Orden Mequitarista
La Orden Mequitarista, también conocida como Congregación de los Mechitaristas, es una orden monástica armenia católica fundada en el siglo XVIII por el monje Pedro Manuk, quien adoptó el nombre de Mechitar al ingresar en la vida religiosa. Esta comunidad, en plena comunión con la Santa Sede, se inspira en la tradición benedictina adaptada al rito armenio y se dedica a la preservación de la cultura y la fe armenia, mediante la educación, la liturgia y el apostolado cultural. Con sedes principales en Venecia y Viena, los mequitaristas han jugado un papel fundamental en el renacimiento intelectual del pueblo armenio, manteniendo su identidad eclesial y fomentando el diálogo ecuménico con la Iglesia Armenia Apostólica.
Tabla de contenido
Historia
Orígenes y fundación
La Orden Mequitarista surgió en un contexto de tensiones religiosas y culturales en el Imperio Otomano, donde los armenios católicos enfrentaban persecuciones por su adhesión a Roma. Su fundador, Mechitar de Sebaste (1676-1749), nació en Sivas (antigua Sebaste) en una familia de noble linaje. Desde joven, mostró un profundo interés por el estudio y la espiritualidad, ingresando en el monasterio de la Santa Cruz cerca de su ciudad natal en 1691, donde fue ordenado diácono ese mismo año.1 Impulsado por un deseo de conocimiento, Mechitar viajó a monasterios armenios en busca de una vida monástica más rigurosa y culta, influenciado por encuentros con misioneros jesuitas y otros eclesiásticos latinos que le revelaron las riquezas de la tradición occidental.
En 1699, ordenado sacerdote y titulado vartabed (doctor eclesiástico), Mechitar se dirigió a Constantinopla con la visión de fundar una sociedad religiosa que promoviera la unión de la Iglesia Armenia con la Sede de Pedro, sin perder la herencia patrística armenia. Allí, predicó en la iglesia de San Jorge y reunió a un grupo de discípulos, pero las persecuciones instigadas por patriarcas cismáticos lo obligaron a refugiarse en conventos capuchinos y jesuitas bajo protección veneciana.1 En 1701, los venecianos le concedieron tierras en Modone (en la Morea, actual Grecia), donde estableció el primer monasterio y redactó las bases de la orden, inspiradas en la regla de San Benito pero adaptadas al monacato oriental.2
La aprobación papal llegó en 1712 bajo el pontificado de Clemente XI, quien reconoció la orden como una reforma del monacato armenio, con Mechitar como primer abad.2 Sin embargo, la guerra entre Venecia y el Imperio Otomano en 1715 obligó a Mechitar y dieciséis monjes a trasladarse a Venecia, donde obtuvieron la isla de San Lázaro de los Armenios en la laguna veneciana, convirtiéndola en el corazón de la congregación.3
Desarrollo y división en ramas
El traslado a San Lázaro marcó el inicio de una era de estabilidad y expansión. Mechitar organizó la vida comunitaria alrededor de la oración, el estudio y la misión, enfatizando la obediencia a un preceptor para la formación en la fe católica.2 La orden creció rápidamente, atrayendo a jóvenes armenios deseosos de una formación integral. En 1749, año de la muerte de Mechitar, la comunidad ya contaba con decenas de miembros y había establecido una imprenta que publicaría obras clave en lengua armenia.
Un cisma ocurrió en 1773 debido a desacuerdos sobre las constituciones de la orden. Un grupo de monjes, liderados por Esteban Melkonian, se separó y se estableció primero en Trieste y luego en Viena en 1811, formando la rama vienesa.3 Esta división reflejaba diferencias teológicas: la rama veneciana defendía la ortodoxia esencial de la Iglesia Armenia y abogaba por un diálogo ecuménico, mientras que la vienesa se alineaba más con la eclesiología curial y el Patriarcado Armenio Católico.3 Ambas ramas mantuvieron la comunión con Roma y se dedicaron a la preservación cultural armenia, pero operaron de manera independiente hasta su reunificación parcial en el Capítulo General de 2000 en San Lázaro.4
A lo largo del siglo XIX y XX, la orden enfrentó desafíos como el genocidio armenio de 1915, que diezmó comunidades en Turquía y Persia, y las guerras mundiales, que afectaron sus casas en Europa del Este. Pese a ello, los mequitaristas continuaron su labor misionera en Europa, Persia y Turquía, con un enfoque en la pastoral para armenios dispersos.2 En la actualidad, la orden cuenta con alrededor de 150 miembros, distribuidos en catorce casas, y ha sido elogiada por papas como Pablo VI y Juan Pablo II por su contribución al ecumenismo y la cultura armenia.5,6
Espiritualidad y vida monástica
La espiritualidad mequitarista se centra en la búsqueda de la santidad a través de una vida de oración intensa, estudio de las fuentes patrísticas armenias y dedicación apostólica.5 Mechitar enfatizó la vida comunitaria en monasterios, bajo la guía de un abad vitalicio, para evitar la dispersión y fortalecer la identidad armenia.4 Los monjes profesan los votos tradicionales de pobreza, castidad y obediencia, más un cuarto voto de someterse a la enseñanza de la fe católica por un preceptor designado.2 Muchos se comprometen adicionalmente con la misión en regiones armenias, viviendo de limosnas y llevando una cruz roja bajo el hábito como símbolo de martirio potencial.2
El hábito es negro —túnica, capa y capucha— con barba al estilo oriental, similar al de los agustinos pero distinguido por esta tradición.2 La formación comienza a edades tempranas (ocho o nueve años), con educación elemental, nueve años de filosofía y teología, y ordenación sacerdotal a los veinticinco años por el abad-obispo.2 La liturgia sigue el rito armenio, con énfasis en la celebración extendida de la oración de la Iglesia Armenia, y el estudio de la Escritura y los Padres armenios como pilares diarios.7
Los mequitaristas no se clasifican estrictamente como benedictinos, aunque adoptan elementos de su regla, como la estabilidad monástica y el ora et labora. Su carisma único radica en la unión de la tradición oriental con la fidelidad romana, promoviendo la reconciliación entre Oriente y Occidente.8,5
Organización y presencias
La orden se gobierna por un abad general elegido de por vida, con autoridad para dirigir las misiones y la formación.2 Tras la reunificación de 2000, las dos ramas cooperan más estrechamente, aunque mantienen sedes separadas: la abadía madre en San Lázaro (Venecia), fundada en 1717, y la de Viena, establecida en 1811.3 Otras casas incluyen colegios en Padua (Italia) y París (Francia), legados de benefactores armenios, así como presencias en Austria-Hungría, Rusia, Persia e India.2
En total, hay catorce monasterios con unos 152 monjes, la mayoría sacerdotes, dedicados a la educación de jóvenes armenios y la pastoral en comunidades diáspora.2 La expansión está limitada por su enfoque exclusivo en lo armenio, pero incluye apostolado en centros comerciales europeos para servir a armenios católicos y promover la unión con Roma.2
Contribuciones culturales
Los mequitaristas son reconocidos como «apóstoles de la cultura y el progreso» por su labor en la preservación de la lengua y literatura armenia.2 Mechitar impulsó el estudio de textos del siglo IV y V, desarrollando un lenguaje literario clásico que conecta a los armenios modernos con su herencia.2 Fundó una imprenta en San Lázaro que ha editado traducciones de la Imitación de Cristo, la Biblia y obras de San Tomás de Aquino, Homero y Virgilio al armenio.2
Entre sus logros destacan la recuperación de textos patrísticos perdidos, como las cartas de San Ignacio de Antioquía y obras de San Efrén el Sirio, editadas por monjes como Juan Bautista Aucher con ayuda del cardenal Mai.2 Publicaron diccionarios, historias (como la Historia de Armenia de Michel Tschamtschenanz) y el Bargirk Haykazean, un tesauro armenio de Mechitar.4 La Academia Literaria de Viena otorga membresías honoríficas sin distinción de raza o religión, y una asociación en Viena distribuyó casi un millón de volúmenes educativos.2
Su biblioteca en San Lázaro alberga manuscritos armenios famosos, y han contribuido a la exégesis, liturgia y historia religiosa armenia, fomentando un renacimiento nacional que inspiró ambición y autoestima entre los armenios.2,9
Relación con la Iglesia Católica
Desde su fundación, la Orden Mequitarista ha sido un puente ecuménico, defendiendo la ortodoxia de la fe armenia y oponiéndose a la latinización forzada.4 Mechitar veía la comunión con Roma como el sello lógico de la tradición armenia, más allá de diferencias terminológicas.5 Opuestos inicialmente a un patriarcado armenio católico separado (creado en 1742), promovieron el diálogo con la Iglesia Armenia Apostólica.9
Papas como Clemente XI, Pablo VI y Juan Pablo II han alabado su fidelidad y rol en la unidad eclesial.6,5 Juan Pablo II, en 2001, exhortó a los mequitaristas a colaborar con laicos y la Iglesia Armenia en un «ecumenismo de frontera», manteniendo la vida monástica como fuente de renovación.7 Hoy, la orden apoya la nueva evangelización armenia post-soviética, respondiendo a expectativas contemporáneas sin perder su herencia.7
Citas
Mequitar, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Mequitar. ↩ ↩2
Mequitaristas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Mequitaristas. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18
Mequitaristas, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Mequitaristas (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Mequitar de Sebaste, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Mequitar de Sebaste (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A la Congregación Mequitarista Armenia (7 de julio de 2001) - Discurso, § 3 (2001). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Pablo VI. A los Mequitaristas en el tercer centenario del nacimiento del Ven. Mequitar (8 de septiembre de 1977) - Discurso (1977). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A la Congregación Mequitarista Armenia (7 de julio de 2001) - Discurso, § 4 (2001). ↩ ↩2 ↩3
La Orden Benedictina, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Orden Benedictina. ↩
San Lázaro de los Armenios, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §San Lázaro de los Armenios (2015). ↩ ↩2
