pronta7.

Las Horas Canónicas principales son8,9:

En la tradición de la Iglesia ucraniana, el ciclo diario de oración se basa en el ideal de la oración incesante, expresado en el número bíblico siete, que simboliza plenitud y perfección. Los Salmos constituyen la base de esta regla de oración y se intercalan con himnos, estiqueras, troparia, kontakia, prokeimena y letanías. Los servicios del ciclo diario incluyen Vísperas, Completas, Oficio de Medianoche, Maitines y las Horas Primera, Tercera, Sexta y Novena, así como el Servicio de los Típicos, todos contenidos en el Horologion (Chasoslov)9.

Obligación y Participación

La recitación del Oficio Divino es un deber para aquellos que han recibido el mandato de la Iglesia para celebrarlo2,8. Esto incluye a obispos, sacerdotes y diáconos que aspiran al sacerdocio, quienes están obligados a recitar la secuencia completa de Horas cada día, conservando en lo posible la relación genuina de las Horas con el momento del día8. Se les exhorta a dar la debida importancia a Laudes y Vísperas, y a no omitirlas salvo por una razón grave8. También deben cumplir fielmente el Oficio de Lectura, para acoger la palabra de Dios y profundizar en el conocimiento de Cristo8.

Aunque la obligación recae principalmente en el clero y los religiosos, la Liturgia de las Horas está destinada a ser la oración de todo el Pueblo de Dios6. Los fieles laicos también son animados a recitar el Oficio Divino, ya sea con los sacerdotes, entre ellos mismos, o incluso individualmente6. Se espera que la oración pública de la Iglesia sea un fruto natural de la renovación espiritual y una necesidad interior de todo el cuerpo de la Iglesia10.

La Disposición Interior para la Oración

Para que la recitación del Oficio Divino sea verdaderamente fructífera, es esencial una disposición interior de atención y devoción11. No se trata solo de la recitación de fórmulas o cantos, ni del respeto de ciertas normas o ceremonias externas, sino de la elevación de la mente y el alma a Dios para unirse a la armonía de los espíritus bienaventurados12. San Juan Crisóstomo aconsejaba, al entrar en la iglesia o al tomar el breviario, dejar de lado todos los pensamientos mundanos, preparándose así para la oración11.

La verdadera oración no consiste solo en la pronunciación de palabras, sino también en la atención del corazón, ya que los buenos deseos valen mucho más para impetrar las misericordias divinas que las simples voces13. Es necesario orar no solo con la voz, sino con el espíritu y la mente13.

Beneficios Espirituales

El Oficio Divino ofrece grandes beneficios espirituales:

Para muchos sacerdotes, el Oficio Divino puede parecer una carga si se recita sin devoción y con el único afán de terminarlo pronto16. Sin embargo, para aquellos que lo recitan con devoción, gustando con la mente los sentimientos expresados y acompañando con el corazón los santos afectos y oraciones, el Oficio no es una carga, sino un alivio y deleite del espíritu, un «peso de alas» que eleva y une a Dios16.

El Breviario y el Idioma

El Breviario es el libro litúrgico que contiene las oraciones del Oficio Divino2. En la tradición latina, el latín se ha conservado en el Oficio Divino celebrado en coro por los clérigos17. Sin embargo, la Constitución sobre la Sagrada Liturgia también prevé el uso de la lengua vernácula en el Oficio Divino para los fieles, las monjas y los miembros no clérigos de los Institutos que profesan los consejos evangélicos17. Por ello, se ha procurado la preparación de melodías para el canto del Oficio Divino en lengua vernácula17.

El Papa Pablo VI estableció que, una vez publicado el nuevo libro de la Liturgia de las Horas, debía adoptarse inmediatamente. Las Conferencias Episcopales debían encargar las ediciones en lengua nacional y, tras recibir la aprobación de la Santa Sede, establecer la fecha en que estas versiones podrían o deberían usarse. A partir de esa fecha, incluso aquellos que desearan continuar usando el latín debían utilizar exclusivamente la nueva Liturgia de las Horas. Sin embargo, quienes, por edad avanzada u otras razones particulares, tuvieran dificultades graves con la nueva forma, podrían, con permiso de su Ordinario y solo en la recitación individual, usar total o parcialmente el Breviario Romano anterior10.

Conclusión

El Oficio Divino es una parte integral de la vida de oración de la Iglesia Católica, un tesoro de gracias y un medio eficaz de santificación13,12. Al participar en él, los fieles se unen a la oración de Cristo, alaban a Dios, agradecen sus dones e imploran su misericordia, santificando así el tiempo y sus propias vidas14,7,1. Es una invitación a una oración constante y profunda, que eleva el alma a Dios y nutre la vida espiritual15,12.

Citas

  1. III. ¿Cuándo se celebra la liturgia? , Catecismo de la Iglesia Católica, § 1174 (1992). 2 3 4

  2. Oficio divino, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Oficio divino. 2 3 4

  3. Alphonsus Liguori. La Santa Messa Ed Il Divino Offizio, § 135. 2

  4. Capítulo uno. La importancia de la liturgia de las horas o el oficio divino en la vida de la Iglesia - III. La liturgia de las horas - La santificación del hombre, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 14 (1971). 2

  5. Capítulo uno. La importancia de la liturgia de las horas o el oficio divino en la vida de la Iglesia, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 2 (1971).

  6. capítulo dos la celebración sacramental del misterio pascual, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2.1.2. 2 3 4 5

  7. Alphonsus Liguori. La Santa Messa Ed Il Divino Offizio, § 136. 2 3 4

  8. Capítulo uno. La importancia de la liturgia de las horas o el oficio divino en la vida de la Iglesia - IV. Quienes celebran la liturgia de las horas - B. El mandato de celebrar la liturgia de las horas, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 29 (1971). 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  9. Parte dos - La oración de la Iglesia - III. El tiempo y el espacio de la oración de la Iglesia - B. El ritmo de la oración litúrgica - 1. El ciclo diario—horologion (chasoslov), Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 540 (2016). 2

  10. Pablo VI. Laudis Canticum, §Conclusión (1970). 2

  11. Alphonsus Liguori. La Santa Messa Ed Il Divino Offizio, § 144. 2

  12. Necessità della preghiera e della pietà - Mezzi efficienti di santificazione, Papa Pío XII. Menti Nostrae (23 de septiembre de 1950), §Parte I (1950). 2 3

  13. Alphonsus Liguori. La Santa Messa Ed Il Divino Offizio, § 137. 2 3

  14. Il divino offizio, Alphonsus Liguori. La Santa Messa Ed Il Divino Offizio, § 134. 2 3 4

  15. La dimensión contemplativa en la vida religiosa - II. Directrices para los institutos de vida activa - B. Renovada atención a la vida en el Espíritu Santo, Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares. La Dimensión Contemplativa En la Vida Religiosa, § 12 (1980). 2 3

  16. Alphonsus Liguori. La Santa Messa Ed Il Divino Offizio, § 161. 2 3

  17. IV. Il canto dell’ufficio divino, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción Musicam sacram (5 de marzo de 1967), § 41 (1970). 2 3