Papa Cornelio

San Cornelio fue el vigésimo primer Papa de la Iglesia Católica, sirviendo desde el año 251 hasta el 253 d.C. Su pontificado se desarrolló en un período tumultuoso marcado por la persecución del emperador Decio y las divisiones internas provocadas por el cisma novaciano. Cornelio defendió una postura de misericordia hacia los cristianos que habían apostatado durante la persecución, permitiendo su readmisión en la Iglesia tras un período de penitencia. Su firmeza en la fe y su liderazgo en medio de la adversidad lo llevaron al exilio y, finalmente, al martirio bajo el emperador Galo.
Tabla de contenido
Elección y Contexto Histórico
La elección de Cornelio como obispo de Roma tuvo lugar alrededor de marzo del año 251 d.C., tras un período de vacancia papal de aproximadamente catorce meses, provocado por el martirio de su predecesor, el Papa Fabián, el 20 de enero del 250 d.C. durante la persecución de Decio1,2. En ese momento, la persecución había disminuido debido a la ausencia del emperador, quien enfrentaba rivales por el trono. Esta pausa permitió que dieciséis obispos se reunieran en Roma para proceder con la elección1.
A pesar de su reticencia, Cornelio fue elegido por el «juicio de Dios y de Cristo», con el testimonio de casi todo el clero, el voto del pueblo presente y el consentimiento de sacerdotes ancianos y hombres de bien. Su elección fue vista como un acto de gran fortaleza, ya que asumió el cargo en un momento en que el tirano Decio profería amenazas inauditas contra los obispos1. San Cipriano de Cartago elogió la valentía de Cornelio, considerándolo digno de ser contado entre los confesores y mártires que esperaron con intrepidez la espada, la cruz o la hoguera1.
El Cisma Novaciano
Pocas semanas después de su elección, Cornelio enfrentó una grave división interna conocida como el cisma novaciano. Novaciano, un sacerdote romano rigorista, se autoproclamó antipapa1,3. La controversia principal radicaba en la readmisión de los lapsi, aquellos cristianos que habían apostatado o sacrificado a los dioses paganos durante la persecución de Decio1,3.
Novaciano sostenía que la Iglesia no tenía autoridad para perdonar a los lapsi y que no debían ser readmitidos en la comunión eclesial, incluso después de hacer penitencia. En contraste, Cornelio, apoyado por San Cipriano de Cartago y San Dionisio el Grande de Alejandría, defendió una postura más misericordiosa. Sancionó medidas más suaves para la restauración de los caídos, permitiendo su retorno a la comunión después de diversas formas de penitencia1,3.
El apoyo de San Cipriano fue crucial, asegurando la adhesión de cien obispos africanos a Cornelio. La influencia de San Dionisio también llevó a que Oriente se alineara con la decisión correcta en pocos meses1. En Italia, el Papa convocó un sínodo de sesenta obispos para abordar la cuestión1. Eusebio de Cesarea menciona que Cornelio escribió varias cartas a Fabio, obispo de Antioquía, detallando las faltas en la elección y conducta de Novaciano, y exponiendo las causas de la herejía novaciana1,4.
En una de estas cartas, Cornelio proporcionó una visión de la Iglesia romana de su tiempo, mencionando que contaba con cuarenta y seis sacerdotes, siete diáconos, siete subdiáconos, cuarenta y dos acólitos, cincuenta y dos ostiarios, y más de mil quinientas viudas y personas en necesidad. A partir de estos datos, algunos historiadores estiman que el número de cristianos en Roma podría haber ascendido a cincuenta mil1.
Persecución y Martirio
A principios del año 252 d.C., una nueva persecución estalló repentinamente bajo el emperador Galo1,3. Cornelio fue exiliado a Centumcellæ (la actual Civitavecchia)1. Durante este período, no hubo deserciones entre los cristianos romanos, quienes se mantuvieron firmes en su fe. San Cipriano escribió que el Papa «guió a sus hermanos en la confesión», haciendo una clara referencia a la confesión de San Pedro. Destacó la fe unánime de toda la Iglesia romana y la gloriosa fortaleza que el apóstol San Pablo había elogiado en ellos1.
Cornelio murió mártir en junio del 253 d.C.1,3. Aunque algunas fuentes posteriores afirman que fue decapitado, el Liber Pontificalis indica que «recibió el descanso con gloria» en el exilio, lo que podría sugerir que falleció debido a las rigurosidades de su destierro1.
Legado y Veneración
El pontificado de San Cornelio, aunque breve, fue fundamental para la Iglesia primitiva. Su defensa de la misericordia y la unidad frente al cisma novaciano consolidó la doctrina de la Iglesia sobre el perdón de los pecados y la readmisión de los penitentes3.
San Cornelio no fue enterrado en la capilla de los Papas, sino en una catacumba adyacente, posiblemente de una rama de la noble familia Cornelia. Su inscripción en latín, CORNELIUS MARTYR, lo distingue de las inscripciones en griego de Papas anteriores como Fabián y Lucio1.
La fiesta de San Cornelio se celebra junto con la de San Cipriano el 14 de septiembre1. San Jerónimo, aunque erróneamente, afirmó que ambos sufrieron martirio el mismo día en años diferentes; sin embargo, la celebración conjunta en Roma en la tumba de Cornelio es un hecho histórico, como lo atestigua la «Depositio Martirum» del siglo IV1. Su sucesor fue San Lucio I, quien ocupó el cargo por menos de ocho meses antes de ser sucedido por San Esteban I5.
San Cornelio es el vigésimo primer Papa en la lista de Papas de la Iglesia Católica6.
Citas
Papa Cornelio, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Cornelio. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19
B20: San Fabián, papa y mártir (d. C. 250), Alban Butler. Las vidas de los santos de Butler: Volumen I, § 143. ↩
Papa #21: San Cornelio, Magisterium AI. Breve historia de los papas de la Iglesia católica, §Papa 21: San Cornelio (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
B66. Papa Cornelio, Eusebio Sofronio Jerónimo (Jerónimo de Estridón o San Jerónimo). De Viris Illustribus (Sobre los hombres ilustres), § 66 (392). ↩
Los obispos de Roma en aquellos tiempos, Eusebio de Cesarea. Historia eclesiástica (Eusebio de Cesarea), §Libro VII. Capítulo 2. 1 (325). ↩
La lista de papas, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §La lista de papas. ↩