Papa Juan XV

El Papa Juan XV fue el 137º pontífice de la Iglesia Católica, cuyo papado se extendió desde el 20 de agosto de 985 hasta el 1 de abril de 996. Su pontificado se desarrolló en un período de considerable inestabilidad política en Roma, marcado por la influencia de poderosas familias nobles y los desafíos del Sacro Imperio Romano Germánico. Juan XV se centró en la reforma eclesiástica, la moralidad del clero y la administración de las propiedades de la Iglesia, buscando consolidar la autoridad papal y mejorar las relaciones con las autoridades seculares. Su legado incluye esfuerzos por abordar la simonía y la investidura laica, defendiendo la independencia de la Iglesia frente a la influencia secular.
Tabla de contenido
El Nombre y la Numeración Papal
Es importante destacar que la numeración de los papas con el nombre de Juan ha sido históricamente compleja y, en ocasiones, confusa1. Aunque en algunas crónicas posteriores y catálogos papales se menciona un supuesto Juan, hijo de Roberto, que habría reinado durante cuatro meses y a quien algunos historiadores asignan el número XV, este papa nunca existió1. Esta confusión llevó a que el verdadero Juan XV fuera a menudo llamado Juan XVI1. Sin embargo, la lista oficial de papas reconoce a Juan XV como el sucesor de Juan XIV2.
Ascenso al Pontificado
Juan XV fue elegido papa tras un período tumultuoso en Roma. Su predecesor, Juan XIV, había sido depuesto por la fuerza por el antipapa Bonifacio VII, quien reinó durante once meses antes de su muerte en julio de 9851,3. Un romano llamado Juan, hijo de un presbítero romano llamado León, fue entonces elegido y coronado entre el 6 de agosto y el 5 de septiembre de 985, adoptando el nombre de Juan XV1.
Relación con Crescentius
Durante el pontificado de Juan XV, la figura dominante en la política romana fue el patricio Juan Crescentius, hijo del Duque Crescentius1,4. Con el apoyo de sus seguidores, Crescentius obtuvo un control casi total del poder temporal en Roma1. Se tituló Patricius Romanorum, indicando su rol como gobernante de Roma, aunque no completamente independiente de la autoridad imperial4.
Algunas crónicas sugieren que la ascendencia de Crescentius se volvió tan opresiva para el papa que Juan XV huyó a la Toscana en busca de ayuda de la emperatriz Teófano1. Sin embargo, fue persuadido por las promesas de Crescentius para regresar a Roma1. En realidad, Juan XV permaneció bajo la influencia de este poderoso patricio a lo largo de su pontificado, aunque mantuvo relaciones amistosas con la corte alemana y con las emperatrices Adelaida (viuda de Otón I) y Teófano (viuda de Otón II)1. La elección de Juan XV probablemente contó con la participación de Crescentius4. En documentos oficiales de la época, el nombre y el título de Crescentius aparecen junto al de Juan XV, ejerciendo su autoridad sin aparente oposición durante varios años4.
Política Eclesiástica y Reformas
Juan XV se dedicó a la reforma eclesiástica, prestando especial atención a la moralidad clerical y la gestión de las propiedades de la Iglesia5. Buscó consolidar la autoridad papal y mejorar las relaciones con los poderes seculares5. Durante su papado, abordó cuestiones como la simonía (compra o venta de cargos eclesiásticos) y la investidura laica, abogando por la independencia de la Iglesia de la influencia secular5.
Canonización de San Ulrico de Augsburgo
Un evento significativo durante su pontificado fue la solemne canonización del obispo Ulrico de Augsburgo en un sínodo romano celebrado en Letrán el 31 de enero de 9931. Este fue un hito importante, ya que constituyó la primera canonización solemne realizada por un papa1. Juan XV anunció este evento a los obispos franceses y alemanes en una bula fechada el 3 de febrero del mismo año1.
Disputa por la Sede Arzobispal de Reims
Un conflicto serio surgió durante su pontificado en relación con la sede arzobispal de Reims1. Hugo Capeto, rey de Francia, nombró a Arnulfo, sobrino del duque Carlos de Lorena, como arzobispo de Reims en 9881. Sin embargo, Carlos era adversario de Hugo Capeto y logró tomar Reims y apresar al arzobispo1. Hugo Capeto consideró a Arnulfo un traidor y solicitó al papa su deposición1.
Antes de recibir la respuesta papal, Hugo Capeto capturó tanto al duque Carlos como al arzobispo Arnulfo y convocó un sínodo en Reims en junio de 991, que depuso a Arnulfo y eligió al abad Gerberto (futuro Papa Silvestre II) como su sucesor1. Roma rechazó estos procedimientos, a pesar de que un sínodo en Chela había sancionado los decretos de Reims1. El papa convocó a los obispos franceses a un sínodo independiente en Aquisgrán para revisar el caso, y ante su negativa, los llamó a un sínodo en Roma1. Sin embargo, los obispos adujeron las condiciones inestables en Francia e Italia como razón para no obedecer la citación1.
Finalmente, el papa envió al abad León de San Bonifacio como legado a Francia, con instrucciones de convocar un concilio de obispos franceses y alemanes en Mousson1. En este concilio solo aparecieron los obispos alemanes, ya que los franceses fueron detenidos en el camino por los reyes Hugo y Roberto1. Gerberto intentó exculparse en el sínodo convocado el 2 de junio de 995, pero fue condenado y suspendido hasta el 1 de julio, cuando se celebró un nuevo sínodo en Reims1. Gracias a los esfuerzos del legado, la deposición de Arnulfo fue declarada ilegal1. Tras la muerte de Hugo Capeto (23 de octubre de 996), Arnulfo fue liberado de su prisión, y en 997 la Santa Sede aseguró su restauración a todas sus dignidades1. Gerberto, por su parte, se dirigió a la corte imperial en Magdeburgo y se convirtió en preceptor de Otón III1.
Relaciones con el Imperio y Muerte
Juan XV mantuvo relaciones cordiales con la corte alemana1. En 996, el emperador Otón III emprendió un viaje a Italia con la intención de recibir la coronación imperial de manos del papa1,4. Sin embargo, Juan XV falleció a principios de abril de 996, antes de que Otón llegara a Roma1,4. Otón se detuvo en Pavía hasta el 12 de abril, donde celebró la Pascua1. La muerte del papa llevó a que los romanos, liderados por Crescentius, enviaran una delegación al emperador solicitándole que designara un candidato adecuado para la Sede Romana4. Otón III, consultando con sus consejeros, eligió a su propio primo, Bruno, un joven eclesiástico de veintitrés años, quien fue consagrado en Roma a principios de mayo como Gregorio V, el primer papa de nacionalidad alemana4.
Legado
El pontificado de Juan XV, aunque relativamente estable en comparación con el de algunos de sus predecesores, estuvo marcado por la constante lucha por la autoridad papal en un entorno político fragmentado5. Su compromiso con la reforma y su defensa de la independencia de la Iglesia sentaron las bases para futuros desarrollos en la relación entre el poder eclesiástico y el secular5. Además, fue un patrón y protector de los monjes de Cluny y concedió numerosos privilegios a iglesias y conventos1.
Citas
Papa Juan XV (XVI), The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Juan XV (XVI). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32
La lista de papas, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §La Lista de Papas. ↩
Papa Juan XIV, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Juan XIV. ↩
Crescentius, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Crescentius. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Papa #137: Juan XV, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia católica, §Papa 137: Juan XV (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5