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Cruz

Papa Juan VI

Papa Juan VI
Cromolitografía en L. Tripepi, Retratos y biografías de los pontífices romanos: de San Pedro a León XIII, Roma, Vaglimigli Davide, 1879. Este archivo fue subido por Biblioteca comunale di Trento, Oleografía Panigati y Meneghini Milán, CC0

Juan VI fue el 85º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde el 30 de octubre de 701 hasta el 11 de enero de 7051. De origen griego, su papado estuvo marcado por la inestabilidad política en Italia y los continuos desafíos de las fuerzas externas, especialmente los lombardos. Se le recuerda por su habilidad diplomática para mantener la influencia del papado durante un período turbulento, sus esfuerzos por la reforma eclesiástica y su compromiso con la ortodoxia doctrinal1,2.

Tabla de contenido

Primeros años y elección

Se sabe que Juan VI era de origen griego, aunque la fecha exacta de su nacimiento es desconocida2. Ascendió al trono papal el 30 de octubre de 7012. Su elección se produjo en un momento en que la Iglesia Católica buscaba fortalecerse tras el papado de San Sergio I, su predecesor, en un contexto de constantes desafíos internos y externos1.

Pontificado (701-705)

El pontificado de Juan VI duró aproximadamente cuatro años, desde el 30 de octubre de 701 hasta el 11 de enero de 7051,2. Durante este tiempo, la península itálica se encontraba en un estado de considerable agitación política.

Relaciones con el Exarca de Italia

Durante su reinado, Teofilacto, el chambelán, patricio y exarca de Italia, llegó a Roma desde Sicilia2. Dada la historia de los exarcas anteriores y su trato hacia los papas, el pueblo italiano sospechó que la visita de Teofilacto no auguraba nada bueno para Juan VI2. En respuesta, las milicias locales de diversas partes de Italia marcharon apresuradamente hacia Roma y acamparon fuera de los muros, manifestando su descontento con el exarca2.

Para evitar un derramamiento de sangre, el Papa Juan VI envió a varios sacerdotes a las milicias, logrando pacificarlas en lo que respecta al exarca2. Sin embargo, antes de disolverse, las milicias insistieron en que ciertos informantes, cuyas denuncias habían permitido a los funcionarios codiciosos apoderarse de la riqueza de algunos ciudadanos, fueran entregados para ser castigados2.

Los Lombardos

Aprovechando la falta de armonía entre el exarca y los italianos nativos leales al Papa, los lombardos reanudaron sus ataques contra las partes de Italia que aún les resistían2. Varias ciudades del Ducado de Roma fueron tomadas, y Gisulfo, el duque lombardo, avanzó hasta «Horrea» Puteoli, o quizás el «fundus Horrea» en el quinto hito de la Vía Latina2.

Dado que «no había nadie con poder para resistirlo por la fuerza de las armas», el Papa, afligido por el sufrimiento del pueblo, envió a varios sacerdotes con dinero al campamento del duque lombardo2. Estos sacerdotes no solo rescataron a todos los cautivos que Gisulfo había tomado, sino que también lo persuadieron de retirarse a sus propios territorios2. Este episodio destaca la habilidad diplomática de Juan VI en un período de gran inestabilidad1.

Asuntos eclesiásticos

Juan VI fue uno de los papas ante quienes San Wilfrido de York presentó sus apelaciones2. San Wilfrido le suplicó que confirmara las decisiones de sus predecesores en su favor, señalando que las acciones de la Sede Apostólica solían ser consistentes (704)2. Juan VI accedió a esto y envió a Wilfrido de regreso a Inglaterra con cartas para el Rey Etelredo y otros2. No obstante, los mandatos papales no fueron obedecidos hasta el año siguiente2.

El Papa también envió el palio a Brithwald, a quien «confirmó como Arzobispo de Canterbury»2. Durante su pontificado, Juan VI se dedicó a la reforma eclesiástica y a mantener las enseñanzas ortodoxas, basándose en el trabajo de su predecesor, San Sergio I1. Buscó abordar los problemas morales y espirituales dentro del clero, promoviendo el cuidado pastoral y la adhesión a las enseñanzas de la Iglesia1. También trabajó para fomentar la unidad entre los cristianos y gestionó la compleja relación entre la Iglesia romana y el Imperio Bizantino1.

Muerte y legado

El Papa Juan VI falleció el 11 de enero de 705 y fue sepultado en la Basílica de San Pedro1,2. Aunque su reinado fue breve, de aproximadamente cuatro años, hizo contribuciones significativas a la gobernanza de la Iglesia y a la preservación de su integridad1. Su legado se caracteriza por su dedicación a la fe y la misión de la Iglesia, así como por sus habilidades diplomáticas en un período turbulente1.

Su sucesor fue el Papa Juan VII, quien también era de origen griego y continuó los esfuerzos por promover la ortodoxia y mantener la integridad de la Iglesia3,4.

Veneración

Juan VI no es venerado como santo en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica.

Citas

  1. Papa #85: Juan VI, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 85: Juan VI (2024). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

  2. Papa Juan VI, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Juan VI. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19

  3. Papa #86: Juan VII, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 86: Juan VII (2024).

  4. Papa Juan VII, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Juan VII.