Papa Honorio IV

El Papa Honorio IV, nacido Giacomo Savelli, fue el 190.º pontífice de la Iglesia Católica, reinando desde el 2 de abril de 1285 hasta su fallecimiento el 3 de abril de 1287. Perteneciente a la influyente familia romana Savelli y sobrino nieto de Honorio III, su breve pontificado estuvo marcado por esfuerzos por restaurar la estabilidad papal en medio de conflictos políticos, especialmente en Sicilia. A pesar de una salud frágil, Honorio IV se dedicó a la reforma eclesiástica, el apoyo a las órdenes mendicantes y la promoción de la educación, dejando un legado de prudencia y búsqueda de la justicia en un período tumultuoso.
Tabla de contenido
Primeros años y carrera eclesiástica
Giacomo Savelli nació en Roma alrededor de 1210 en la rica e influyente familia Savelli1. Era sobrino nieto de Honorio III, quien también fue Papa1,2. Se sabe poco de su vida antes de ascender al papado, pero estudió en la Universidad de París, donde ocupó una prebenda y una canonjía en la catedral de Châlons-sur-Marne1. Posteriormente, obtuvo el beneficio de rector en la iglesia de Berton, en la Diócesis de Norwich1.
En 1261, fue nombrado Cardenal-Diácono de Santa María en Cosmedin por el Papa Martín IV1. Martín IV también lo designó prefecto papal en Toscana y capitán del ejército papal1. Por orden del Papa Clemente IV, Giacomo Savelli y otros tres cardenales invistieron a Carlos de Anjou como Rey de Sicilia en Roma el 28 de julio de 12651. Participó en la elección de Gregorio X por compromiso en Viterbo el 1 de septiembre de 1271, siendo uno de los seis cardenales electores1. En 1274, acompañó a Gregorio X al Decimocuarto Concilio General en Lyon1. En julio de 1276, fue uno de los tres cardenales enviados por Adriano V a Viterbo para negociar con el Rey Rodolfo I de Habsburgo sobre su coronación imperial en Roma y sus futuras relaciones con Carlos de Anjou1. Las negociaciones fueron interrumpidas por la muerte de Adriano V al mes siguiente1.
Elección papal y pontificado
Tras la muerte de Martín IV el 28 de marzo de 1285 en Perugia, quince de los dieciocho cardenales del Colegio Cardenalicio se reunieron para una consulta preliminar y fijaron el 2 de abril de 1285 para la elección del nuevo Papa1. La elección se llevó a cabo sin el cónclave prescrito por Gregorio X y suspendido por Juan XXI1. En la primera votación, Giacomo Savelli fue elegido por unanimidad y tomó el nombre de Honorio IV1. Su elección fue una de las más rápidas en la historia del papado, posiblemente debido a las complicaciones en Sicilia que no permitían un interregno prolongado, y al deseo de los cardenales de evitar la interferencia injustificable que había ocurrido en la elección del Papa anterior1.
El 19 de mayo de 1285, el nuevo pontífice fue ordenado sacerdote por el Cardenal Malabranca Orsini de Ostia, y al día siguiente fue consagrado obispo y coronado Papa en la Basílica de San Pedro en Roma1. Honorio IV ya era de edad avanzada y padecía una gota tan severa que no podía ni ponerse de pie ni caminar1. Durante la Misa, debía sentarse en un taburete, y en la Elevación, sus manos tenían que ser levantadas por un mecanismo1.
Asuntos sicilianos y política exterior
Los asuntos sicilianos requirieron la atención inmediata de Honorio IV1. Los sicilianos habían rechazado el gobierno de Carlos de Anjou y habían tomado a Pedro III de Aragón como su rey sin el consentimiento papal, lo que implicaba una negación de la soberanía papal sobre Sicilia1. El Papa Martín IV había excomulgado a Pedro III y lo había privado del Reino de Aragón, otorgándoselo a Carlos de Valois, hijo del Rey Felipe III de Francia1. Martín IV también había apoyado los intentos de Carlos de Anjou de recuperar Sicilia por la fuerza1.
Los sicilianos no solo repelieron los ataques de Carlos de Anjou, sino que también capturaron a su hijo, Carlos de Salerno1. Carlos de Anjou murió el 6 de enero de 1285, dejando a su hijo cautivo como sucesor1. Honorio IV era menos impulsivo y más inclinado a la paz que su predecesor, Martín IV, pero no renunció a las reclamaciones de la Iglesia y de la Casa de Anjou sobre la corona siciliana1. Tampoco anuló las severas sanciones eclesiásticas impuestas a Sicilia ni restituyó a Pedro III el Reino de Aragón1. Sin embargo, no aprobó el gobierno tiránico al que los sicilianos habían estado sujetos bajo Carlos de Anjou1. Esto se evidencia en su legislación, la constitución del 17 de septiembre de 1285, «Constitutio super ordinatione regni Siciliae», en la que estableció 45 ordenanzas destinadas a proteger al pueblo de Sicilia contra su rey y sus funcionarios1. En caso de violación de estas ordenanzas, el pueblo podía apelar a la Sede Apostólica para obtener reparación, y el rey estaba obligado a observarlas bajo pena de excomunión1.
Martín IV había permitido al Rey Felipe III de Francia gravar al clero con una décima parte de sus ingresos durante cuatro años para financiar la guerra contra Pedro III1. Honorio IV aprobó esta acción de su predecesor1. Cuando Eduardo I de Inglaterra le solicitó que interviniera para poner fin a la guerra, Honorio IV respondió que Pedro III merecía ser castigado y que Felipe III no debía ser impedido de cosechar los frutos de una guerra emprendida al servicio y a instancia de la Iglesia1.
La muerte de Pedro III el 11 de noviembre de 1285 cambió la situación siciliana1. Sus dos hijos, Alfonso y Jaime, le sucedieron como Rey de Aragón y Rey de Sicilia, respectivamente1. Honorio IV no reconoció a ninguno de ellos1.
Relaciones con el Sacro Imperio Romano Germánico y otros estados
Las relaciones entre Honorio IV y el rey alemán Rodolfo de Habsburgo fueron muy cordiales1. Las negociaciones para la coronación imperial de Rodolfo, iniciadas durante el pontificado de Adriano V (1276) y continuadas durante el de Nicolás III (1277-1280), habían sido suspendidas durante el de Martín IV (1281-1285)1. Inmediatamente después de la ascensión de Honorio IV, estas negociaciones se reanudaron, y se fijó el 2 de febrero de 1287 como el día en que Rodolfo sería coronado emperador en la Basílica de San Pedro en Roma1. El Papa solicitó a los prelados alemanes que contribuyeran con una parte de sus ingresos para cubrir los gastos del viaje de Rodolfo a Roma1.
Con el norte de Italia, Honorio IV tuvo pocas relaciones más allá de las de carácter puramente eclesiástico1. El 16 de marzo de 1286, levantó el interdicto que Martín IV había impuesto a Venecia por negarse a equipar una flota para el servicio de Carlos de Anjou1. En Florencia y Bérgamo, logró la abolición de algunas leyes recién promulgadas que eran hostiles a la Iglesia y al clero1.
Residencia en Roma y reformas
Los romanos estaban muy contentos con la elección de Honorio IV, ya que era ciudadano de Roma y hermano de Pandulfo, quien había sido elegido uno de los dos senadores anuales de Roma el verano anterior1. Las continuas perturbaciones en Roma durante el pontificado de Martín IV habían impedido que ese Papa residiera en la ciudad, pero los romanos invitaron cordialmente a Honorio IV a establecer su residencia permanente allí1. Durante los primeros meses de su pontificado, vivió en el Vaticano, pero en el otoño de 1285 se trasladó al magnífico palacio que acababa de construir en el Aventino1.
Honorio IV es recordado por sus intentos de restaurar la estabilidad y la autoridad del papado en un período de agitación política3. Se esforzó por apoyar a las órdenes mendicantes, especialmente a los franciscanos y dominicos, y por promover la educación y la reforma dentro de la Iglesia3. También buscó abordar los problemas de la herejía y la necesidad de disciplina moral entre el clero3.
Fallecimiento y sucesión
Honorio IV falleció en Roma el 3 de abril de 12871,3. Su pontificado, aunque breve (dos años), reflejó las continuas luchas de la Iglesia medieval para afirmar su influencia y mantener la unidad frente a presiones externas y desafíos internos3.
Después de su muerte, el cónclave celebrado en Roma para elegir a su sucesor estuvo dividido por un tiempo4. Seis de los electores murieron a causa de la fiebre, y los demás, con la única excepción de Girolamo Masci, abandonaron Roma4. No fue hasta el año siguiente que se reunieron y, el 15 de febrero de 1288, eligieron por unanimidad a Girolamo Masci, quien tomó el nombre de Nicolás IV4. Nicolás IV fue el primer Papa franciscano4.
Citas
Papa Honorio IV, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Honorio IV. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32 ↩33 ↩34 ↩35 ↩36 ↩37 ↩38 ↩39 ↩40 ↩41 ↩42 ↩43 ↩44 ↩45 ↩46
Papa Honorio III, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Honorio III. ↩
Papa #190: Honorio IV, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 190: Honorio IV (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Nicolás IV, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Nicolás IV. ↩ ↩2 ↩3 ↩4