Papa Juan X

Juan X fue el 122º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde marzo de 914 hasta el 28 de mayo de 9281. Su papado ocurrió durante un período tumultuoso en la historia de Roma, a menudo denominado la Saeculum obscurum o «Edad Oscura Papal», caracterizado por la profunda influencia de las familias nobles romanas en la elección y destino de los pontífices. A pesar de estos desafíos, Juan X se distinguió por sus enérgicos esfuerzos para restaurar la autoridad papal, combatir las invasiones sarracenas y promover la reforma eclesiástica, aunque su reinado terminó trágicamente debido a intrigas políticas1,2.
Tabla de contenido
Primeros Años y Elección
Juan X, nacido en Tossignano, Romaña, comenzó su carrera eclesiástica como diácono2. Alrededor del año 905, fue nombrado Arzobispo de Rávena, sucediendo a Kailo2. Su ascenso al papado, que tuvo lugar poco después del 5 de febrero de 914, estuvo fuertemente influenciado por las facciones nobles dominantes en Roma2. La figura clave en su elección fue Teodora la Mayor, esposa del senador Teofilacto, una poderosa aristócrata romana2. Aunque el cronista Liutprando de Cremona, quien escribió unos cincuenta años después y era conocido por su animosidad hacia los romanos, sugirió una relación ilícita entre Juan y Teodora, esta afirmación es ampliamente rechazada como una calumnia2. En cambio, se cree que Juan era pariente de la familia de Teodora, lo que explica su apoyo a su elección2. Su pontificado siguió a los breves papados de Lando y Anastasio III1.
Pontificado y Logros
El papado de Juan X se caracterizó por una administración activa y enérgica, con un enfoque particular en la defensa de Italia y la promoción de la reforma eclesiástica2.
Lucha contra los Sarracenos
Uno de los logros más significativos de Juan X fue su liderazgo en la lucha contra las invasiones sarracenas que asolaban el sur de Italia1,2. Los sarracenos habían establecido fortalezas en el río Garigliano, representando una amenaza constante2.
Alianza estratégica: Juan X forjó una alianza crucial entre varios gobernantes italianos, incluyendo al Príncipe Landulfo de Benevento y Berengario de Friuli, Rey de los Lombardos2.
Coronación Imperial: En 915, el Papa coronó a Berengario como emperador en Roma, consolidando así el apoyo imperial para sus campañas militares2.
Victoria decisiva: El propio Juan X lideró un gran ejército formado por los príncipes italianos aliados. En agosto de 916, las fuerzas papales y sus aliados lograron una victoria completa sobre los sarracenos cerca de la desembocadura del río Garigliano, erradicando sus fortificaciones2.
Administración Eclesiástica y Relaciones Internacionales
Además de sus éxitos militares, Juan X estuvo profundamente involucrado en la administración eclesiástica y las relaciones diplomáticas2.
Relaciones con Alemania: Envió a su amigo de confianza, Pedro, Obispo de Orte, a Alemania, donde Pedro celebró un sínodo en Hohenaltheim en 916 y estableció relaciones amistosas con el Rey Conrado2.
Asuntos franceses: Intervino en los asuntos de Francia, aunque con un resultado desafortunado. Confirmó la elección de Hugo de Vermandois, un niño de cinco años, como Arzobispo de Reims, a cambio de la promesa del Conde Heriberto de Aquitania de liberar al Rey Carlos, a quien tenía prisionero2.
Unión con los Eslavos de Dalmacia: Buscó fortalecer los lazos entre los eslavos de Dalmacia y Roma, instando al Arzobispo de Spalato a adoptar el latín como lengua litúrgica2.
Relaciones con Bulgaria y Constantinopla: Sus esfuerzos por lograr una unión más íntima entre los búlgaros y Roma fueron frustrados por la oposición del Patriarca de Constantinopla2. Sin embargo, más tarde se presentó otra oportunidad cuando el patriarca bizantino, Nicolás Místico, buscó la ayuda del Papa2. Nicolás había sido depuesto por un sínodo por no reconocer el cuarto matrimonio del Emperador León VI2. Aunque León restauró a Nicolás antes de su muerte, y el nuevo emperador Alejandro también lo apoyó, muchos obispos se oponían a él2. Nicolás deseaba que el decreto de deposición fuera declarado inválido por otro concilio y solicitó la asistencia de Juan X2. No obstante, Juan X se mantuvo firme en la disciplina de la Iglesia Occidental, que permitía como válido incluso un cuarto matrimonio2.
Intriga Política y Caída
A pesar de sus logros, el papado de Juan X estuvo constantemente amenazado por la turbulenta política romana y las luchas de poder entre las familias nobles1.
Alianza con Hugo de Borgoña: Tras el asesinato del Rey Berengario en 924, Juan X apoyó a Hugo de Borgoña, enviando un legado para formar una alianza cuando este último desembarcó en Pisa2.
Oposición de Marozia: Estas medidas fueron desaprobadas por la facción romana dominante, liderada por Marozia, hija de Teofilacto y Teodora la Mayor2. Después de la muerte de su primer esposo, Alberico, Marozia se había casado con Guido, el poderoso Margrave de Toscana, en 9262. La alianza de Juan X con Hugo de Borgoña parecía amenazar el poder de Marozia en Roma2.
Asesinato y Prisión: Con la ayuda de su esposo, Marozia decidió eliminar a Juan X2. En junio de 928, Pedro, Prefecto de Roma y hermano del Papa, fue asesinado2. El propio pontífice fue apresado y encarcelado, donde murió poco después2.
Muerte y Legado
La muerte de Juan X en prisión es objeto de especulación1,2. Según un rumor registrado por Liutprando, que se considera poco fiable, fue asfixiado en su cama2. Flodoardo de Reims, por su parte, afirmó que murió de ansiedad2. Fue sepultado probablemente en Letrán, un lugar por cuya restauración había mostrado particular celo2.
El papado de Juan X, aunque breve y marcado por la violencia política, es recordado por sus esfuerzos significativos para fortalecer el papado y restaurar su influencia en un período de gran inestabilidad1,2. Su capacidad para forjar alianzas y liderar ejércitos contra los sarracenos demuestra su liderazgo en tiempos de crisis. A pesar de su trágico final, su pontificado representa un intento notable de la Iglesia de afirmar su autoridad en medio de las maquinaciones políticas de la nobleza romana, un desafío que persistiría en los papados posteriores, como el de Juan XI, quien también fue influenciado por Marozia3,4.
Sucesores y Contexto Histórico
El papado de Juan X se inscribe en una serie de pontificados marcados por la inestabilidad. Previamente, Juan IX (898-900) también había intentado restaurar la estabilidad papal y condenar el Sínodo Cadavérico5,6. Después de Juan X, la influencia de Marozia continuaría, llevando a la elección de su hijo, Juan XI (931-935), quien estuvo bajo el control de su madre y luego de su hermano, Alberico II3,4. Este período de la historia papal, con sus intrigas y luchas por el poder, culminaría en figuras como Juan XIV (983-984), cuyo breve pontificado también terminó en prisión y probable asesinato debido a la oposición de facciones nobles7,8.
Citas
Papa #122: Juan X, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia católica, §Papa 122: Juan X (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Papa Juan X, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Juan X. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32 ↩33 ↩34 ↩35
Papa #125: Juan XI, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia católica, §Papa 125: Juan XI (2024). ↩ ↩2
Papa Juan XI, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Juan XI. ↩ ↩2
Papa #116: Juan IX, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia católica, §Papa 116: Juan IX (2024). ↩
Papa Juan IX, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Juan IX. ↩
Papa #136: Juan XIV, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia católica, §Papa 136: Juan XIV (2024). ↩
Papa Juan XIV, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Juan XIV. ↩