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Cruz

Papa Marcelo I

Papa Marcelo I
Dominio Público.

San Marcelo I fue el trigésimo Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado, aunque breve, fue crucial para la reorganización de la Iglesia después de la Gran Persecución de Diocleciano. Su liderazgo se caracterizó por un firme compromiso con la disciplina eclesiástica, especialmente en lo que respecta a la readmisión de los lapsi (cristianos que habían renunciado a su fe bajo tortura), lo que generó conflictos internos y con las autoridades civiles. Fue exiliado por el emperador Majencio y es venerado como mártir.

Tabla de contenido

Pontificado y Contexto Histórico

San Marcelo I ocupó la Sede de Pedro desde el 27 de mayo de 308 hasta el 16 de enero de 3091,2. Su elección se produjo después de un período de vacancia papal de casi cuatro años, tras la muerte de su predecesor, San Marcelino, en 3043,4,5. Este interregno fue consecuencia directa de la Gran Persecución de Diocleciano, una de las más severas persecuciones contra los cristianos en el Imperio Romano, que había dejado a la Iglesia en Roma en un estado de gran confusión3,2.

Cuando Marcelo asumió el pontificado, la Iglesia en Roma enfrentaba desafíos significativos. Los lugares de reunión y algunos cementerios de los fieles habían sido confiscados, y la vida y actividad eclesiástica normal estaban interrumpidas3. Además, existían profundas divisiones internas, principalmente causadas por el gran número de cristianos que habían apostatado durante la persecución y que ahora buscaban ser readmitidos en la comunión eclesiástica3.

Reorganización de la Iglesia y la Cuestión de los Lapsi

El pontificado de Marcelo I se centró en restablecer el orden y la disciplina dentro de la Iglesia2. Una de sus acciones más notables fue la reorganización de la administración territorial de la Iglesia en Roma. Según el Liber Pontificalis, Marcelo dividió la ciudad en veinticinco distritos o tituli, asignando a cada uno un presbítero. Estos presbíteros eran responsables de la preparación de los catecúmenos para el bautismo, la dirección de las penitencias públicas, el entierro de los difuntos y la conmemoración de los mártires3. Esta medida refleja una clara tradición histórica de que la administración eclesiástica en Roma fue reorganizada por este Papa después de la gran persecución3.

Sin embargo, el trabajo de Marcelo fue rápidamente interrumpido por las controversias surgidas en torno a la readmisión de los lapsi3. Marcelo I mantuvo una postura firme, insistiendo en que aquellos que habían renegado de su fe debían someterse a estrictas penitencias antes de ser readmitidos en la Iglesia2,3,5. Esta política, aunque en línea con la disciplina eclesiástica establecida después de las persecuciones anteriores, como la de Decio (250-251), fue fuertemente resistida por una facción de cristianos en Roma3,6.

El Papa San Dámaso I, en un epitafio compuesto en memoria de Marcelo, relata que el «líder de la Iglesia romana, amante de la verdad, fue considerado un enemigo malvado por todos los lapsi, porque insistía en que debían realizar la penitencia prescrita por su culpa»3,5. Estas tensiones llevaron a serios conflictos, algunos de los cuales resultaron en derramamiento de sangre, y «todo vínculo de paz se rompió»3. Al frente de esta facción rebelde se encontraba un apóstata que había negado la fe incluso antes del estallido de la persecución3.

Exilio y Muerte

La firmeza de Marcelo en la disciplina eclesiástica y los conflictos resultantes no solo generaron divisiones internas, sino que también provocaron tensiones con las autoridades civiles2. El emperador Majencio, «enfurecido por su reorganización de la Iglesia», ordenó el arresto y exilio del Papa3,5. Esto ocurrió a finales de 308 o principios de 309, según el Catalogus Liberianus, que indica que su pontificado duró poco más de un año y medio3.

Marcelo I murió poco después de su exilio2,3,5. Aunque los detalles exactos de su muerte son inciertos, la Iglesia lo honró como mártir2,6. Su fiesta se celebra el 16 de enero3,5. Su cuerpo fue sepultado en las catacumbas de Priscila, donde su tumba es mencionada por los itinerarios de los mártires romanos como existente en la basílica de San Silvestre3,5.

Legado y Veneración

El legado de San Marcelo I radica en su valiente liderazgo y su compromiso inquebrantable con la disciplina de la Iglesia en un período de inmensa dificultad. A pesar de la brevedad de su pontificado, sus esfuerzos por restaurar la estructura eclesiástica y mantener la integridad de la fe fueron fundamentales para la recuperación de la Iglesia después de la persecución.

La iglesia en Roma que hoy lleva su nombre, la Basílica de San Marcelo al Corso (San Marcello al Corso), es un testimonio de su veneración, y sus reliquias se encuentran bajo su altar mayor5.

Confusión con otros Papas y Figuras Históricas

Es importante distinguir a San Marcelo I de otras figuras históricas con nombres similares:

La firmeza de San Marcelo I en la defensa de la disciplina eclesiástica y el exilio que sufrió por ello le valieron la veneración como mártir6.

Citas

  1. Papa #155: Nicolás II, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 155: Nicolás II (2024).

  2. Papa #30: San Marcelo I, Magisterium AI. Breve historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 30: San Marcelo I (2024). 2 3 4 5 6 7

  3. Papa San Marcelo I, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Marcelo I. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17

  4. Papa San Marcelino, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Marcelino. 2

  5. B16: San Marcelo I, papa y mártir (d.C. 309), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 115. 2 3 4 5 6 7 8

  6. Papa San Eusebio, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Eusebio. 2 3

  7. Papa Marcelo II, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Marcelo II.

  8. Gubbio, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Gubbio.

  9. Marcelo de Ancira, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Marcelo de Ancira.