Papa Gregorio XII

El Papa Gregorio XII, nacido Angelo Corrario, fue el 205.º pontífice de la Iglesia Católica, cuyo papado se extendió desde el 30 de noviembre de 1406 hasta su abdicación el 4 de julio de 14151. Su pontificado tuvo lugar durante el turbulento Cisma de Occidente, un período en el que múltiples pretendientes al trono papal dividieron la cristiandad2. Gregorio XII es recordado por sus esfuerzos para restaurar la unidad de la Iglesia, su eventual renuncia en el Concilio de Constanza, y el complejo legado que dejó como figura central en la resolución de uno de los episodios más divisivos de la historia de la Iglesia1,3.
Tabla de contenido
Vida temprana y carrera
Angelo Corrario nació en Venecia alrededor de 13273. Proveniente de una familia noble, dedicó su juventud a estudios teológicos y canónicos. Su reputación por erudición y devoción le valió varios cargos eclesiásticos importantes. Fue obispo de Castello en 1380 y patriarca titular de Constantinopla en 13903. Bajo el pontificado del Papa Inocencio VII, sirvió como secretario apostólico, legado de Ancona y, finalmente, fue nombrado Cardenal Presbítero de San Marcos en 14053. Este ascenso marcó el inicio de su trayectoria hacia la más alta autoridad de la Iglesia.
Elección y pontificado
Elección en medio del Cisma
Tras la muerte de Inocencio VII, el Colegio Cardenalicio en Roma se reunió para elegir un sucesor. En un contexto de profunda división debido al Cisma de Occidente, que había comenzado en 1378 con la existencia de papas rivales en Roma y Aviñón, los cardenales eligieron a Corrario el 30 de noviembre de 14063,2. Tomó el nombre de Gregorio XII. Antes de la elección, cada cardenal juró que, si era elegido, abdicaría del papado para poner fin al cisma, siempre que su rival en Aviñón, Benedicto XIII, hiciera lo mismo3. Gregorio XII reiteró este juramento tras su elección y notificó a Benedicto XIII su disposición a renunciar si él hacía lo propio3.
Gobierno y desafíos
Durante su pontificado, Gregorio XII buscó mantener la cohesión de la Iglesia, aunque enfrentó presiones de los reinos europeos y de sus propios cardenales. Aunque inicialmente sincero en su deseo de reunificación, las negociaciones para un encuentro con Benedicto XIII en Savona nunca se concretaron, ya que ambos papas comenzaron a mostrar reticencia3. Esta situación llevó a la elección de un tercer papa, Alejandro V, en el Concilio de Pisa en 1409, lo que complicó aún más el cisma en lugar de resolverlo1,4. A pesar de ser abandonado por la mayoría de sus cardenales, Gregorio XII fue reconocido como el papa legítimo por figuras como Ruperto, rey de los Romanos, y el rey Ladislao de Nápoles3.
La crisis del Cisma de Occidente
Divisiones y consecuencias
El Cisma de Occidente se caracterizó por la existencia simultánea de varios papas, cada uno con sus propios seguidores y jurisdicciones2. La presencia de Gregorio XII en Roma y Benedicto XIII en Aviñón, y posteriormente Alejandro V (y sus sucesores) tras el Concilio de Pisa, exacerbó la división, generando conflictos políticos y militares en toda Europa2,4. La falta de una autoridad papal unificada debilitó la moral de la Iglesia y generó un profundo descontento entre los fieles4. A diferencia del Cisma de Oriente, que se centró en cuestiones de principio, el Cisma de Occidente fue una división sobre una cuestión de hecho: quién era el verdadero papa4.
La intervención de los reinos
Los monarcas europeos, como Carlos VI de Francia, desempeñaron un papel crucial en los esfuerzos por resolver el cisma2. Sus intereses políticos a menudo se entrelazaban con la cuestión papal, lo que complicaba la búsqueda de una solución pacífica. A pesar de estos obstáculos, Gregorio XII mantuvo una postura de diálogo, invitando a cardenales y representantes de los reinos a participar en la búsqueda de la reconciliación3.
Abdicación y legado
El Concilio de Constanza
El Concilio de Constanza (1414-1418) fue convocado para poner fin a la intolerable situación del cisma3,5. En la sesión 14, el 4 de julio de 1415, se leyó una bula de Gregorio XII que designaba a Carlos Malatesta y al Cardenal Dominici de Ragusa como sus procuradores en el concilio3,5. El cardenal leyó entonces un mandato de Gregorio XII que convocaba el concilio y autorizaba sus actos subsiguientes5. Actuando en nombre de Gregorio XII, Malatesta pronunció la renuncia voluntaria del papado por parte de Gregorio XII y entregó una copia escrita de la renuncia a la asamblea3,5. Los cardenales aceptaron su renuncia, mantuvieron a todos los cardenales que él había creado y lo nombraron obispo de Porto y legado perpetuo en Ancona3. Esta decisión fue un acto de humildad destinado a facilitar la elección de un nuevo papa que pudiera unir a los fieles1.
Legado histórico
Gregorio XII es recordado como un líder que, aunque no resolvió el cisma por sí mismo, sentó las bases para la eventual reunificación de la Iglesia1. Su decisión de abdicar abrió el camino para la elección de Martín V en 1417, quien restauró la autoridad papal en Roma y puso fin al Cisma de Occidente1,2,4. Su vida y obra son un testimonio de la complejidad de la Iglesia en tiempos de crisis, mostrando tanto la fragilidad como la resiliencia de la institución3.
Contribuciones y controversias
Contribuciones
Diálogo y diplomacia: Gregorio XII fomentó la negociación entre las facciones rivales, lo que contribuyó a la eventual resolución del Cisma3.
Reformas internas: Implementó medidas para fortalecer la disciplina clerical y la administración eclesiástica en sus diócesis3.
Apoyo a la educación: Promovió la formación de clérigos y la doctrina católica3.
Controversias
Creación de cardenales: A pesar de prometer en el cónclave que no crearía nuevos cardenales, Gregorio XII creó varios cardenales, incluyendo a cuatro de sus sobrinos, lo que generó descontento entre sus propios cardenales3.
Relaciones con los reinos: Algunos críticos señalan que sus relaciones con los monarcas europeos a veces se percibían como una mezcla de política y espiritualidad, lo que provocó sospechas de corrupción3.
Canonización y legado histórico
Gregorio XII nunca fue canonizado ni beatificado. Sin embargo, su papel en la resolución del Cisma de Occidente lo convierte en una figura histórica de gran importancia1. Sus escritos y cartas siguen siendo objeto de estudio para los historiadores que analizan la política eclesiástica del siglo XV. La Iglesia Católica reconoce su contribución a la restauración de la unidad cristiana y su disposición a renunciar a la autoridad papal en beneficio del bien común1,3. Murió en Recanati el 18 de octubre de 1417, antes de la elección de Martín V3.
Citas
Papa #205: Gregorio XII, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 205: Gregorio XII (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Cisma de Occidente, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Cisma de Occidente. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Papa Gregorio XII, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Gregorio XII. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22
Unión de la cristiandad, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Unión de la Cristiandad. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Sesión 14 – 4 de julio de 1415 - [29] unión de los seguidores del Papa Gregorio XII y del anterior Papa Juan XXIII, ahora que ambos hombres han abdicado, Documento del Concilio. Concilio de Constanza (1414-1418 d.C.) (1418). ↩ ↩2 ↩3 ↩4