Orden Salesiana (Congregación de San Francisco de Sales)

La Orden Salesiana, conocida formalmente como la Congregación de San Francisco de Sales, es una sociedad de vida apostólica fundada por San Juan Bosco en el siglo XIX en Turín, Italia. Inspirada en la espiritualidad de San Francisco de Sales, se centra en la educación cristiana y el cuidado pastoral de la juventud, especialmente de los más desfavorecidos. Con un enfoque preventivo en lugar de represivo, la congregación ha crecido hasta convertirse en una de las familias religiosas más extendidas en la Iglesia católica, con miles de miembros dedicados a escuelas, misiones, oratorios y obras sociales en todo el mundo. Su legado incluye la promoción de la devoción a María Auxiliadora y una red global de instituciones educativas que forman parte integral de la misión evangelizadora de la Iglesia.
Tabla de contenido
Historia
Fundación
La Congregación de San Francisco de Sales surgió en un contexto de profunda transformación social en la Italia del siglo XIX, marcada por la industrialización y la pobreza urbana. Juan Bosco, un sacerdote piadoso y visionario nacido en 1815 en los alrededores de Turín, inició su labor apostólica en 1841 tras su ordenación. Observando la situación de los jóvenes inmigrantes y abandonados en las calles de la ciudad, Bosco comenzó a reunirlos en oratorios festivos, inspirado en el modelo de San Felipe Neri. Estos espacios ofrecían catequesis, juegos y sacramentos, fomentando un ambiente de alegría y formación espiritual.
En 1846, Bosco estableció su primer oratorio en los campos de Valdocco, dedicándolo a San Francisco de Sales, cuya dulzura y paciencia admiraba profundamente. El nombre «salesiano» evoca la gentileza del santo obispo de Ginebra, reflejando el estilo educativo de Bosco: no mediante castigos severos, sino a través del amor y la prevención del mal. En 1852, se consagró la iglesia de San Francisco de Sales, que se convirtió en el núcleo de sus actividades. Ante la creciente necesidad de personal, Bosco reunió a un grupo de colaboradores laicos y clérigos, y en 1858 presentó a Pío IX un borrador de reglas para una nueva sociedad religiosa.
La fundación oficial ocurrió el 18 de diciembre de 1859, cuando Bosco y veintidós compañeros emitieron sus primeros votos, formando la Pía Sociedad de San Francisco de Sales. Las constituciones recibieron aprobación provisional ese mismo año y la definitiva en 1874, permitiendo a los salesianos presentar candidatos al sacerdocio. Este paso marcó el inicio de una congregación dedicada exclusivamente a la juventud pobre y trabajadora, en un periodo de anticlericalismo en Piamonte, donde muchas órdenes fueron suprimidas.1,2
Expansión inicial
El crecimiento fue rápido pese a las adversidades. En 1863, la congregación contaba con 39 miembros, y para la muerte de Bosco en 1888, había alcanzado los 768, con casas en Italia, Francia y América del Sur. Bosco, con el apoyo de benefactores como el rey Carlos Alberto, abrió escuelas nocturnas en 1845 y talleres para aprendices en 1852, respondiendo a la demanda de formación profesional entre los ragazzi abandonados.
Un hito clave fue la misión en Patagonia en 1875, enviando a los primeros salesianos a América Latina bajo la guía de Juan Cagliero. Bosco vivió para ver 26 casas en el Nuevo Mundo y 38 en el Viejo. Paralelamente, en 1872 fundó las Hijas de María Auxiliadora, una rama femenina para educar a niñas pobres, inaugurada con 27 jóvenes. Para involucrar a laicos, creó los Cooperadores Salesianos en 1876, un tercer orden que apoya las obras educativas mediante donativos y colaboración.1,3
La labor de Bosco incluyó la construcción de iglesias, como la Basílica de María Auxiliadora en Valdocco (1868), y la promoción de la «buena prensa» católica a través del Bollettino Salesiano, traducido a múltiples idiomas durante su vida. Su método educativo, basado en la razón, la religión y el amor, evitó el uso de castigos formales, fomentando la responsabilidad personal y la amistad.4
Desarrollo posterior
Tras la muerte de Bosco, su sucesor Miguel Rua expandió la congregación a Europa y más allá. En 1889 se abrieron casas en Tierra Santa y África, y entre 1894 y 1911 en México, Túnez, Venezuela y China. La primera misión en Estados Unidos fue en San Francisco en 1898. A pesar de persecuciones, como en Francia bajo el régimen de Combes, la orden creció hasta contar con 320 casas en 34 provincias para principios del siglo XX.2
En el siglo XX, los papas apoyaron fervientemente a los salesianos. Pío XI canonizó a Bosco en 1934, destacando su labor con los marginados. Juan Pablo II, en mensajes de 1984, 2000 y 2002, elogió su espíritu misionero y educativo, recordando los 125 años de presencia en Argentina. Benedicto XVI, en 2008, alabó la Universidad Pontificia Salesiana por su contribución a la pedagogía cristiana en un mundo posmoderno.5,3,6,7
Hoy, la congregación supera los 14.000 miembros en 130 países, con énfasis en la formación integral de la juventud en contextos de globalización y crisis social.
Carisma y misión
El sistema preventivo
El corazón del carisma salesiano es el sistema preventivo, opuesto al represivo predominante en la época. Bosco lo resumía en tres pilares: razón (diálogo y confianza), religión (formación espiritual) y amor (cariño visible del educador). Inspirado en una visión infantil donde una dama misteriosa le indicaba tratar a los niños con suavidad, este método busca anticipar el mal removiendo ocasiones de pecado y premiando el esfuerzo.1,4
Los salesianos promueven la devoción a María Auxiliadora, vista como protectora de la juventud. Bosco atribuía sus éxitos a su intercesión, diciendo: «Ella lo ha hecho todo». Este enfoque ha influido en la pedagogía católica moderna, enfatizando la alegría, la música y las excursiones como herramientas evangelizadoras.1,6
Obras educativas y pastorales
La misión salesiana se realiza a través de oratorios, escuelas primarias, colegios, seminarios, institutos técnicos y agrícolas. No se limitan a la juventud: incluyen hospitales, misiones ad gentes y formación de adultos para el sacerdocio. En América Latina y Asia, combaten la pobreza con programas para niños de la calle y promoción humana.2,3
La congregación difunde la «buena prensa» para contrarrestar ideas contrarias a la fe, manteniendo el Bollettino Salesiano en 26 idiomas. Su labor misionera, iniciada en 1875, ha evangelizado regiones remotas, formando líderes locales y respondiendo a desafíos como la interculturalidad y las comunicaciones sociales.4,5
Estructura y organización
Miembros y votos
Los salesianos son sacerdotes y hermanos laicos que emiten votos perpetuos de pobreza, castigio y obediencia. El noviciado dura un año, seguido de votos trienales antes de la profesión definitiva. La formación enfatiza el espíritu salesiano desde la aspirantía, fomentando vocaciones entre los jóvenes educados.2
El gobierno está encabezado por el Rector Mayor, elegido por el Capítulo General cada seis años. Actual Rector Mayor es Ángel Fernández Artime, desde 2014. La congregación se divide en provincias e inspectorías, con 90 unidades territoriales.2
Familia Salesiana
La Familia Salesiana agrupa 30 institutos derivados del carisma de Bosco, incluyendo las Hijas de María Auxiliadora (14.000 miembros) y los Cooperadores (más de 30.000 laicos). Otros grupos son los Salesianos Cooperadores, la Asociación de María Auxiliadora y voluntarios con Don Bosco. Esta red amplía la misión a laicos, familias y jóvenes, promoviendo la santidad en el mundo.1,2
Presencia en el mundo
Los salesianos operan en 135 países, con fuerte presencia en Italia, India, Argentina y Filipinas. En España, fundada en 1885, gestionan centros en Madrid, Barcelona y Valencia, enfocados en educación y juventud. En América, lideran misiones en la Amazonía y barrios marginales. En África y Asia, abordan el analfabetismo y la migración.
La Universidad Pontificia Salesiana en Roma, única con facultades de Educación y Ministerios Juveniles, forma educadores católicos. En respuesta a emergencias globales, como pandemias o conflictos, ofrecen ayuda humanitaria, siempre fiel al Evangelio.5,3
Santos y beatos salesianos
San Juan Bosco es el fundador y patrono. Otros santos incluyen a Domingo Savio (patrón de los niños), María Mazzarello (cofundadora de las salesianas) y Luigi Versiglia (mártir en China). Beatos como Miguel Rua y Callisto Caravario ilustran el martirio misionero. Más de 140 salesianos han sido beatificados, destacando su entrega heroica.1,7,8
En resumen, la Orden Salesiana encarna el sueño de San Juan Bosco de un mundo donde la juventud crezca en fe y virtud, mediante una educación amorosa y preventiva. Su impacto perdura en la Iglesia, inspirando a generaciones a seguir el camino de la santidad salesiana.
Citas
Alban Butler. Butler’s Lives of the Saints: Volumen I, § 226. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
La Sociedad Salesiana, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Sociedad Salesiana. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Papa Juan Pablo II. Mensaje a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco (13 de noviembre, 2000) - Discurso, § 1 (2000). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
El Dicasterio para las Causas de los Santos. Giovanni Bosco (1815-1888) - Biografía (1934). ↩ ↩2 ↩3
Papa Benedicto XVI. Carta al P. Pascual Chávez Villanueva, S.D.B, Rector Mayor, con ocasión del 26º Capítulo General de los Salesianos de Don Bosco (1 de marzo, 2008) (2008). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. Mensaje a los Salesianos (26 de febrero, 2002) - Discurso, § 6 (2002). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los participantes en el Capítulo General de la Sociedad Salesiana (3 de abril, 1984) - Discurso, § 1 (1984). ↩ ↩2
Papa Pío XI. Giovanni Bosco (1815-1888) - Homilía (1934). ↩
