Wikitólica

La enciclopedia y wiki católica en español

Cruz

Papa Agatón

Papa Agatón
Papa Agatón. Dominio Público.

El Papa Agatón, también conocido como San Agatón, fue el septuagésimo noveno obispo de Roma y líder de la Iglesia Católica, cuyo pontificado transcurrió desde el año 678 hasta el 681. Originario de Sicilia, se le recuerda por su piedad, caridad y por su papel crucial en la condena de la herejía monotelita durante el Sexto Concilio Ecuménico. Su legado incluye la restauración de San Wilfrido a la sede de York y la concesión de privilegios a varios monasterios ingleses. Es venerado como santo tanto en la Iglesia Latina como en la Griega.

Tabla de contenido

Vida Temprana y Ascenso al Pontificado

Agatón nació en Sicilia hacia finales del siglo VI, siendo de origen griego siciliano1,2. Antes de abrazar la vida monástica en Palermo, estuvo casado y se dedicó a actividades seculares durante veinte años2. Posteriormente, se convirtió en monje benedictino en San Hermes en Palermo1. Al momento de su elección papal, en el año 678, ya era tesorero de la Iglesia en Roma y, según algunas fuentes, tenía más de 100 años cuando sucedió al Papa Dono1,2.

Pontificado y Contribuciones

El pontificado de Agatón, aunque breve, fue significativo para la Iglesia.

Restauración de San Wilfrido

Poco después de asumir el papado, Agatón intervino en un importante asunto eclesiástico. San Wilfrido, Arzobispo de York, había sido depuesto injustamente de su sede por Teodoro de Canterbury1. Wilfrido viajó a Roma para apelar a la autoridad de la Santa Sede. El Papa Agatón convocó un sínodo en el Laterano para investigar el caso, y tras la evaluación, Wilfrido fue restaurado a su sede1.

El Sexto Concilio Ecuménico (Tercer Concilio de Constantinopla)

El evento más destacado del pontificado de Agatón fue el Sexto Concilio Ecuménico, celebrado en Constantinopla entre los años 680 y 6811. Agatón presidió el concilio a través de sus tres legados2. Este concilio se convocó para abordar la herejía monotelita, que sostenía que Cristo tenía una sola voluntad divina, en lugar de dos voluntades, divina y humana, en perfecta armonía.

Agatón confutó esta herejía en una erudita carta basada en la tradición de la Iglesia Apostólica de Roma2. En esta carta, afirmó que la Iglesia de Roma era reconocida por toda la Iglesia Católica como la madre y maestra de todas las iglesias, derivando su autoridad superior de San Pedro, a quien Cristo confió todo su rebaño con la promesa de que su fe nunca fallaría2,3,4. El concilio aprobó esta epístola como regla de fe, declarando que «Pedro habló por Agatón»2.

Durante las sesiones del concilio, la carta de Agatón y la de 125 obispos del sínodo romano fueron examinadas y aprobadas3. A pesar de la condena de Honorio por monotelismo, Agatón se mantuvo firme en la enseñanza de que la Sede de Roma nunca había sido contaminada por doctrinas heréticas y nunca lo sería, según la promesa divina4. Él afirmó que los pontífices apostólicos, sus predecesores, siempre habían cumplido con la tarea de fortalecer a sus hermanos3. El concilio reconoció la carta de Agatón como divinamente escrita, «como por el Príncipe de los Apóstoles», y a través de ella se logró erradicar la herejía monotelita5.

Desafíos y Muerte

Agatón vivió en tiempos difíciles2. Las incursiones bárbaras en Roma y sus alrededores dificultaban el cultivo de las «gracias del habla» y obligaban a las personas a ganarse el sustento diario con trabajo manual2. Agatón excusó el deficiente griego de sus legados enviados a Constantinopla con estas palabras: «pero conservamos, con sencillez de corazón, la fe que nuestros padres nos han transmitido»2.

El Papa Agatón falleció en el año 681, antes de que el concilio concluyera sus sesiones y antes de que los decretos del concilio llegaran a Roma para su aprobación1,2. Fue sepultado en San Pedro el 10 de enero de 6811.

Legado y Canonización

Agatón fue notable por su benevolencia, dulzura de temperamento y caridad1,2. Se le atribuyen muchos milagros, por lo que se le ha llamado Taumaturgo o «Hacedor de Maravillas»1. Su memoria es celebrada tanto por la Iglesia Latina como por la Griega, y es venerado como santo1,2. Su festividad se conmemora el 10 de enero2.

Citas

  1. Catholic Encyclopedia, Pope St. Agatho. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

  2. Butler’s Lives of the Saints: Volume I, page 79. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  3. Third Council of Constantinople (A.D. 680-681), The Letter of Agatho, Pope of Old Rome, to the Emperor, and the Letter of Agatho and of 125 Bishops of the Roman Synod, Addressed to the Sixth Council. 2 3

  4. St. Thomas Aquinas and the Origins of the Doctrine of Papal Infallibility, page 11. 2

  5. Third Council of Constantinople (A.D. 680-681), Letter of the Council to St. Agatho.