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Papa Gregorio IV

Papa Gregorio IV
Fresco del siglo IX del Papa León IV en la Basílica de San Clemente en Roma. Original, PalauanLibertarian, CC BY 4.0 📄

Gregorio IV fue el 101.º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde finales de 827 hasta enero de 844. Nacido en Roma, su papado estuvo marcado por la turbulencia política del Imperio Carolingio, especialmente por los conflictos entre el emperador Luis el Piadoso y sus hijos. A pesar de sus esfuerzos por mediar en estas disputas, sus intervenciones tuvieron resultados mixtos. Gregorio IV también es recordado por sus contribuciones a la vida eclesiástica, incluyendo la fortificación de Ostia, la reparación de acueductos y el fomento de la observancia de la Fiesta de Todos los Santos.

Tabla de contenido

Primeros Años y Elección Papal

Gregorio, hijo de Juan, era romano de nacimiento. Antes de su elección al papado, sirvió como Cardenal-Presbítero de la Basílica de San Marcos, embelleciéndola con mosaicos que aún son visibles hoy en día1. Fue ordenado sacerdote por el Papa Pascual I, reconocido por su piedad y erudición1.

Fue elevado a la Sede de Pedro a finales del año 827, a pesar de sus propias protestas de inaptitud1. Su elección fue impulsada principalmente por la nobleza secular romana, que en ese momento ejercía una influencia considerable en las elecciones papales1. Sin embargo, la consagración de Gregorio se retrasó porque los representantes del emperador Luis el Piadoso en Roma exigieron la aprobación imperial antes de que pudiera asumir el cargo1. Esta interferencia imperial en los asuntos eclesiásticos fue una característica de la época y resultó en que Gregorio no comenzara a gobernar la Iglesia hasta aproximadamente marzo de 8281.

Pontificado y Conflictos Imperiales

El pontificado de Gregorio IV estuvo dominado en gran parte por las disputas internas de la familia imperial franca, que finalmente llevaron al colapso del Imperio Carolingio1,2.

Intervención en las Disputas de Luis el Piadoso

El emperador Luis el Piadoso había dividido el imperio entre sus tres hijos de su primera esposa —Lotario I, Pipino y Luis el Germánico— en el año 8171. Sin embargo, tras la muerte de su primera esposa y su matrimonio con la ambiciosa Judith, Luis comenzó a favorecer los intereses de su hijo menor, Carlos el Calvo1. Esto provocó que los hermanos mayores se levantaran en armas contra su padre en el año 830, lo encarcelaran y lo obligaran a confirmar la Constitución del 8171.

Gregorio IV intentó mediar en estos conflictos para promover la paz familiar1,2. En un momento, Lotario I, quien gobernaba Italia, persuadió a Gregorio para que lo acompañara a través de los Alpes1. La presencia del Papa en el campamento de los rebeldes dio la impresión de que los apoyaba, lo que generó desconfianza entre los obispos leales al emperador y el propio Luis el Piadoso1. A pesar de los intentos de Gregorio de repeler las acusaciones, sus esfuerzos por la paz no tuvieron éxito ni gloria, posiblemente debido a una falta de perspicacia política o de firmeza de carácter1.

Finalmente, Luis el Piadoso fue traicionado por sus soldados y cayó nuevamente en manos de sus hijos en 8331. Lotario tomó el imperio y degradó a su padre, permitiendo a Gregorio regresar a Roma1. Aunque Luis fue restaurado al poder un año después, su clemencia hacia Lotario, al permitirle retener el Reino de Italia, resultó en más agresiones contra el Papa y otra rebelión de uno de sus hijos1. La muerte de Luis el Piadoso en 840 dejó a Lotario con el título imperial, quien entonces buscó aplastar a sus hermanos por la fuerza1.

El Campo de la Mentira

Un episodio notable fue el «Campo de la Mentira» (Lügenfeld) en 833, donde Gregorio IV intentó reconciliar a Luis el Piadoso con sus hijos rebeldes1. La intervención del Papa, sin embargo, fue percibida como un apoyo a los hijos, lo que erosionó la confianza en su imparcialidad1.

Contribuciones Eclesiásticas y Cívicas

A pesar de las turbulencias políticas, Gregorio IV realizó importantes contribuciones a la Iglesia y a la ciudad de Roma.

Fortificación y Desarrollo de Roma

Para garantizar la seguridad de Roma frente a los avances sarracenos, que se habían apoderado de Sicilia y estaban siendo invitados a participar en las guerras de los pequeños príncipes del sur de Italia, Gregorio IV fortificó la antigua Ostia con la construcción de una fortaleza que llevó su nombre, Gregoriópolis1. También se dedicó a reparar acueductos e iglesias, y fundó «colonias agrícolas» en la Campaña romana, beneficiando tanto a Roma como al «Patrimonio de San Pedro»1.

Promoción de la Fe y la Disciplina Eclesiástica

Gregorio IV apoyó los esfuerzos de San Anscario, el Apóstol del Norte, en la conversión de Suecia1. Autorizó su consagración como el primer Arzobispo de Hamburgo, le envió el palio y le concedió plena autoridad para predicar el Evangelio, nombrándolo su legado entre suecos, daneses y eslavos1.

También otorgó el palio a los Arzobispos de Salzburgo, Canterbury y Grado, favoreciendo a este último contra las intromisiones del Patriarca de Aquileya1. Asimismo, respaldó a Aldric, Obispo de Le Mans, quien enfrentó dificultades por su leal apoyo a Luis el Piadoso contra sus hijos rebeldes1,3. Gregorio IV instruyó al emperador Luis para que proclamara la observancia de la Fiesta de Todos los Santos en todo el imperio, una tradición que continúa en la Iglesia Occidental1,2. Además, envió a algunos de sus eclesiásticos a Roma para ser formados en música, a petición de Luis1.

En una de sus cartas, dirigida a Rábano Mauro, abad de Fulda, Gregorio IV reafirmó la concesión y confirmación perpetua del monasterio de Fulda, así como la donación del monasterio de San Andrés Apóstol en Roma. En esta carta, también decretó que ningún obispo, arzobispo o patriarca pudiera celebrar la Misa sobre el altar principal del monasterio de Fulda sin la licencia del abad, ni tener autoridad sobre él, excepto la Sede Apostólica4.

Fallecimiento

El Papa Gregorio IV falleció en enero de 844 y fue sepultado en la Basílica de San Pedro1. Su pontificado, aunque marcado por la inestabilidad política, dejó un legado de esfuerzos por la paz y el fortalecimiento de la infraestructura eclesiástica y civil.

Citas

  1. Papa Gregorio IV, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Gregorio IV. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29

  2. Papa n.º 101: Gregorio IV, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 101: Gregorio IV (2024). 2 3

  3. Epístola Primera. A todos los obispos. Sobre el obispo Aldrico de Cenómano no siendo acusado en otro lugar que en la sede apostólica, y sobre el poder del pontífice romano. , Papa Gregorio IV. Epístolas (Papa Gregorio IV), § I.

  4. Epístola IV. A Rábano Mauro., Papa Gregorio IV. Epístolas (Papa Gregorio IV), § IV.