Papa Julio II

El Papa Julio II, nacido Giuliano della Rovere, fue el 216º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde el 31 de octubre de 1503 hasta el 21 de febrero de 15131. Se le conoce como el «Papa Guerrero» debido a su enérgico liderazgo militar y político, que fue fundamental para la consolidación de los Estados Pontificios y la liberación de Italia de la dominación extranjera, especialmente la francesa2,1. Además de sus proezas militares, Julio II fue un célebre mecenas de las artes, encargando obras monumentales a artistas como Miguel Ángel y Rafael, que definieron el Renacimiento y dejaron un legado cultural duradero, incluyendo la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro2,1,3. También se dedicó a la reforma eclesiástica, buscando erradicar abusos dentro de la Iglesia y la Curia Romana2.
Tabla de contenido
Primeros años y Carrera Eclesiástica
Giuliano della Rovere nació el 5 de diciembre de 1443, en Albissola, cerca de Savona, en una familia de probable nobleza pero empobrecida2. Su padre era Raffaelo della Rovere y su madre Theodora Manerola, de ascendencia griega2. Siguió a su tío, Francesco della Rovere, a la Orden Franciscana y recibió su educación bajo su tutela en Perugia2.
La carrera pública de Giuliano comenzó con la elevación de su tío al papado como Sixto IV el 9 de agosto de 14712. El 15 de diciembre de 1471, fue nombrado Cardenal Presbítero de San Pietro in Vincoli y, a partir de entonces, recibió una gran cantidad de beneficios eclesiásticos. Durante la vida de Sixto IV, Giuliano ocupó varias sedes episcopales y el arzobispado de Aviñón, además de ser abad comendatario de varias abadías2. Aunque acumuló grandes ingresos, no los gastó en vanas pompas, a diferencia de muchos eclesiásticos de su tiempo2.
En junio de 1474, Giuliano fue enviado al frente de un ejército para restaurar la autoridad papal en Umbría, logrando someter Todi y Spoleto2. También sirvió como legado en Francia y los Países Bajos en misiones diplomáticas importantes, incluyendo la regulación de asuntos eclesiásticos, la búsqueda de ayuda contra los turcos y la resolución de disputas políticas2.
Después de la muerte de Sixto IV en 1484, Giuliano tuvo un papel influyente en la elección de Inocencio VIII, a quien apoyó con sobornos para asegurar la elección de un papa que pudiera manipular2. Durante el pontificado de Inocencio VIII, Giuliano ejerció una gran influencia2.
Con la muerte de Inocencio VIII en 1492, Giuliano aspiró nuevamente al papado. Sin embargo, su influencia y su marcada simpatía por Francia lo hicieron impopular entre los cardenales2. A pesar de sus esfuerzos, Rodrigo Borgia fue elegido como Alejandro VI, a quien Giuliano detestaba personalmente. Temiendo por su seguridad, Giuliano se retiró a su castillo fortificado en Ostia y pasó la mayor parte del tiempo en Francia e Italia del Norte, desconfiando de las maquinaciones de Alejandro VI2.
Elección Papal y Consolidación del Poder
Tras la muerte de Alejandro VI el 18 de agosto de 1503, Giuliano regresó a Roma para participar en la elección del nuevo papa2. Aunque era un fuerte candidato, el anciano y enfermo Francesco Piccolomini fue elegido como Pío III, quien falleció solo veintiséis días después2.
La oportunidad de Giuliano llegó el 31 de octubre de 1503. Para asegurar su éxito, hizo grandes promesas a los cardenales y no dudó en emplear el soborno, resultando en el cónclave más corto en la historia del papado, donde fue elegido y tomó el nombre de Julio II2. En la capitulación previa a la elección, los cardenales impusieron términos que buscaban restringir los derechos papales, como la continuación de la guerra contra los turcos, la restauración de la disciplina eclesiástica y la convocatoria de un concilio general en dos años, y la consulta de dos tercios de los cardenales para asuntos importantes, incluyendo la guerra con otras naciones2. Sin embargo, Julio II, conocido como el pontefice terribile por su presencia intrépida e imponente, no toleraría tales restricciones a su autoridad2.
La principal tarea de su pontificado fue el firme establecimiento y la extensión del poder temporal de los Estados Pontificios, para lo cual su carácter de soldado era excepcionalmente adecuado2.
Campañas Militares y Política Exterior
Julio II fue ante todo un soldado, y su fama se debe en gran parte a la restauración de los Estados Pontificios y la liberación de Italia de la subyugación francesa2,1.
Recuperación de la Romaña y Campaña contra Venecia
Venecia fue la primera en sentir la mano fuerte de Julio II2. Los venecianos habían ocupado varias plazas en la Romaña, que era territorio eclesiástico, bajo el pretexto de humillar a César Borgia2. Julio II exigió la devolución de estas fortalezas, y aunque se llegó a un acuerdo temporal en marzo de 1505, Venecia se negó a devolver algunas ciudades importantes como Rímini y Faenza2. Además, los venecianos invadieron los derechos papales al nombrar obispos y someter al clero a tribunales seculares2.
Incapaz de enfrentarse solo a la poderosa República de Venecia, Julio II se unió a regañadientes a la Liga de Cambrai el 23 de marzo de 1509, formada por el emperador Maximiliano I y Luis XII de Francia para obligar a Venecia a devolver sus conquistas2. El 27 de abril de 1509, Julio II interpuso un interdicto sobre Venecia y envió sus tropas a la Romaña. Tras la derrota veneciana en la batalla de Agnadello el 14 de mayo de 1509, Venecia se vio obligada a negociar. Julio II se retiró de la Liga y levantó el interdicto el 24 de febrero de 1510, después de que Venecia aceptara restaurar las ciudades en disputa en la Romaña, renunciar a sus reclamos de llenar beneficios vacantes, reconocer los tribunales eclesiásticos para el clero, revocar tratados con ciudades papales y permitir la libre navegación de súbditos papales en el Adriático2.
Control de Perusa y Bolonia
Mientras tanto, surgieron problemas en Perusa y Bolonia, ciudades que pertenecían a los Estados Pontificios, donde las familias Baglioni y Bentivoglio actuaban como déspotas independientes2. El belicoso Julio II dirigió personalmente la campaña contra ambas, partiendo al frente de su ejército el 26 de agosto de 15062. Perusa se rindió sin derramamiento de sangre el 13 de septiembre, y el papa se dirigió a Bolonia. El 7 de octubre, emitió una bula deponiendo y excomulgando a Giovanni Bentivoglio y colocando a la ciudad bajo interdicto. Bentivoglio huyó, y Julio II entró triunfalmente en Bolonia el 10 de noviembre de 15062.
La Santa Liga y la Expulsión Francesa
Julio II, habiendo restablecido el control temporal sobre los Estados Pontificios, extendió su ambición a la liberación de toda Italia de la subyugación a potencias extranjeras, especialmente Francia2. Sus esfuerzos por obtener ayuda de Maximiliano I, Enrique VIII de Inglaterra y Fernando de España fueron inicialmente infructuosos, pero los suizos y venecianos estaban listos para luchar contra los franceses2.
Julio II inició las hostilidades deponiendo y excomulgando a su vasallo, el duque Alfonso de Ferrara, quien apoyaba a Francia2. Luis XII de Francia respondió convocando un sínodo de obispos franceses en Tours en septiembre de 1510, donde se decretó que el papa no tenía derecho a hacer la guerra a un príncipe extranjero y que, en tal caso, el príncipe tenía derecho a invadir los Estados Eclesiásticos y retirar la obediencia de sus súbditos al papa. El sínodo también amenazó al papa con un concilio general2.
Ignorando el sínodo, Julio II asumió nuevamente el mando personal de su ejército y partió hacia el norte de Italia. En Bolonia, enfermó gravemente, pero se recuperó y marchó contra Mirandola, que tomó el 20 de enero de 15112. Sin embargo, el 23 de mayo de 1511, los franceses tomaron Bolonia, expulsaron a las tropas papales y reinstalaron a los Bentivoglio2.
Algunos cardenales, descontentos con la política anti-francesa del papa, convocaron un concilio cismático en Pisa el 1 de septiembre de 1511, con el apoyo del rey de Francia y, por un tiempo, del emperador Maximiliano2. Julio II buscó ayuda en España, Venecia e Inglaterra, y el 4 de octubre de 1511, se formó la Santa Liga para liberar a Italia del dominio francés. Inicialmente, la Liga incluía al papa, los venecianos y España, pero Inglaterra se unió el 17 de noviembre, seguida por el emperador y Suiza2. Aunque los franceses tuvieron éxitos iniciales bajo Gastón de Foix, tras su muerte fueron derrotados en la batalla de Rávena el 11 de abril de 1512 y expulsados de Italia2.
Patronazgo de las Artes y la Cultura
Julio II es reconocido como un gran mecenas de las artes, y su servicio a artistas como Bramante, Rafael y Miguel Ángel resultó en algunas de sus mayores obras maestras2,1.
La Basílica de San Pedro
El 18 de abril de 1506, Julio II colocó la primera piedra de la gigantesca Basílica de San Pedro2. Concibió la idea de unir el Vaticano con el Belvedere, encargando a Bramante la realización del proyecto2. La reconstrucción de la Basílica de San Pedro bajo su dirección simbolizó el poder papal y se convirtió en una obra maestra de la arquitectura renacentista2.
La Capilla Sixtina
Julio II encargó a Miguel Ángel la pintura del techo de la Capilla Sixtina, una obra que el artista completó en aproximadamente cuatro años, de 1508 a 15122,4. Esta inmensa obra, que cubre más de 1.000 metros cuadrados, tuvo un efecto asombroso en quienes la vieron por primera vez, marcando un antes y un después en la historia del arte italiano y europeo4. El Papa Benedicto XVI, en 2009, destacó la Capilla Sixtina como un santuario de fe y creatividad humana, con sus frescos de Perugino, Botticelli, Ghirlandaio y, sobre todo, las escenas del Génesis y el Juicio Final de Miguel Ángel5.
Las Estancias de Rafael
Las famosas Estancias de Rafael en el Vaticano también fueron encargadas por Julio II2. El papa, cansado de residir en los apartamentos de su predecesor (los Appartamento Borgia), decidió remodelar las cámaras inferiores3. Rafael, con su genio inigualable, creó obras como «La expulsión de Heliodoro», una clara alusión a los saqueadores de los Estados Pontificios, y «La Misa de Bolsena», una composición rica y profunda3. La capacidad de Rafael para asimilar y transformar su estilo, influenciado por la grandeza de Roma y la guía de Bramante, es considerada un milagro en su existencia3.
Deberes Espirituales y Reformas Eclesiásticas
A pesar de su reputación como «Papa Guerrero», Julio II no olvidó sus deberes como cabeza espiritual de la Iglesia2. Estuvo libre de nepotismo, escuchaba Misa casi a diario y a menudo la celebraba él mismo2. Emitió una estricta bula contra la simonía en las elecciones papales y otra contra los duelos2.
También erigió diócesis en las recién descubiertas colonias americanas de Haití (La Española), Santo Domingo y Puerto Rico2. Condenó la herejía de Piero de Lucca sobre la Encarnación el 7 de septiembre de 1511 e instituyó varias ordenanzas para reformas monásticas2. Fundó la todavía existente Capella Julia, una escuela de canto eclesiástico2. Finalmente, convocó el Quinto Concilio de Letrán para erradicar los abusos de la Iglesia y, especialmente, de la Curia Romana, y para frustrar los designios de los cardenales cismáticos2.
Muerte y Legado
Julio II murió en Roma, en la noche del 20 al 21 de febrero de 15132. Su pontificado, aunque marcado por la ambición política y militar, dejó un legado duradero en la historia de la Iglesia y la cultura europea1. Se le recuerda como un papa que combinó la fe con la política, el arte y la guerra2. Su enfoque en la autoridad papal y la defensa de la Iglesia frente a amenazas externas sentó las bases para la Contrarreforma en el siglo XVI2.
Aunque no fue canonizado como santo, su influencia en la arquitectura, la pintura y la política italiana sigue siendo objeto de estudio2. La ciudad de Roma, bajo su liderazgo, se transformó en un centro de poder y cultura, y sus grandes creaciones artísticas son inseparables de las ideas de humanidad y cultura representadas por la Iglesia Católica3.
Citas
Papa #216: Julio II, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 216: Julio II (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Papa Julio II, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Julio II. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32 ↩33 ↩34 ↩35 ↩36 ↩37 ↩38 ↩39 ↩40 ↩41 ↩42 ↩43 ↩44 ↩45 ↩46 ↩47 ↩48 ↩49 ↩50 ↩51 ↩52 ↩53 ↩54 ↩55 ↩56 ↩57
Rafael, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Rafael. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Celebración de las primeras vísperas con ocasión del 500.º aniversario de la inauguración del techo de la Capilla Sixtina, Papa Benedicto XVI. Celebración de las Primeras Vísperas con ocasión del 500.º Aniversario de la inauguración del techo de la Capilla Sixtina (31 de octubre de 2012) (2012). ↩ ↩2
Encuentro con artistas en la Capilla Sixtina, Papa Benedicto XVI. Encuentro con artistas en la Capilla Sixtina (21 de noviembre de 2009) (2009). ↩