Oración de los fieles
La Oración de los Fieles, también conocida como Oración Universal o Plegaria de los Fieles, es una parte integral de la Liturgia de la Palabra en la Misa Católica. En ella, la comunidad reunida eleva sus peticiones a Dios por las necesidades de la Iglesia, las autoridades civiles, aquellos que sufren diversas dificultades, toda la humanidad y la salvación del mundo entero. Esta oración, que refleja el sacerdocio bautismal de los fieles, permite a la asamblea responder a la Palabra de Dios acogida en la fe, extendiendo su comunión más allá de los límites de la comunidad local y ejerciendo el privilegio de interceder por la humanidad.
Tabla de contenido
Naturaleza y Significado
La Oración de los Fieles es un momento en el que el pueblo de Dios, habiendo escuchado y acogido la Palabra divina en la fe, ejerce su sacerdocio bautismal ofreciendo oraciones a Dios por la salvación de todos1,2. No es una parte que deba darse por sentada, sino un privilegio de la comunidad orante unida a Cristo y entre sí. De hecho, los catecúmenos, que aún no han recibido el Bautismo, se retiran antes de esta oración3.
Esta intercesión se basa en la promesa de Jesús: «si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, mi Padre celestial se lo concederá» (Mt 18,19)3. Los fieles se presentan ante el trono de la gracia con Jesús, intercediendo por toda la humanidad3. Es una forma de oración con profundas raíces en las antiguas prácticas de la sinagoga, que los cristianos adoptaron e incorporaron en la celebración de la Eucaristía desde los inicios3.
El Concilio Vaticano II, en su Constitución Sacrosanctum Concilium, deseó restaurar esta oración después del Evangelio y la homilía, especialmente los domingos y días de precepto2,4. El objetivo es que, con la participación del pueblo, se hagan intercesiones por la Santa Iglesia, las autoridades civiles, los oprimidos por diversas necesidades, toda la humanidad y la salvación del mundo entero2,4.
Estructura y Contenido
La Ordenación General del Misal Romano (OGMR) establece la estructura y el contenido de la Oración de los Fieles. El sacerdote celebrante dirige la oración desde la sede, comenzando con una breve introducción que invita a los fieles a orar y concluyéndola con una oración5,6. Las intenciones son anunciadas por el diácono, un cantor, un lector o uno de los fieles laicos desde el ambón o un lugar adecuado5,6. El pueblo, de pie, expresa su oración con una invocación común después de cada intención o rezando en silencio5.
Serie de Intenciones
Como regla general, la serie de intenciones sigue un orden específico7:
Por las necesidades de la Iglesia: Esto incluye peticiones por el Papa, los obispos, el clero, los religiosos y todos los fieles, así como por la unidad y la misión de la Iglesia en el mundo7.
Por las autoridades públicas y la salvación del mundo entero: Se ora por los gobernantes, la paz, la justicia, el bienestar de la sociedad y la salvación de toda la humanidad7.
Por los que padecen cualquier tipo de dificultad: Aquí se incluyen los enfermos, los pobres, los oprimidos, los perseguidos, los que sufren y todos aquellos que necesitan la ayuda de Dios7.
Por la comunidad local: Se pide por las necesidades específicas de la parroquia o de la asamblea reunida7.
No obstante, en celebraciones particulares como confirmaciones, matrimonios o funerales, la serie de intenciones puede adaptarse para reflejar más de cerca la ocasión específica7.
Cualidades de las Intenciones
Las intenciones deben ser sobrias, compuestas con prudencia y de forma libre, concisas y expresar la oración de toda la comunidad5. Deben dar voz a las necesidades concretas de la comunidad eclesial y del mundo, evitando fórmulas convencionales y miopes2.
Participación de los Fieles
La participación de los fieles en la Oración Universal es activa y esencial. Después de que el diácono o el lector proponen las intenciones individuales, la congregación une su voz, invocando, por ejemplo: «Te rogamos, óyenos» o «Escúchanos, Señor»2. Esta oración es un momento para pedir al Señor las cosas más importantes en la Misa, las necesidades y los deseos, con la confianza de que «se os concederá»2.
La oración debe realizarse con un espíritu de fe, reconociendo que «todo es posible para el que cree»2. Si bien las peticiones mundanas o autorreferenciales pueden no ser escuchadas, las oraciones elevadas con fe por las necesidades de la Iglesia y del mundo ascienden al cielo2.
Evolución Histórica
La Oración de los Fieles tiene una larga historia en la liturgia cristiana. Si bien en un período incierto entre los siglos IV y VI-VII, las oraciones de los fieles antes del Ofertorio desaparecieron del rito romano8, el Concilio Vaticano II restauró esta práctica2,4. La instrucción Tres abhinc annos de 1967 también destacó la importancia de esta oración, señalando que las intenciones para necesidades particulares de una región o nación, que antes se insertaban de otras maneras, ahora encuentran su lugar adecuado en la Oración de los Fieles, permitiendo una participación más viva y clara de los fieles9. Asimismo, las oraciones por las misiones o las oraciones votivas pueden integrarse en las intenciones de la Oración de los Fieles, enriqueciendo la eucología de la Iglesia10.
Importancia Teológica
La Oración de los Fieles subraya la comunión con Cristo y con los demás3. Es un acto de intercesión que nos permite estar con Jesús ante el trono de la gracia, intercediendo por toda la humanidad3. Las oraciones de intercesión y petición que la Iglesia eleva a Dios tienen un gran valor y son «características de un corazón en sintonía con la misericordia de Dios»11. El Señor se deja conmover por las súplicas de sus hijos, y a través de estas intercesiones, la comunidad reunida presenta al Padre de toda misericordia a aquellos que han muerto, reconociendo la solidaridad con ellos y compartiendo su salvación en el misterio de la comunión de los santos11.
En resumen, la Oración de los Fieles es un momento esencial de la Misa, donde la asamblea litúrgica, unida en fe, eleva sus peticiones a Dios por las diversas necesidades de la Iglesia y del mundo, ejerciendo su sacerdocio bautismal y fortaleciendo la comunión entre todos los miembros del Cuerpo de Cristo.
Citas
Capítulo II la estructura de la misa, sus elementos y sus partes - III. Las partes individuales de la misa - B. La liturgia de la palabra - La oración de los fieles, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 69 (2003). ↩
Liturgia de la palabra, Papa Francisco. Audiencia General del 14 de febrero de 2018 (2018). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Parte segunda: Las partes de la misa como guía para el tema del congreso - IV. La liturgia de la palabra: Comunión con Cristo en la palabra - IV. C. La homilía, la profesión de fe y la oración de los fieles, El Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. La Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros, § 76 (2012). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Capítulo II - El santísimo misterio de la Eucaristía, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 53 (1963). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo II la estructura de la misa, sus elementos y sus partes - III. Las partes individuales de la misa - B. La liturgia de la palabra - La oración de los fieles, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 71 (2003). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo IV las diferentes formas de celebrar la misa - I. Misa con congregación - A. Misa sin diácono - La liturgia de la palabra, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 138 (2003). ↩ ↩2
Capítulo II la estructura de la misa, sus elementos y sus partes - III. Las partes individuales de la misa - B. La liturgia de la palabra - La oración de los fieles, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 70 (2003). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Liturgia de la misa, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Liturgy of the Mass. ↩
II. De orationibus in missa, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción Tres abhinc annos (4 de mayo de 1967), § 6 (1967). ↩
II. De orationibus in missa, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción Tres abhinc annos (4 de mayo de 1967), § 5 (1967). ↩
Papa Juan Pablo II. Carta al Abad de Cluny (2 de junio de 1998), § 6 (1998). ↩ ↩2