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Cruz

Papa Eugenio I

Papa Eugenio I
Dominio Público.

Eugenio I fue el 75º obispo de Roma y Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde el año 654 hasta el 657. Su elección se produjo en un período de intensa controversia teológica y política, marcada por el conflicto entre Roma y Constantinopla a causa del monotelismo. A pesar de su breve papado, Eugenio I se destacó por su firmeza en la defensa de la ortodoxia católica frente a las presiones imperiales y por su compromiso con la unidad de la Iglesia, aunque su pontificado estuvo teñido por las dificultades de comunicación y la represión ejercida por el emperador Constante II contra los defensores de la fe nicena.

Tabla de contenido

Vida Temprana y Elección

Eugenio, romano de nacimiento, era hijo de un hombre llamado Rufiniano1. Antes de su elección al papado, se desempeñó como presbítero en la Iglesia de Roma1. Su elección como Papa tuvo lugar en un contexto de gran inestabilidad. El emperador bizantino Constante II había exiliado al Papa Martín I a Quersoneso, en Crimea, debido a la oposición de este último al monotelismo, una doctrina teológica que sostenía que Cristo tenía una sola voluntad operativa1,2.

La sede de Roma permaneció vacante durante catorce meses tras el arresto de Martín I1. Finalmente, Eugenio fue consagrado obispo de Roma el 10 de agosto del año 654, mientras el Papa Martín I aún vivía en el exilio1,2. Esta situación, en la que un nuevo Papa era elegido mientras el anterior aún no había fallecido, es inusual en la historia de la Iglesia y se debió a la presión imperial para resolver la situación de la sede romana1. Martín I, al enterarse de la elección de Eugenio, expresó su preocupación por el bienestar del rebaño de Cristo y la necesidad de un pastor en Roma1.

El Monotelismo y las Relaciones con Constantinopla

El principal desafío durante el pontificado de Eugenio I fue la controversia monotelita1. Esta doctrina, promovida por el emperador Constante II, intentaba conciliar a los monofisitas con la ortodoxia calcedoniana, pero era considerada herética por la mayoría de los obispos occidentales y por muchos orientales1. El Papa Martín I había condenado el monotelismo en el Concilio de Letrán del año 649, lo que llevó a su arresto y exilio1,2.

La Carta de Pedro de Constantinopla

Poco después de su elección, Eugenio I recibió una carta sinodal del patriarca Pedro de Constantinopla1. Esta carta, que buscaba la comunión con Roma, fue leída en la Basílica de Santa María la Mayor1. Sin embargo, el clero romano y el pueblo encontraron que la carta era ambigua y evasiva respecto a la cuestión de las dos voluntades en Cristo, un punto crucial en la controversia monotelita1. La multitud y el clero se negaron a aceptar la carta, impidiendo que el Papa Eugenio la aceptara y exigiendo que se adhiriera a la ortodoxia de los cinco concilios ecuménicos1.

La Respuesta de Eugenio I

Ante esta situación, Eugenio I se mantuvo firme en la defensa de la doctrina de las dos voluntades de Cristo, tal como había sido definida en el Concilio de Calcedonia y reafirmada por el Concilio de Letrán1. Rechazó la carta del patriarca Pedro, lo que provocó la ira del emperador Constante II1. El emperador, que ya había exiliado a Martín I, amenazó con someter a Eugenio I al mismo destino1. Sin embargo, la invasión árabe de Rodas y la subsiguiente derrota de la flota bizantina en el año 655 impidieron que Constante II ejecutara sus amenazas contra el Papa1.

Muerte y Legado

El Papa Eugenio I falleció el 2 de junio del año 6571. Fue sepultado en la Basílica de San Pedro1. A pesar de la brevedad de su pontificado y las difíciles circunstancias políticas y teológicas en las que se desarrolló, Eugenio I es recordado por su firmeza en la ortodoxia y su resistencia a la presión imperial1. Su papado, aunque eclipsado por el martirio de su predecesor, Martín I, fue un testimonio de la determinación de la sede romana en la defensa de la fe católica frente a las herejías1. Es venerado como santo en la Iglesia Católica, y su fiesta se celebra el 2 de junio1.

Su pontificado sentó las bases para la eventual resolución de la controversia monotelita en el Tercer Concilio de Constantinopla (680-681), que condenó definitivamente el monotelismo y reafirmó la doctrina de las dos voluntades y dos operaciones en Cristo1. La resistencia de Papas como Eugenio I fue crucial para preservar la integridad doctrinal de la Iglesia en un período de gran agitación teológica y política.

Citas

  1. The Catholic Encyclopedia, «Pope St. Eugene I.» 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24

  2. Diccionario de los Papas y Concilios, «Eugenio I.» 2 3