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Cruz

Papa Benedicto XV

Papa Benedicto XV
Dominio Público.

Giacomo Paolo Giovanni Battista della Chiesa, conocido como el Papa Benedicto XV, fue el 258º Papa de la Iglesia Católica, sirviendo desde el 3 de septiembre de 1914 hasta el 22 de enero de 19221. Su pontificado estuvo dominado por la Primera Guerra Mundial, que estalló poco después de su elección, y sus secuelas devastadoras. Benedicto XV se distinguió por su incansable defensa de la paz, la reconciliación y los esfuerzos humanitarios, buscando posicionar a la Iglesia como mediadora en los conflictos internacionales y promoviendo una paz justa basada en los principios cristianos1.

Tabla de contenido

Primeros años y carrera eclesiástica

Nacido en Génova, Italia, en 1854, Giacomo della Chiesa no mostró un interés particular en el mundo del Oriente cristiano durante su formación, que estaba más orientada hacia la diplomacia y el derecho que hacia la teología o la historia2. Sin embargo, durante sus años como secretario en la Secretaría de Estado, colaboró con Mariano Rampolla del Tindaro y se ocupó de diversas cuestiones relacionadas con los católicos orientales, leyendo asiduamente el diario romano Bessarione2. Antes de su elección al papado, también sirvió un breve período como obispo de Bolonia2.

El pontificado en tiempos de guerra

Benedicto XV ascendió al trono de San Pedro en un momento crítico, justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial2. Su primer acto significativo fue la encíclica Ad Beatissimi Apostolorum, emitida el 1 de noviembre de 1914, en la que describió el conflicto europeo como un «espectáculo tristísimo y lamentable» que provocaría una «matanza enorme»3. Desde el inicio de su papado, y hasta su muerte en 1922, imploró el fin de la guerra, tanto por el bien de la sociedad humana como por el de la Iglesia3.

Llamados a la paz y la reconciliación

El pontificado de Benedicto XV se caracterizó por un fuerte énfasis en la paz y la reconciliación1.

La «Nota a los Jefes de los Pueblos Beligerantes»

El 1 de agosto de 1917, en medio de la guerra, el Papa Benedicto XV emitió la «Nota a los Jefes de los Pueblos Beligerantes», una propuesta audaz para la resolución del conflicto y el establecimiento de un nuevo orden mundial4. Aunque sus invitaciones y propuestas fueron duramente criticadas y rechazadas por muchos en ese momento, la historia ha reconocido su «excelente grandeza» y «magnánimo coraje» al pedir la paz en nombre de las familias, los jóvenes y los pobres del mundo4.

La encíclica Pacem, Dei Munus Pulcherrimum

Después del armisticio en 1918, Benedicto XV centró sus esfuerzos en promover medios pacíficos para resolver disputas entre las naciones5. La brutalidad de la Gran Guerra lo había convencido de esta necesidad, lo que se manifestó en su encíclica de 1920, Pacem, Dei Munus Pulcherrimum5. En esta carta, enfatizó la necesidad de reemplazar la enemistad con el perdón, promoviendo la ayuda a quienes habían sufrido la guerra5. El Papa abogó por una «guerra» contra «la enemistad y el odio», entendiendo que las guerras suelen tener causas subyacentes que pueden evitarse si las naciones se concentran en relaciones amistosas que promuevan «los derechos de la justicia»5.

Esfuerzos humanitarios y atención a los católicos orientales

El Papa Benedicto XV demostró una profunda preocupación por el sufrimiento humano causado por el conflicto2.

Ayuda a prisioneros de guerra y poblaciones civiles

Los documentos de los archivos vaticanos revelan el compromiso concreto de la Santa Sede, sin discriminación de origen nacional o confesión religiosa, en favor de los soldados internados durante la guerra2. Su pontificado logró resultados sobresalientes en este aspecto, a pesar de los recursos limitados y la complejidad de los problemas, lo que le valió el tributo del público mundial una vez cesadas las hostilidades2.

También se preocupó por la hambruna en el Imperio Ruso en el último año de su pontificado, deseando y preparando una misión pontificia de asistencia que permaneció activa hasta 1924, salvando miles de vidas humanas, especialmente niños2.

Promoción de la dignidad de los católicos orientales

Benedicto XV también se centró en la difícil situación de los católicos en las áreas afectadas por el conflicto, especialmente en Europa Central y Oriental y en el Imperio Otomano2. Manifestó su compromiso con tres directrices fundamentales: restaurar la antigua dignidad de los católicos orientales, proteger su disciplina litúrgica tradicional, apelar a los ortodoxos para restablecer la unión con Roma, y mostrar una «solidaridad concreta con estas comunidades en el torbellino de los acontecimientos políticos y militares»2. Cumplió escrupulosamente este último compromiso, tanto a favor de las poblaciones civiles como de los prisioneros2.

Estaba particularmente interesado en la difícil situación de las comunidades armenias y cristianas sirias y libanesas, «a menudo afligidas por crueles deportaciones y masacres y torturadas por el hambre»2. A pesar de que la desconfianza de las potencias europeas comprometió la eficacia de sus intervenciones en varios casos, su preocupación fue constante2.

Legado

El Papa Benedicto XV es recordado como un «profeta desarmado» que, en un mundo asolado por la guerra, abogó incansablemente por la paz y la caridad4. Su sucesor, el Papa Pío XI, reconoció que las «mismas condiciones tristes» que preocuparon a Benedicto XV persistían en el mundo, y adoptó sus pensamientos y soluciones a estos problemas como propios, esperando una verdadera y duradera reconciliación6.

Además de sus esfuerzos por la paz, Benedicto XV fue el fundador de la Congregación para la Iglesia Oriental (más tarde Iglesias Orientales) y del Pontificio Instituto Oriental de Roma2. En 1920, proclamó a San Efrén Doctor de la Iglesia Universal2. A pesar de las dificultades de su tiempo, su papado se caracterizó por su compasión y su compromiso con la paz1.

Citas

  1. Papa #258: Benedicto XV, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 258: Benedicto XV (2024). 2 3 4

  2. Benedicto XV, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Benedicto XV (2015). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

  3. Robert John Araujo, S.J. Enseñanzas católicas romanas sobre el uso de la fuerza: Evaluando derechos y errores desde la Primera Guerra Mundial hasta Irak, § 3. 2

  4. Papa Juan Pablo II. A los fieles de la diócesis de Génova (16 de mayo de 1987) - Discurso, § 4 (1987). 2 3

  5. Robert John Araujo, S.J. Enseñanzas católicas romanas sobre el uso de la fuerza: Evaluando derechos y errores desde la Primera Guerra Mundial hasta Irak, § 4. 2 3 4

  6. Papa Pío XI. Ubi Arcano Dei Consilio, § 8 (1922).