Padre Nuestro

El Padre Nuestro, también conocido como la Oración del Señor (Oratio Dominica en latín), es la oración fundamental del cristianismo, enseñada directamente por Jesucristo a sus discípulos. Es una síntesis del Evangelio y la oración por excelencia de la Iglesia, que resuena con los mismos sentimientos de Cristo. En ella, los fieles se dirigen a Dios como «Padre», expresando una relación filial y pidiendo por la santificación de su nombre, la venida de su Reino, el cumplimiento de su voluntad, el pan de cada día, el perdón de los pecados, y la liberación de la tentación y el mal. Esta oración es una parte integral de la vida litúrgica y personal de los católicos, presente en los sacramentos de iniciación cristiana, el Oficio Divino y la Misa, donde prepara a los fieles para la Comunión Eucarística.
Tabla de contenido
Origen y Significado Bíblico
El Padre Nuestro tiene su origen en las enseñanzas de Jesús a sus discípulos. Según los Evangelios, los discípulos, impresionados por la forma en que Jesús oraba, le pidieron: «Señor, enséñanos a orar»1,2,3,4. En respuesta, Jesús les confió esta oración fundamental. El Evangelio de Lucas presenta una versión más breve con cinco peticiones (Lc 11,2-4), mientras que el Evangelio de Mateo ofrece una versión más desarrollada con siete peticiones (Mt 6,9-13)1,2. La tradición litúrgica de la Iglesia ha adoptado el texto de Mateo como base para la forma litúrgica aceptada de la oración1,2,3.
Esta oración es considerada el «resumen de todo el Evangelio» por Tertuliano y la «oración perfecta» por Santo Tomás de Aquino5. Se encuentra en medio del Sermón de la Montaña (Mateo 5-7), presentando en forma de oración el contenido esencial del Evangelio5. Al rezar el Padre Nuestro, los cristianos oran como Jesús mismo oró, expresando los mismos sentimientos que Él tenía6.
La Oración en la Liturgia de la Iglesia
El Padre Nuestro ocupa un lugar preeminente en la liturgia de la Iglesia Católica. Es la oración por excelencia de la Iglesia y una parte integral de las principales horas del Oficio Divino y de los sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía7.
En la Santa Misa
En la Misa, el Padre Nuestro se recita como parte del Rito de la Comunión, precediendo a la fracción del pan6,8,9. Su ubicación es muy significativa, ya que se coloca entre la Plegaria Eucarística y la Comunión8,4. Esta posición subraya su papel de resumir las peticiones e intercesiones de la epíclesis y de llamar a la puerta del Banquete del Reino que la comunión sacramental anticipa8.
El Papa Francisco ha destacado que ninguna otra oración prepara mejor para la Comunión sacramental con Cristo que el Padre Nuestro6. En esta oración, se pide el «pan de cada día», lo cual tiene una referencia particular al Pan Eucarístico, necesario para vivir como hijos de Dios6. También se implora el «perdón de nuestras ofensas» y, para ser dignos de recibir el perdón de Dios, los fieles se comprometen a perdonar a quienes los han ofendido6. Esta preparación para el amor fraterno es esencial antes de la Comunión6.
El sacerdote introduce la oración dominical con palabras que enfatizan su origen divino, como: «Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir»9. La recitación comunitaria del Padre Nuestro en la Misa resuena con los mismos sentimientos de Cristo Jesús, permitiendo a los fieles orar como Él oró6.
En Otros Sacramentos y Prácticas
Además de la Misa, el Padre Nuestro se reza por la mañana y por la noche, en las Laudes y en las Vísperas del Oficio Divino6. También es una característica destacada en el rito del Bautismo desde los primeros tiempos10. En el Rito de la Unción de los Enfermos, el sacerdote introduce la recitación de la oración dominical, invitando a todos a orar juntos como el Señor Jesucristo les enseñó11. En el rito de Dedicación de una Iglesia y un Altar, el sacerdote introduce el Padre Nuestro como la cumbre de la deprecación, la oración de Cristo, mediador de salvación en la cruz y maestro de oración12.
Estructura y Peticiones
El Padre Nuestro se compone de siete peticiones, que pueden dividirse en dos grupos: las tres primeras se refieren a la gloria de Dios, y las cuatro últimas a las necesidades humanas13,14.
Las Tres Primeras Peticiones (Orientadas a Dios)
«Santificado sea tu Nombre»: Esta petición expresa el deseo de que todos los hombres reconozcan quién es Dios y su santidad14. Implica que la santidad de Dios se manifieste en la vida de los creyentes y en el mundo15.
«Venga a nosotros tu Reino»: Se pide la venida del Reino de Dios, que es el Reino de la verdad y del amor traído por Jesucristo a la humanidad a través de su misión redentora14. Es una esperanza por el Señor, «hasta que venga» (1 Co 11,26)7.
«Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo»: Esta petición busca que la voluntad divina se cumpla en la tierra con la misma perfección con que se cumple en el cielo15. En el contexto del sacrificio eucarístico, la voluntad del Padre se cumple definitivamente en el «consummatum est» de Cristo en la cruz4.
Las Cuatro Últimas Peticiones (Orientadas al Hombre)
«Danos hoy nuestro pan de cada día»: Esta petición se refiere tanto al alimento material necesario para la vida como al Pan Eucarístico, que es el alimento espiritual para vivir como hijos de Dios6,16. San Jerónimo, con una «extraña inconsistencia», tradujo artos epiousios como «supersustancial» en Mateo y «cotidiano» en Lucas, lo que ha generado debate en la interpretación10.
«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»: Aquí se pide el perdón de los pecados, con la condición de que los que oran también perdonen a quienes les han hecho daño6,16. Perdonar no es fácil y es una gracia que se debe pedir al Espíritu Santo6. Jesús mismo, en la cruz, suplicó: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34)17,4. Este perdón es fundamental para la comunión eclesial y la caridad mutua antes de la Comunión6,18.
«No nos dejes caer en tentación»: Esta súplica expresa la conciencia de la fragilidad humana y la necesidad de la ayuda divina para resistir las tentaciones14,16. Implora la providencia divina para superar las dificultades del mundo13.
«Líbranos del mal»: Se pide a Dios que nos libre de todo mal que nos separa de Él y nos divide de nuestros hermanos y hermanas6. La interpretación comúnmente aceptada es que se refiere a la liberación del «maligno»10. Esta petición alcanza su mayor eficacia cuando la Iglesia ofrece al Padre el precio final de la redención y la liberación del mal en el sacrificio eucarístico4.
El Padre Nuestro como Oración Filial y Comunitaria
El Padre Nuestro es la oración de los hijos de Dios6. Al atrevernos a llamar a Dios «Padre» (Abbà), lo hacemos porque hemos renacido como sus hijos a través del agua y el Espíritu Santo6. Esta relación filial con Dios es un don del Espíritu Santo, que nos permite conectarnos con el Padre que nos ama6,19,20.
La palabra «Nuestro» al inicio de la oración es profundamente significativa. Invoca la nueva alianza en Jesucristo, la comunión con la Santísima Trinidad y el amor divino que se extiende a través de la Iglesia para abarcar el mundo21. No es «mi» Padre o «tu» Padre, sino «nuestro» Padre, lo que nos une alrededor de la mesa del Señor18. Esta unidad también exige el perdón mutuo, como se expresa en la petición de perdonar las ofensas18.
La oración del Padre Nuestro nos hace humildes y grandes a la vez13. Excava profundidades subjetivas y personales dentro de nosotros y promueve armonías comunitarias13. Es una oración que debe abrazar todo lo que forma parte de nuestra vida, no siendo algo adicional o marginal16. A través de ella, el mundo entero encuentra su justa referencia a Dios, y es una expresión de nuestra continua conversión16.
Historia de la Traducción al Inglés
En cuanto a la historia de la traducción del Padre Nuestro al inglés para uso católico, es importante notar que el texto actual no proviene del Testamento de Rheims, sino de una versión impuesta en Inglaterra durante el reinado de Enrique VIII10. Esta versión fue utilizada en las ediciones de 1549 y 1552 del «Libro de Oración Común»10. El texto católico actual difiere solo en dos detalles menores: «Which art» se modernizó a «who art», y «in earth» a «on earth»10.
La aceptación general de esta versión se debió a una ordenanza de 1541, que buscaba una traducción uniforme del Padre Nuestro, el Ave María y el Credo, entre otras oraciones, para que todos los súbditos del rey las aprendieran y usaran10.
Conclusión
El Padre Nuestro es mucho más que una simple secuencia de palabras; es una escuela de oración, un diálogo íntimo con Dios Padre, enseñado por Jesús mismo. A través de sus peticiones, los cristianos no solo expresan sus necesidades, sino que también afirman su identidad como hijos de Dios, su compromiso con su Reino y su voluntad, y su disposición a vivir en comunión y perdón con los demás. Su presencia constante en la liturgia y la vida personal de los fieles subraya su carácter insustituible y su poder para transformar los corazones y el mundo.
Citas
Parte II - La oración de la Iglesia - IV. La oración personal del cristiano - C. El «Padre nuestro», Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 674 (2016). ↩ ↩2 ↩3
Sección II: La oración del Señor, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2759. ↩ ↩2 ↩3
Parte IV - La oración cristiana. Capítulo III - La vida de oración. La oración cristiana, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 578 (2005). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Carta a los Sacerdotes, 1999, § 5 (1999). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Parte IV - La oración cristiana. Capítulo III - La vida de oración. La oración cristiana, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 579 (2005). ↩ ↩2
«partió el pan», Papa Francisco. Audiencia general del 14 de marzo de 2018 (2018). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16
Sección II: La oración del Señor, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2776. ↩ ↩2
Parte II: Las partes de la misa como guía para el tema del congreso - VI. El rito de la comunión: Respondiendo ‘amén’ a lo que somos - VI. A. Recibir la sagrada comunión, El Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. La Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros, § 113 (2012). ↩ ↩2 ↩3
El Orden de la Misa - El Rito de la Comunión - Oración, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción al inglés según la Tercera Edición Típica), §El Orden de la Misa (2011). ↩ ↩2
La oración del Señor, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Oración del Señor. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Unctionis Infirmorum Eorumque Pastoralis Curae (Atención pastoral a los enfermos: Ritos de la unción y del viático), § 24. ↩
Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris (Orden de la dedicación de una iglesia y un altar), § 128. ↩
Udienza generale mercoledì, 23 giugno 1976 - La preghiera del Signore nostra forza, nostra fiducia, nostra speranza, Papa Pablo VI. Audiencia general del 23 de junio de 1976 (1976). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. 27 de julio de 1986: Misa para la Guardia Suiza y los Oficiales de Seguridad del Vaticano en Castel Gandolfo - Homilía (1986). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A los jóvenes de Inglaterra y Gales en Ninian Park (2 de junio de 1982) - Discurso, § 2 (1982). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Audiencia general del 14 de marzo de 1979 (1979). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. Audiencia general del 21 de octubre de 1981 (1981). ↩
Parte II - La oración de la Iglesia - II. La oración de la comunidad eclesial - A. La divina liturgia—fundamento y cima de la vida de la comunidad cristiana - 3. La liturgia de la eucaristía (liturgia de los fieles) - C. El «Padre nuestro», Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 384 (2016). ↩ ↩2 ↩3
Parte II - La oración de la Iglesia - II. La oración de la comunidad eclesial - A. La divina liturgia—fundamento y cima de la vida de la comunidad cristiana - 3. La liturgia de la eucaristía (liturgia de los fieles) - C. El «Padre nuestro», Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 385 (2016). ↩
A los Obispos de los Estados Unidos de América en su visita ad Limina, Papa Juan Pablo II. A los Obispos de los Estados Unidos de América en su visita ad Limina (4 de diciembre de 1993), § 2 (1993). ↩
Sección II: La oración del Señor, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2801. ↩