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Cruz

Papa Alejandro IV

Papa Alejandro IV
Dominio Público.

Alejandro IV, nacido Rinaldo Conti, fue el 181º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado abarcó desde el 12 de diciembre de 1254 hasta el 25 de mayo de 12611. Perteneciente a la noble casa de Segni, que ya había dado a la Iglesia a los Papas Inocencio III y Gregorio IX, Alejandro IV se enfrentó a un período de intensos desafíos políticos en Europa, particularmente en relación con el Sacro Imperio Romano Germánico y el reino de Sicilia2,1. A pesar de los turbulentos asuntos temporales que marcaron gran parte de su reinado, se dedicó con diligencia a los asuntos espirituales de la Iglesia, mostrando un notable favor hacia las órdenes mendicantes, canonizando a Santa Clara, y defendiendo la verdad de los estigmas de San Francisco de Asís2.

Tabla de contenido

Primeros Años y Elección Papal

Rinaldo Conti fue creado Cardenal-Diácono en 1227 por su tío, el Papa Gregorio IX, y cuatro años más tarde se convirtió en Cardenal-Obispo de Ostia2. Gregorio IX le transmitió su preocupación por la Orden Franciscana, a la que Rinaldo Conti, como futuro Papa, mostraría gran predilección2.

Tras la muerte de Inocencio IV en Nápoles el 7 de diciembre de 1254, el anciano Cardenal Rinaldo Conti fue elegido unánimemente para sucederle2. Él mismo afirmó haber aceptado el papado con gran reticencia ante las insistencias del Colegio Cardenalicio2.

Pontificado y Desafíos Políticos

El pontificado de Alejandro IV estuvo marcado por la continuidad de la política de su predecesor, Inocencio IV, en la lucha contra la dinastía Hohenstaufen2,3.

Conflicto con los Hohenstaufen

Alejandro IV heredó el conflicto con los descendientes de Federico II, que se había recrudecido bajo Inocencio IV2,4,5. A pesar de las sugerencias de algunos historiadores contemporáneos, como Mateo de París, de que una política diferente hacia Conrado IV y su hijo Conradino podría haber evitado desastres futuros para la Iglesia y el Imperio, Alejandro IV persistió en la estrategia de erradicación de la estirpe Hohenstaufen2. El Papa consideraba que la iniquidad era hereditaria en esta familia, lo que le llevó a buscar el apoyo de monarcas franceses o ingleses para contrarrestar el poder alemán2.

En este contexto, el 25 de marzo de 1255, Alejandro IV excomulgó a Manfredo, el hijo de Federico II, y poco después firmó un tratado con Enrique III de Inglaterra, cediendo el reino vasallo de las Dos Sicilias a Edmundo de Lancaster, el segundo hijo de Enrique2. En la disputa por la corona alemana tras la muerte de Guillermo de Holanda en 1256, el Papa apoyó a Ricardo de Cornualles contra Alfonso de Castilla2. Estas medidas, aunque le proporcionaron asistencia económica, también generaron resentimiento entre el clero y el pueblo inglés debido a las exigencias de la Sede Romana2.

El poder de Manfredo, sin embargo, creció constantemente. En agosto de 1258, tras un rumor que él mismo difundió sobre la muerte de Conradino en Alemania, Manfredo fue coronado rey en Palermo, convirtiéndose en el líder reconocido del partido gibelino en Italia2. Alejandro IV presenció cómo Manfredo, victorioso en Montaperti (1260), se convertía en el gobernante supremo del centro y sur de Italia2.

Esfuerzos por la Paz y la Unidad

A pesar de los conflictos en el sur, Alejandro IV tuvo más éxito en el norte de Italia, donde sus cruzados lograron aplastar al tirano Ezzelino2. Sin embargo, en Roma, la autoridad papal estaba casi olvidada, ya que la ciudad estaba bajo el control de magistrados hostiles y aliada con Manfredo2.

El Papa también realizó esfuerzos para unir a las potencias cristianas contra la inminente invasión de los tártaros, pero el espíritu de las cruzadas había disminuido y la unidad de la Cristiandad era cosa del pasado2.

Gobierno Espiritual y Patronato de las Órdenes Mendicantes

A pesar de las dificultades políticas, Alejandro IV gobernó los asuntos espirituales de la Iglesia con dignidad y prudencia2.

Apoyo a Franciscanos y Dominicos

Alejandro IV mostró un gran favor a las órdenes mendicantes, especialmente a los franciscanos y dominicos, que desempeñaron un papel crucial en la vida espiritual y social de la Iglesia2,1. Uno de sus primeros actos oficiales fue la canonización de Santa Clara2. En un diploma, afirmó la verdad de la impresión de los estigmas de San Francisco de Asís, y San Buenaventura relata que el Papa afirmó en un sermón haberlos visto2.

El Papa también protegió a los frailes en las violentas controversias suscitadas en la Universidad de París por Guillermo de Saint-Amour2. En 1255, condenó un tratado de Guillermo de Saint-Amour titulado «Sobre los peligros de los últimos tiempos» como «malvado, criminal y detestable», y sus reglas y documentos como «malvados, falsos e impíos», ordenando su quema y destrucción6,7. Este tratado contenía declaraciones contra el estado de los pobres mendicantes y contra la autoridad del Romano Pontífice y los obispos, y se consideraba una fuente de escándalo y distorsión que desviaba a los fieles de la devoción y la limosna8,7.

Reconocimiento de Universidades

Alejandro IV también extendió su apoyo a las instituciones educativas. En 1255, emitió varias bulas importantes para la Universidad de Salamanca. El 6 de abril de 1255, confirmó el estudio general de Salamanca con la bula Inter ea quae placita9. El 15 de julio de 1255, concedió a la Universidad el uso de un sello común mediante la bula Petitionibus vestris benignum impertientes10. Finalmente, el 22 de septiembre de 1255, con la bula Dignum arbitramur et congruum, otorgó validez universal a los grados concedidos por la Universidad de Salamanca, eliminando la necesidad de exámenes repetidos para quienes desearan enseñar en otros lugares11.

Muerte y Legado

Alejandro IV murió el 25 de mayo de 1261 en Viterbo, profundamente afligido por su impotencia para contener los males de la época2. La ubicación exacta de su tumba en la catedral de Viterbo es desconocida12. Su muerte marcó el inicio de un período en el que la corte papal permaneció en Viterbo durante veinte años, y varios de sus sucesores fueron elegidos allí12.

A pesar de los desafíos y las críticas a su política temporal, Alejandro IV es recordado por sus esfuerzos en la promoción de la autoridad papal, la reforma clerical y su decidido apoyo a las órdenes mendicantes, consolidando su papel en el desarrollo de la Iglesia medieval1.

Citas

  1. Papa #181: Alejandro IV, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 181: Alejandro IV (2024). 2 3 4

  2. Papa Alejandro IV, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Alejandro IV. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

  3. Papa #180: Inocencio IV, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 180: Inocencio IV (2024).

  4. Papa Inocencio IV, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Inocencio IV.

  5. Federico II, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Federico II.

  6. Alejandro IV 1254-1261: Errores de Guillermo de St. Amour (concerniente a los mendicantes), Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 844 (1854).

  7. Alejandro IV 1254-1261: Errores de Guillermo de St. Amour (concerniente a los mendicantes), Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 840 (1854). 2

  8. Alejandro IV 1254-1261: Errores de Guillermo de St. Amour (concerniente a los mendicantes), Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 843 (1854).

  9. Papa Alejandro IV. Inter ea quae placita (1255).

  10. Papa Alejandro IV. Petitionibus vestris benignum impertientes (1255).

  11. Papa Alejandro IV. Dignum arbitramur et congruum (1255).

  12. Diócesis de Viterbo y Toscanella, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Diócesis de Viterbo y Toscanella. 2