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Cruz

Papa Adriano II

Papa Adriano II
Papa Adriano II. Dominio Público.

Adriano II fue el 106º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde el 14 de diciembre de 867 hasta el 14 de diciembre de 8721. Proveniente de una noble familia romana que ya había dado a la Iglesia dos pontífices, Esteban III y Sergio II, Adriano II fue elegido a la edad de setenta y cinco años, habiendo rechazado el cargo en dos ocasiones anteriores2. Su papado estuvo marcado por la continuidad de la vigorosa política de su predecesor, San Nicolás I, buscando mantener la paz entre los descendientes de Carlomagno y afirmando la autoridad papal tanto en asuntos eclesiásticos como políticos2,1. Enfrentó desafíos significativos, incluyendo el Cisma de Focio en el Este y tragedias personales, como el asesinato de su esposa e hija, un evento inusual para un papa que había estado casado antes de su ordenación1. A pesar de estas dificultades, Adriano II trabajó para fortalecer la unidad de la Iglesia y expandir su influencia en Europa del Este, particularmente a través de su apoyo a los santos Cirilo y Metodio1.

Tabla de contenido

Primeros años y elección al Papado

Nacido en una noble familia romana, Adriano había estado casado antes de recibir las órdenes sagradas2. Su linaje ya había contribuido con dos papas anteriores, Esteban III y Sergio II, a la Iglesia2. Antes de su elección, se había distinguido por su caridad y amabilidad, lo que le valió el afecto universal del clero y del pueblo romano2. A la edad de setenta y cinco años, y tras haber rechazado la dignidad papal en dos ocasiones anteriores, fue finalmente elegido para suceder a San Nicolás I, aunque con gran renuencia por su parte2.

Pontificado (867-872)

El pontificado de Adriano II se caracterizó por su esfuerzo en mantener la autoridad papal y la unidad de la Iglesia en un período de considerables desafíos políticos y eclesiásticos1.

Relaciones con el Imperio Carolingio

Adriano II continuó la política de su predecesor, San Nicolás I, de buscar la paz y la estabilidad entre los herederos de Carlomagno, que a menudo se encontraban en conflicto2. En un encuentro en Monte Cassino, readmitió a la comunión al arrepentido rey Lotario de Lorena, después de que este jurara públicamente que no había tenido relaciones con su concubina desde la prohibición papal y que regresaría con su esposa legítima, Teutberga, acatando la decisión final de la Sede Romana2. Esta acción demostró la firmeza del Papa en asuntos morales y matrimoniales, incluso frente a monarcas poderosos.

El Octavo Concilio Ecuménico y el Cisma de Focio

Uno de los logros más importantes de su pontificado fue la convocatoria del Octavo Concilio General, celebrado en Constantinopla en 8692,3. Adriano II presidió este concilio a través de diez legados, logrando la deposición de Focio, el Patriarca de Constantinopla, y la restauración de la unidad entre las Iglesias de Oriente y Occidente2,1,3. Este evento fue crucial para abordar las tensiones persistentes del Cisma de Focio, aunque la reconciliación fue temporal1.

Misiones eslavas y la liturgia eslava

Adriano II jugó un papel fundamental en la evangelización de los pueblos eslavos1. Apoyó activamente los esfuerzos de los santos hermanos Cirilo y Metodio en sus misiones2,1,3. De particular importancia fue su respaldo a la traducción de la liturgia a la lengua eslava, una decisión que tuvo una influencia duradera en la cultura y la fe de estas naciones2,1. Este apoyo ayudó a salvar a los eslavos occidentales de un destino similar al de los búlgaros, quienes, a pesar de los esfuerzos del Papa, optaron por adherirse al patriarcado de Constantinopla, una elección que, según la Catholic Encyclopedia, les traería «ruina y estancamiento»2.

Tragedia personal

El pontificado de Adriano II estuvo ensombrecido por una profunda tragedia personal. Antes de tomar las órdenes sagradas, había estado casado, y su avanzada edad se vio marcada por el asesinato de su esposa e hija2,1. Esta situación fue única para un papa y añadió una dimensión de sufrimiento personal a sus responsabilidades eclesiásticas1.

Legado

Adriano II falleció a finales del año 8722. Su pontificado, aunque relativamente breve, fue significativo por su firmeza en la defensa de la autoridad papal, su papel en la resolución temporal del Cisma de Focio y su visión al apoyar la inculturación de la fe entre los eslavos a través del uso de su propia lengua en la liturgia2,1. Su compromiso con la unidad de la Iglesia y su habilidad diplomática en un período turbulento dejaron una huella duradera en la historia del papado y de Europa1.

Citas

  1. Papa #106: Adrián II, Magisterium AI. Breve historia de los papas de la Iglesia católica, §Papa 106: Adrián II (2024). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  2. Papa Adrián II, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Adrián II. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16

  3. Papa Pío XI. Rerum Orientalium (1928). 2 3