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Paganismo

Paganismo
Grabado en cobre de W. Jury según Johann Heinrich Ramberg - Escena de la Noche de Walpurgis de Fausto 1. Dominio Público.

El paganismo abarca todas las religiones que no han sido reveladas por Dios, distinguiéndose del cristianismo, el judaísmo y el islam. Históricamente, el término se aplicó a las poblaciones rurales que mantuvieron sus creencias tradicionales después de la cristianización de las ciudades. La Iglesia Católica reconoce la búsqueda de Dios presente en estas religiones, aunque a menudo entre «sombras e imágenes», y valora la bondad y la verdad que puedan contener como una preparación para el Evangelio. Sin embargo, condena la idolatría, la adivinación y la magia asociadas con ciertas prácticas paganas, al considerarlas incompatibles con la adoración del único Dios verdadero. A lo largo de la historia, la Iglesia ha adoptado una postura de tolerancia hacia las culturas paganas, adaptando ritos y costumbres que no eran inherentemente inmorales, mientras rechazaba la conversión forzada y la profanación de lo sagrado.

Tabla de contenido

Definición y Origen del Término

El término paganismo, en su sentido más amplio, se refiere a todas las religiones que no son la verdadera religión revelada por Dios. En un sentido más restringido, excluye al cristianismo, al judaísmo y al islam, y a menudo se utiliza como sinónimo de politeísmo1. La palabra deriva del latín pagus (campo) y pagani (gente del campo), ya que las poblaciones rurales tendían a conservar sus creencias y prácticas religiosas tradicionales después de que las ciudades se hubieran cristianizado1.

Históricamente, los Padres de la Iglesia mostraron una sabiduría notable al discernir las razones por las cuales Dios permitió o incluso dirigió al Pueblo Elegido a conservar o adaptar ritos de su herencia o entorno pagano, o al menos reconocer estos hechos sin reproche1. Sin embargo, el paganismo como sistema religioso se caracteriza por una mezcla de lo más elevado con lo más bajo, donde la búsqueda de la unión divina, la oración y la pureza coexiste con la brutalidad y el pecado1.

La Visión Católica del Paganismo

La Iglesia Católica, basándose en las Escrituras y la Tradición, sostiene que la humanidad tiene una capacidad natural para conocer a Dios a través de la creación2. Sin embargo, debido al pecado original, esta capacidad se ve oscurecida, lo que puede llevar a la idolatría y a la adoración de demonios3.

Idolatría

La idolatría es una tentación constante para la fe y no se limita a la adoración pagana de dioses falsos. Consiste en divinizar lo que no es Dios, honrando y reverenciando a una criatura en lugar del Creador. Esto puede manifestarse en la adoración de dioses o demonios (como el satanismo), o en la veneración de conceptos como el poder, el placer, la raza, los ancestros, el estado o el dinero4,5. Jesús enseñó que «no se puede servir a Dios y a Mammón»4. La idolatría rechaza el señorío único de Dios y es incompatible con la comunión con Él4. Es una perversión del sentido religioso innato del ser humano, donde el idólatra «transfiere su noción indestructible de Dios a cualquier cosa que no sea Dios»4.

San Pablo, al confrontar el paganismo del Imperio Romano, condenó la idolatría y sus consecuencias, incluyendo la depravación moral y sexual. Argumentó que la autorrevelación de Dios a través de la creación debería llevar a la adoración y la acción de gracias, pero el rechazo deliberado de esto conduce a pensamientos vanos y corazones oscurecidos, resultando en la corrupción del culto verdadero mediante la creación y veneración de imágenes de cosas creadas6.

Adivinación y Magia

La Iglesia Católica rechaza todas las formas de adivinación, incluyendo el recurso a Satanás o demonios, la evocación de los muertos, la consulta de horóscopos, la astrología, la lectura de la palma de la mano, la interpretación de presagios y suertes, la clarividencia y el recurso a médiums. Estas prácticas ocultan un deseo de poder sobre el tiempo, la historia y otras personas, así como un deseo de conciliar poderes ocultos, y contradicen el honor, el respeto y el temor amoroso que se deben solo a Dios4,5.

Asimismo, todas las prácticas de magia o hechicería, que intentan dominar poderes ocultos para ponerlos al servicio personal o ejercer un poder sobrenatural sobre otros (incluso para restaurar la salud), son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son aún más condenables cuando se realizan con la intención de dañar a alguien o cuando recurren a la intervención de demonios. El uso de amuletos también es reprobable, y el espiritismo a menudo implica adivinación o prácticas mágicas, por lo que la Iglesia advierte a los fieles contra ello4,5.

Diálogo y Tolerancia de la Iglesia con las Religiones no Cristianas

A pesar de la condena de las prácticas idolátricas y supersticiosas, la Iglesia Católica ha mantenido una postura de diálogo y respeto hacia las religiones no cristianas.

Reconocimiento de la Verdad y la Bondad

La Iglesia reconoce en otras religiones la búsqueda, entre «sombras e imágenes», del Dios desconocido pero cercano, quien da vida y aliento a todos y desea la salvación de todos los hombres7. Por ello, considera toda bondad y verdad hallada en estas religiones como «una preparación para el Evangelio y dada por Él, que ilumina a todos los hombres para que al fin tengan vida»7. Los Padres de la Iglesia y los Escolásticos han sostenido que los paganos poseen un conocimiento natural de Dios, aunque oscuro e imperfecto, que puede incluir la idea de un Dios único y providente8.

El Concilio Vaticano II, en la declaración Nostra Aetate, subraya la interdependencia creciente de los pueblos, la búsqueda humana del sentido de la vida, el origen y destino común de la humanidad, y el valor de las religiones como búsqueda de Dios o del Absoluto. La Iglesia mira con benevolencia y atención las religiones, apreciando sus compromisos espirituales y morales, y no rechaza nada de lo que es bello y verdadero en ellas9.

Rechazo de la Conversión Forzada

La Iglesia siempre se ha opuesto a las conversiones forzadas. El Papa León XIII, en su encíclica Immortale Dei (1885), enfatizó que «la Iglesia siempre ha tenido gran cuidado de que nadie sea obligado contra su voluntad a abrazar la fe católica, porque, como sabiamente declara Agustín: 'el hombre no puede creer si no quiere'»10. Por esta razón, la Iglesia ha mostrado tolerancia hacia los judíos y ha prohibido hacer la guerra a naciones paganas solo por su incredulidad, a menos que ataquen a misioneros cristianos o a estados cristianos10.

A lo largo de la historia, la influencia de la Iglesia se ha ejercido repetidamente para proteger a las razas paganas de la conversión forzada, y ha tolerado ritos religiosos entre pueblos indígenas que no eran abiertamente degradantes o inmorales. Por ejemplo, en la evangelización del Nuevo Mundo, la autoridad eclesiástica a menudo abogó por la simpatía hacia los nativos y la indulgencia con sus observancias religiosas, mientras que el celo fanático a veces provenía de los conquistadores españoles11.

Inculturación del Evangelio

El verdadero significado de la inculturación del Evangelio radica en anunciar la Buena Nueva de Cristo Salvador, respetando lo bueno y lo verdadero que existe en las culturas12. La uniformidad no es cristiana; la unidad sí, pero no la uniformidad. Ha habido errores en la historia de la evangelización al intentar imponer un único modelo cultural, incluso recurriendo a la violencia, lo que ha privado a la Iglesia de la riqueza de muchas expresiones locales12. La visión de la libertad de San Pablo, iluminada por el misterio de Cristo, quien en su encarnación se unió de alguna manera a cada persona, implica el deber de respetar el origen cultural de cada individuo, ofreciéndoles un espacio de libertad no restringido por imposiciones de una cultura dominante12.

Diálogo Interreligioso

El diálogo interreligioso y la evangelización no se excluyen mutuamente, sino que se nutren mutuamente13. El Papa Francisco ha destacado la importancia de promover la amistad y el respeto entre personas de diferentes tradiciones religiosas, especialmente en un mundo cada vez más interconectado y con fenómenos migratorios crecientes13. Este diálogo no implica renunciar a la propia identidad ni comprometer la fe y la moral cristianas. Por el contrario, la verdadera apertura implica mantenerse firme en las convicciones más profundas, con una identidad clara y gozosa, y estar abierto a comprender las religiones de los demás13.

El diálogo constructivo ayuda a superar el miedo a las tradiciones religiosas y a la dimensión religiosa en sociedades secularizadas13. La coexistencia respetuosa de la diversidad es el camino hacia el futuro, no la homologación a un único modo de pensamiento teóricamente neutral. El reconocimiento del derecho fundamental a la libertad religiosa en todas sus dimensiones es ineludible, y la Iglesia está convencida de que la paz mundial pasa por este camino13.

Paganismo y la Historia del Cristianismo

La relación entre el paganismo y el cristianismo ha sido compleja. Los Padres de la Iglesia a menudo veían en las analogías paganas la astucia del diablo, pero también reconocían elementos de verdad o preparación1.

Influencias Recíprocas y Adaptación Cultural

Aunque la Iglesia ha moldeado enérgicamente palabras y conceptos para adaptarlos a su propio dogma y expresión, la influencia directa del paganismo en el cristianismo ha sido mínima. La Iglesia ha asimilado lo que ha podido adaptar, «bautizando» elementos como el Panteón, y ha rechazado lo que no podía1. Elementos como el agua, el aceite, la luz, el incienso, el canto, las procesiones, la postración, la decoración de altares y las vestimentas sacerdotales son expresiones del instinto religioso universal y no necesariamente préstamos directos1. Incluso algunas fiestas paganas pudieron haber sido «bautizadas», como las procesiones de las Rogativas, que podrían haber reemplazado a las Ambarvalia, o la fecha de la Navidad, que podría deberse al mismo instinto que situó el Natalis Invicti del culto solar el 25 de diciembre1.

Represión y Demolición de Templos

En ciertos momentos históricos, la Iglesia, con el apoyo de las autoridades civiles, tomó medidas más enérgicas contra el paganismo. Por ejemplo, el emperador, al observar que la idolatría se fomentaba por el fácil acceso a los templos, ordenó el cierre de las entradas de todos los templos y, finalmente, la demolición de muchos de ellos. Esto llevó a que muchos paganos, privados de sus lugares de culto, comenzaran a frecuentar las iglesias cristianas14.

Sin embargo, esta represión no estuvo exenta de desafíos. En un caso reportado por Sozomen, cuando el Nilo no desbordó sus orillas en la estación adecuada, los egipcios atribuyeron el hecho a la prohibición de los sacrificios paganos. El emperador, priorizando su fidelidad a Dios, respondió que el río debía dejar de fluir si los encantamientos o la sangre eran necesarios para su curso. Poco después, el Nilo desbordó con tal violencia que muchas eminencias quedaron sumergidas, llevando a muchos egipcios a abandonar sus supersticiones y abrazar el cristianismo14.

Conclusión

El paganismo, en la doctrina católica, se define por su diferencia de la religión revelada por Dios y se caracteriza por la idolatría, la adivinación y la magia, que son incompatibles con la adoración del único Dios. Sin embargo, la Iglesia reconoce la búsqueda de Dios y los elementos de verdad y bondad presentes en las religiones no cristianas. A lo largo de la historia, la Iglesia ha buscado el diálogo, ha rechazado la conversión forzada y ha permitido la inculturación del Evangelio, adaptando elementos culturales que no contradicen la fe, mientras mantiene una postura firme contra las prácticas que deshonran a Dios.

Citas

  1. Paganismo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Paganismo. 2 3 4 5 6 7 8

  2. capítulo uno creo en Dios Padre, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1.2.1.

  3. El estado del hombre caído: consideraciones teológicas, magisteriales y escriturísticas, Guy Mansini, O.S.B. Conocer a Dios a partir de las cosas creadas, § 5.

  4. sección dos los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 3.2. 2 3 4 5 6

  5. capítulo uno amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, Catecismo de la Iglesia Católica, § 3.2.1. 2 3

  6. B2. Criterios específicos - 2.2. Segundo criterio específico: Contraste - 2.1. Primer criterio específico: Convergencia - C. La oposición de Pablo al culto pagano, Pontificia Comisión Bíblica. La Biblia y la Moral: Raíces Bíblicas de la Conducta Cristiana, § 114 (2008).

  7. capítulo tres creo en el Espíritu Santo, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1.2.3. 2

  8. Tradición teológica católica, Guy Mansini, O.S.B. Conocer a Dios a partir de las cosas creadas, § 6.

  9. Introducción de la audiencia general del 28 de octubre de 2015, Papa Francisco. Audiencia General del 28 de octubre de 2015 (2015).

  10. Tolerancia religiosa, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Tolerancia Religiosa. 2

  11. Historia de la tolerancia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Historia de la Tolerancia.

  12. Papa Francisco. Audiencia General del 13 de octubre de 2021 (2021). 2 3

  13. A los participantes en la asamblea plenaria del consejo pontificio para el diálogo interreligioso, Papa Francisco. A los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso (28 de noviembre de 2013) (2013). 2 3 4 5

  14. Capítulo 20. Extensión de nuestras doctrinas, y demolición completa de los templos idólatras. Inundación del Nilo, Salamanes Hermias Sozomenos (Sozomen). Historia Eclesiástica - Rufino de Aquilea, §Libro VII - Capítulo 20 (402). 2