Papa Pío IV

El Papa Pío IV, nacido Giovanni Angelo Medici, fue el 224º Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde el 26 de diciembre de 1559 hasta el 9 de diciembre de 1565. Su papado fue crucial para la consolidación de las reformas del Concilio de Trento y para la respuesta de la Iglesia a la Reforma Protestante. Durante su tiempo como Papa, se centró en la educación clerical, la integridad moral del clero y el fortalecimiento de la autoridad papal, dejando un impacto duradero en la dirección futura de la Iglesia.
Tabla de contenido
Primeros años y carrera eclesiástica
Giovanni Angelo Medici nació en Milán el 31 de marzo de 1499, en una familia de humildes circunstancias que no estaba relacionada con la influyente casa florentina Medici hasta que él ascendió al trono papal1. Su padre, Bernardino, se había establecido en Milán y se dedicaba a la recaudación de impuestos. Giovanni Angelo y su hermano mayor, Giangiacomo, ambos demostraron ser ambiciosos, aunque por caminos diferentes. Mientras Giangiacomo se convirtió en un exitoso soldado de fortuna, Giovanni Angelo se dedicó a los estudios1.
Estudió filosofía, medicina y derecho en Pavía y Bolonia, obteniendo un doctorado en derecho y ganando reputación como jurista1. A los veintiocho años, decidió abrazar el estado eclesiástico y se trasladó a Roma el 26 de diciembre de 1527, exactamente 32 años antes de su elección como Papa1. En Roma, el Papa Clemente VII le otorgó el cargo de protonotario. Su inteligencia, diligencia y confiabilidad le valieron la confianza del Papa Pablo III, quien lo empleó como gobernador en varias ciudades de los Estados Pontificios1. Hacia el final del reinado de Pablo III, Medici fue nombrado cardenal-presbítero con el título de S. Pudenziana1. Julio III lo designó legado en la Romaña y comandante de las tropas papales1.
Elección al papado
La elección de Giovanni Angelo Medici al papado ocurrió en un contexto de reacción a la severidad de su predecesor, Pablo IV1. El cónclave para elegir al sucesor de Pablo IV se prolongó durante más de tres meses, comenzando el 9 de septiembre de 1559 y concluyendo en diciembre1,2. Finalmente, ninguna de las facciones principales (francesa o hispano-austríaca) pudo asegurar la elección1. Gracias a los esfuerzos del Cardenal Farnese, Medici fue elegido por aclamación el 26 de diciembre de 15591. Fue coronado el 6 de enero de 1560 y tomó el nombre de Pío IV1.
Su primer acto oficial fue conceder una amnistía a aquellos que habían ultrajado la memoria de Pablo IV, aunque se negó a perdonar a Pompeio Colonna por el asesinato de su suegra, afirmando: «Dios no quiera que yo comience mi pontificado condonando un parricidio»1. Debido a la animosidad de España y la aversión popular hacia la familia Caraffa, Pío IV inició un proceso contra los parientes de Pablo IV, lo que llevó a la condena y ejecución del Cardenal Carlo Caraffa y su hermano. Sin embargo, esta sentencia fue posteriormente declarada injusta por San Pío V, y la memoria de las víctimas fue vindicada y sus propiedades restauradas1. Además, Pío IV liberó a dignatarios como el Cardenal Morone, quienes habían sido encarcelados por Pablo IV bajo sospecha de herejía1.
El Concilio de Trento
El legado más significativo del pontificado de Pío IV fue la exitosa culminación del Concilio de Trento1,3. El Concilio había sido convocado por Pablo III y continuado por Julio III, pero se había suspendido durante un largo período debido a diversas dificultades4,5. Pío IV, al asumir el gobierno de la Sede Apostólica, se propuso completar esta obra esencial4.
Para esta tarea, Pío IV encontró un colaborador clave en su sobrino, San Carlos Borromeo, a quien nombró cardenal-sobrino1,5. San Carlos Borromeo fue una figura fundamental en la conclusión del Concilio y en la implementación de sus decretos5,6. A pesar de las dificultades y las objeciones de varias potencias europeas que deseaban un nuevo concilio en lugar de una continuación, Pío IV logró reanudar las sesiones5.
La fase final del Concilio de Trento se celebró bajo el pontificado de Pío IV. La vigésima quinta y última sesión tuvo lugar los días 3 y 4 de diciembre de 15635. En esta sesión, se aprobaron y promulgaron decretos dogmáticos sobre la veneración e invocación de los santos, las reliquias e imágenes, y decretos de reforma sobre la vida de monjes, monjas, cardenales, obispos, la administración de beneficios eclesiásticos, la supresión del concubinato clerical y la vida del clero en general5. También se promulgaron decretos sobre las indulgencias, los ayunos y días festivos, y se instó al Papa a preparar ediciones del Misal, el Breviario y un catecismo, así como una lista de libros prohibidos5.
El Concilio solicitó al Papa la confirmación de todos sus decretos, tanto los aprobados bajo Pablo III y Julio III como los de su propio pontificado4. Pío IV, tras una madura deliberación con los cardenales y la invocación del Espíritu Santo, confirmó todos los decretos por autoridad apostólica el 26 de enero de 1564, mediante la bula Benedictus Deus4,5. Estos decretos fueron aceptados por las naciones católicas, algunas con reservas5.
El Concilio de Trento fue de inmensa importancia para la vida interna de la Iglesia, proclamando la verdad divina en oposición a las doctrinas erróneas de la época y sentando las bases para una reforma interna genuina5.
Reformas y obras
Además de la finalización del Concilio de Trento, Pío IV se dedicó a numerosas mejoras en Roma y los Estados Pontificios1.
La Profesión de Fe Tridentina
El nombre de Pío IV está inmortalmente asociado con la «Profesión de Fe», que debe ser jurada por todo aquel que ostente un cargo eclesiástico1.
Imprenta Pontificia
Entre las obras más útiles de su pontificado, se destaca la fundación de la imprenta pontificia para la publicación de libros en todos los idiomas1. Pío IV procuró los tipos necesarios y confió la institución a la hábil supervisión de Paul Minutius1.
Obras arquitectónicas y urbanísticas
Pío IV emprendió varios embellecimientos en Roma, aunque esto implicó la imposición de impuestos adicionales1. Una de sus estructuras más magníficas fue la gran iglesia de S. Maria degli Angeli, a la que sus restos fueron trasladados en 15831. También se le atribuye la finalización de la iglesia de Santa Maria della Pace en Roma3.
Asuntos militares y financieros
Pío IV también contribuyó con cientos de miles de escudos para apoyar la guerra contra los turcos en Hungría, además de los gastos en fortificaciones y embellecimiento de Roma1.
Relación con San Pío V
Aunque Pío IV y su sucesor, San Pío V (nacido Michael Ghislieri), tuvieron opiniones a menudo divergentes, San Pío V fue elegido Papa en gran parte gracias a los esfuerzos de San Carlos Borromeo, quien lo vio como el reformador que la Iglesia necesitaba7. San Pío V, de hecho, se dedicó a aplicar fielmente los decretos del Concilio de Trento, incluyendo la publicación del Misal Romano y el Breviario renovados, y el Catecismo del Concilio de Trento7,8. San Pío V también introdujo la Summa de Santo Tomás de Aquino en las universidades y lo hizo Doctor de la Iglesia7,8.
Muerte y legado
La indulgencia de Pío IV al tratar con sospechosos de herejía, un contraste con el rigor de su predecesor, llevó a algunos a dudar de su propia ortodoxia1. Un fanático intentó asesinarlo, pero Pío IV falleció el 9 de diciembre de 1565 a causa de la fiebre romana, con San Felipe Neri y San Carlos Borromeo a su lado1. Fue enterrado inicialmente en San Pedro, y sus restos fueron trasladados el 4 de junio de 1583 a la iglesia de S. Maria degli Angeli1.
El historiador Muratori, citado en la Catholic Encyclopedia, afirmó que Pío IV tenía faltas, pero estas eran insignificantes en comparación con sus muchas virtudes1. Su memoria es bendecida por haber llevado a una gloriosa terminación el Concilio de Trento, reformado los tribunales romanos, mantenido el orden y la abundancia en sus dominios, promovido a cardenales a hombres de gran mérito y habilidad literaria, evitado el nepotismo excesivo y enriquecido Roma con la construcción de muchos edificios1. Pío IV es recordado como un Papa que consolidó la respuesta católica a la Reforma y fomentó un sentido renovado de identidad y propósito dentro de la Iglesia3.
Citas
Papa Pío IV, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Papa Pío IV. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29
San Carlos Borromeo, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §San Carlos Borromeo. ↩
Papa #224: Pío IV, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 224: Pío IV (2024). ↩ ↩2 ↩3
El Concilio de Trento - La Vigésimo Quinta Sesión - Confirmación del Concilio, Documento del Concilio. Concilio de Trento, §La Vigésimo Quinta Sesión (1563). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Concilio de Trento, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Concilio de Trento. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Papa Pío X. Editae Saepe, § 12 (1910). ↩
B5: San Pío V, Papa (d. C. 1572), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 238. ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. Mensaje con motivo de las celebraciones jubilares del quinto centenario del nacimiento de San Pío V (1 de mayo de 2004) - Discurso (2004). ↩ ↩2