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Oración

La oración en la tradición católica es un diálogo esencial y vital con Dios, que abarca diversas formas y expresiones a lo largo de la historia de la Iglesia. No se limita a la recitación de fórmulas, sino que es una relación personal con el Dios Trino, en la que la iniciativa divina precede siempre a la respuesta humana. Fundamentada en la revelación bíblica y enriquecida por la Tradición viva de la Iglesia, la oración permite al creyente participar en la vida de Cristo y del Espíritu Santo, configurando su existencia según la voluntad del Padre. Constituye el centro de la vida espiritual, nutriendo la fe, la esperanza y la caridad, y se manifiesta tanto en la liturgia como en la devoción privada, sirviendo como un camino para la santificación y la evangelización.

Tabla de contenido

La Oración como Diálogo con Dios

La oración es fundamentalmente un encuentro entre Dios y el ser humano, un diálogo de amor donde la iniciativa siempre proviene de Dios1,2. Es una expresión de la profunda relación del ser humano con su Creador, manifestando la conciencia de ser criatura ante el Hacedor1. San Agustín la describe como «conversación con Dios»3, y Santo Tomás de Aquino la identifica como un acto esencial de la virtud de la religión, que expresa honor y reverencia a Dios4. La oración no es meramente una efusión espontánea de un impulso interior, sino que requiere una voluntad consciente de orar y aprender a hacerlo a través de la Tradición viva de la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo5.

En el Antiguo Testamento, se encuentran numerosas oraciones, especialmente en el Libro de los Salmos, que han servido como base para la oración oficial de la Iglesia6. Estas oraciones narran las grandes obras de Dios en favor de su pueblo, Israel, y alaban su poder, bondad, justicia y misericordia6.

Jesús mismo es el modelo perfecto de oración en el Nuevo Testamento1. Su oración filial, a menudo en soledad y en secreto, implica una adhesión amorosa a la voluntad del Padre, incluso hasta la Cruz, y una confianza absoluta en ser escuchado1. Jesús enseña a sus discípulos a orar con un corazón purificado, con fe viva y perseverante, y con audacia filial, invitándolos a presentar sus peticiones a Dios en su nombre1. La oración de Jesús es el camino teologal de la oración cristiana a Dios3.

Las Cinco Formas Fundamentales de la Oración

La Iglesia, enseñada por el Espíritu Santo, ha desarrollado y conservado cinco formas fundamentales de oración, que se inspiran en la vida y las enseñanzas de Jesús y de la Santísima Virgen María1,5:

1. Oración de Bendición y Adoración

La bendición es el movimiento básico de la oración cristiana, un encuentro entre Dios y el hombre donde el don de Dios y la aceptación humana se unen en diálogo1. Es la respuesta del corazón humano a los dones de Dios, bendiciendo al que es la fuente de toda bendición1. La oración de bendición asciende al Padre a través de Cristo en el Espíritu Santo, y a la vez implora la gracia del Espíritu Santo que desciende del Padre a través de Cristo1.

La adoración es la primera actitud del hombre que reconoce ser criatura ante su Creador1. Exalta la grandeza del Señor y el poder salvador que libera del mal1. Es un homenaje del espíritu al «Rey de la Gloria», un silencio respetuoso ante el «Dios siempre mayor», que se mezcla con humildad y da seguridad a nuestras súplicas1. El Papa Francisco ha destacado la importancia de la oración de adoración, señalando que en ella se redescubre el gusto y la pasión por la evangelización7.

2. Oración de Petición

La oración de petición es la forma más espontánea y común de oración, mediante la cual expresamos nuestra conciencia de la relación con Dios1. Reconocemos que somos criaturas que no somos nuestro propio origen, ni dueños de la adversidad, ni nuestro fin último1. Como pecadores, sabemos que nos hemos apartado de nuestro Padre, y nuestra petición es ya un volver a Él1. El perdón, la búsqueda del Reino de Dios y toda necesidad verdadera son objeto de esta oración5.

3. Oración de Intercesión

La oración de intercesión consiste en pedir en nombre de otro5. No conoce límites y se extiende incluso a los enemigos5. Esta forma de oración refleja la caridad y la solidaridad con el prójimo, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien intercede por nosotros ante el Padre8,9.

4. Oración de Acción de Gracias

La oración de acción de gracias se manifiesta en cada alegría y sufrimiento, en cada evento y necesidad de la vida5. Al participar en la acción de gracias de Cristo, debe llenar toda la vida del creyente, siguiendo la exhortación de San Pablo: «Dad gracias en toda circunstancia» (1 Tes 5,18)5,10.

5. Oración de Alabanza

La oración de alabanza es completamente desinteresada y se eleva a Dios, lo exalta y le da gloria por sí mismo, más allá de lo que ha hecho, simplemente porque Él es5. Es una expresión pura de amor y admiración por la grandeza intrínseca de Dios.

Las Fuentes de la Oración Cristiana

La oración cristiana se nutre de diversas fuentes dentro de la Iglesia, que permiten a los fieles aprender a orar y profundizar en su relación con Dios5.

La Palabra de Dios

La Sagrada Escritura es un diálogo continuo entre Dios y el hombre, donde Dios se revela cada vez más cercano y el hombre aprende a conocerlo y a hablar con Él11. La Iglesia exhorta a los fieles a leer frecuentemente las divinas Escrituras, recordando que la oración debe acompañar la lectura, estableciendo así un diálogo entre Dios y el hombre: «Le hablamos cuando oramos; le escuchamos cuando leemos los oráculos divinos»5. La lectio divina, una lectura orante de la Escritura, es una forma específica y muy valorada de nutrir la oración12,13.

La Liturgia de la Iglesia

La liturgia sacramental de la Iglesia es un contexto privilegiado donde Dios habla a cada uno y espera su respuesta11. En ella, la misión de Cristo y del Espíritu Santo proclama, hace presente y comunica el misterio de la salvación5. La liturgia es la fuente y la meta de toda oración cristiana, una participación en la propia oración de Cristo al Padre en el Espíritu Santo14. La Eucaristía, en particular, es un momento cumbre de la oración, donde los fieles se unen a Cristo y a la oración de todas las generaciones15.

Las Virtudes Teologales

Las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad son esenciales para la oración5. La fe es el fundamento de la oración, ya que sin ella es imposible agradar a Dios16. La esperanza nos impulsa a desear el Reino de los Cielos y la vida eterna, y la caridad es el amor a Dios y al prójimo, que nos une a Cristo16.

El «Hoy» de Dios

La oración se vive en el presente, en el «hoy» de Dios17. No hay aspecto de la vida cotidiana, por mundano que sea, que no pueda ser ofrecido en oración a Dios y convertirse en una ocasión de unión más profunda con Él17. Esto incluye las labores diarias, el trabajo y las interacciones con los demás.

Guías para la Oración

La Iglesia ofrece diversas guías para la vida de oración, que ayudan a los fieles a crecer en su relación con Dios9.

La Nube de Testigos y los Santos

Los testigos que nos han precedido en el Reino, especialmente los santos, comparten la tradición viva de la oración a través del ejemplo de sus vidas, la transmisión de sus escritos y su intercesión actual9. Su intercesión es un servicio elevado al plan de Dios, y se les puede y debe pedir que intercedan por nosotros y por el mundo entero9. Las diferentes escuelas de espiritualidad cristiana, surgidas de los carismas personales de los santos, son guías esenciales para los fieles9.

La Familia Cristiana

La familia cristiana es el primer lugar de educación en la oración, la «Iglesia doméstica» donde los hijos de Dios aprenden a orar «como la Iglesia» y a perseverar en la oración9. La oración familiar diaria es el primer testimonio de la memoria viva de la Iglesia9.

Los Ministros Ordenados

Los ministros ordenados tienen la responsabilidad de formar a sus hermanos y hermanas en Cristo en la oración9. Como servidores del Buen Pastor, están ordenados para guiar al Pueblo de Dios a las aguas vivas de la oración: la Palabra de Dios, la liturgia, la vida teologal (fe, esperanza y caridad) y el «hoy» de Dios en las situaciones concretas9.

La Virgen María

La Virgen María es la perfecta Orante, figura de la Iglesia9. Cuando oramos a ella, nos adherimos con ella al plan del Padre9. La oración de la Iglesia es sostenida por la oración de María y unida a ella en la esperanza9. El rezo del Rosario, desarrollado en la piedad medieval, es un ejemplo de devoción popular que se ha convertido en un sustituto de la Liturgia de las Horas9.

Dificultades en la Oración

La vida de oración no está exenta de desafíos. El Papa Francisco ha señalado algunas dificultades comunes, como la distracción, la aridez espiritual y la acedia o pereza espiritual18.

Los santos también enfrentaron estas dificultades y enseñan que el verdadero progreso en la vida espiritual se logra a través de la perseverancia diaria18.

La Oración en la Vida Cotidiana

La oración no se limita a momentos específicos, sino que está llamada a impregnar toda la existencia del creyente17. El Papa Francisco enfatiza que el diálogo orante con Dios debe abrazar los acontecimientos de cada día, en los hogares, en las tareas diarias o en el trabajo17. Todos los pensamientos y actividades deben formar parte de esta conversación diaria con el Señor17. La oración es el lugar por excelencia del don libre, del esfuerzo por lo Invisible, lo Inesperado y lo Inefable2.

El Papa Benedicto XVI, citando a Santo Tomás de Aquino, define la oración como «una expresión del deseo del hombre por Dios»2. Esta atracción hacia Dios, que Dios mismo ha puesto en el hombre, es el alma de la oración, que luego adopta una gran variedad de formas según la historia, el tiempo, el momento, la gracia e incluso el pecado de cada persona que ora2. La oración es una actitud interior antes de ser una serie de prácticas y fórmulas, una manera de estar en la presencia de Dios antes de realizar actos de culto o pronunciar palabras2.

En un mundo a menudo cerrado al horizonte divino, los cristianos están llamados a ser testigos de la oración12. A través de una amistad profunda con Jesús y viviendo en Él la relación filial con el Padre, mediante una oración constante y fiel, se pueden abrir ventanas al Cielo de Dios12.

Conclusión

La oración es el aliento del alma y el camino que nos lleva directamente al Corazón de Dios13. Es una conversación con Cristo que se cuenta entre los más altos privilegios concedidos al bautizado4. Al sumergirnos en la verdad de Cristo, ejercemos nuestra amistad con Él y llegamos a conocerlo15. La oración transforma la vida del ser humano, llenándolo de misericordia hacia el prójimo, y es un arte que se aprende practicando con perseverancia19,12. Como dijo San Gregorio Nacianceno, es necesario recordar a Dios más a menudo de lo que se respira, porque la oración es el encuentro de la sed de Dios con nuestra sed20.

Citas

  1. Capítulo uno: La revelación de la oración – La llamada universal a la oración, Catecismo de la Iglesia Católica, § 4.1.1. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

  2. Papa Benedicto XVI. Audiencia general del 11 de mayo de 2011: El hombre en oración (2) (2011). 2 3 4 5

  3. Romanus Cessario, O.P. Miscere colloquia: On the Authentic Renewal of Catholic Spirituality, § 3. 2

  4. B1. «Cum Christo miscere colloquia…»: El carácter teológico de la oración cristiana, Romanus Cessario, O.P. Miscere colloquia: On the Authentic Renewal of Catholic Spirituality, § 5. 2

  5. Sección uno: La oración en la vida cristiana, Catecismo de la Iglesia Católica, § 4.1. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

  6. II. La oración cristiana a la luz de la revelación, Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana, § 4 (1989). 2

  7. Viaje apostólico de Su Santidad el Papa Francisco a Portugal con ocasión de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (2 - 6 de agosto de 2023) – Vísperas con obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas y agentes de pastoral, Papa Francisco. Viaje apostólico a Portugal: Vísperas con obispos, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas y agentes de pastoral en el «Mosteiro dos Jerónimos» (Lisboa, 2 de agosto de 2023) (2023).

  8. En síntesis, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1278 (1992).

  9. Capítulo dos: La tradición de la oración, Catecismo de la Iglesia Católica, § 4.1.2. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

  10. Parte dos - La oración de la Iglesia - II. La oración de la comunidad eclesial - C. Los santos misterios de la vida cristiana - 1. Los santos misterios de la iniciación cristiana - A. El santo misterio del bautismo 7) El rito del bautismo, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 421 (2016).

  11. Audiencia general del 26 de septiembre de 2012, Papa Benedicto XVI. Audiencia general del 26 de septiembre de 2012 (2012). 2

  12. El Bautista, Papa Benedicto XVI. Audiencia general del 30 de noviembre de 2011 (2011). 2 3 4

  13. Papa Benedicto XVI. 24 de mayo de 2009: Concelebración Eucarística en la Plaza Miranda, Cassino, § 24 de mayo de 2009: Concelebración Eucarística en la Plaza Miranda, Cassino (2009). 2

  14. Audiencia general del 3 de octubre de 2012, Papa Benedicto XVI. Audiencia general del 3 de octubre de 2012 (2012).

  15. Papa Benedicto XVI. 9 de abril de 2009: Misa Crismal, § 9 de abril de 2009: Misa Crismal (2009). 2

  16. Capítulo tres: La vida de oración, Catecismo de la Iglesia Católica, § 4.1.3. 2

  17. Papa Francisco. Audiencia general del 10 de febrero de 2021: Catequesis sobre la oración - 24. La oración en la vida cotidiana (2021). 2 3 4 5

  18. Resumen de las palabras del Santo Padre:, Papa Francisco. Audiencia general del 19 de mayo de 2021 - Catequesis sobre la oración: 34. La distracción, el tiempo de la aridez, la acedia (2021). 2 3 4 5 6 7

  19. Papa Juan Pablo II. Pedro de San José Betancur (1626-1667) - Homilía, § 3 (2002).

  20. Papa Benedicto XVI. Audiencia general del 22 de agosto de 2007: San Gregorio Nacianceno (2) (2007).