Papa Pío V

San Pío V, nacido Antonio Ghislieri y más tarde conocido como Michele Ghislieri, fue el 225º Papa de la Iglesia Católica, reinando desde el 7 de enero de 1566 hasta el 1 de mayo de 15721. Su pontificado estuvo marcado por un firme compromiso con la Contrarreforma y la implementación de las reformas del Concilio de Trento. Es recordado por estandarizar el Rito Romano de la Misa con la publicación del Misal Romano en 1570, que influyó en la liturgia católica durante siglos. También se destacó por su celo contra el protestantismo, su excomunión de la Reina Isabel I de Inglaterra y su papel en la victoria de la Liga Santa en la Batalla de Lepanto en 15711.
Tabla de contenido
Primeros años y vida religiosa
Michele Ghislieri nació en 1504 en Bosco, en la diócesis de Tortona, en el seno de una familia pobre pero noble2,3. A la edad de catorce años, ingresó en la Orden de Predicadores (dominicos) en el priorato de Voghera2,4. Recibió una sólida educación y una formación en piedad austera3.
Después de su ordenación sacerdotal en Génova en 1528, enseñó teología y filosofía durante dieciséis años2,3,4. Durante este tiempo, también sirvió como maestro de novicios y gobernó varias casas de la orden, esforzándose por mantener el espíritu del fundador2,3. Se distinguió por su apego a las Escrituras y las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, y fue un asiduo estudiante de Santo Tomás de Aquino, a quien más tarde, como Papa, declararía Doctor de la Iglesia4. Ghislieri era un ejemplo de las virtudes monásticas, ayunando, haciendo penitencia y pasando largas horas en meditación y oración3.
Ascenso en la jerarquía eclesiástica
En 1556, fue nombrado obispo de Nepi y Sutri por el Papa Pablo IV2,3,4. Al año siguiente, fue designado inquisidor general y cardenal2,3. Él mismo comentó que el cardenalato era como «remachar hierros a sus pies para evitar que se arrastrara de nuevo a la paz del claustro»2.
El Papa Pío IV lo transfirió al obispado piamontés de Mondovì, una diócesis que había sido devastada por la guerra2,3. En poco tiempo, Ghislieri logró restaurar la calma y la prosperidad en su diócesis2. Fue llamado con frecuencia a Roma, donde demostró un celo inquebrantable en todos los asuntos en los que fue consultado3. A pesar de que sus opiniones a menudo diferían de las de Pío IV, nunca dudó en expresar sus convicciones abiertamente2. Por ejemplo, se opuso firmemente a que Pío IV admitiera a Fernando de Médici, de solo trece años, en el Sagrado Colegio3.
Pontificado de Pío V
Tras la muerte de Pío IV en diciembre de 15652,5, Michele Ghislieri fue elegido Papa el 7 de enero de 1566, en gran parte gracias a los esfuerzos de San Carlos Borromeo, quien lo vio como el reformador que la Iglesia necesitaba2,3. Tomó el nombre de Pío V y desde el principio dejó claro su determinación de aplicar tanto la letra como el espíritu de las recomendaciones del Concilio de Trento2. Su pontificado duró hasta el 1 de mayo de 15721.
Reformas de la Iglesia
Pío V se dedicó a revivir la práctica de la fe y a imprimir un celo evangelizador en la Iglesia4. Sus actividades se extendieron desde una drástica purga de la Curia Romana hasta la limpieza de los Estados Pontificios de bandidos2.
Implementación del Concilio de Trento
Uno de los principales legados de Pío V fue su compromiso con la implementación de los decretos del Concilio de Trento1,4.
Residencia de obispos y párrocos: Una de sus primeras órdenes fue que todos los obispos residieran en sus diócesis y los párrocos en sus curas, imponiendo severas penas por desobediencia2,3,4.
Moralidad y disciplina: Pío V aplicó las leyes con una regularidad inquebrantable, tanto a ricos como a pobres6. Prohibió las corridas de toros y legisló contra la prostitución, relegando a las prostitutas a barrios distantes para disminuir los escándalos públicos2,3. Su rigor y vigor fueron a veces excesivos, pero esto no se consideraba tan reprensible en su época6.
Reforma del clero: Trabajó con San Carlos Borromeo para reformar el clero, obligando a los cardenales a llevar vidas de sencillez y piedad3. También recordó a los religiosos la idoneidad de la clausura y al clero la importancia del celibato y una vida santa4.
Liturgia: En el ámbito litúrgico, Pío V publicó el nuevo Breviario en 1568, omitiendo ciertos días de santos y leyendas extravagantes, y devolviendo su lugar propio a las lecturas de las Sagradas Escrituras2,7. Dos años más tarde, emitió el Misal Romano en 1570, que fue tanto una restauración del uso antiguo como una revisión adaptada a las necesidades de la época, estandarizando el Rito Romano de la Misa2,1,4.
Catequesis y teología: Ordenó la finalización del Catecismo del Concilio de Trento y dispuso que se hicieran traducciones a lenguas extranjeras, haciendo de la instrucción catequética de los jóvenes un deber de todos los párrocos8,4. Introdujo la Summa Theologiae de Santo Tomás de Aquino en las universidades y reconoció solemnemente a Santo Tomás como Doctor de la Iglesia2,4.
Oposición al protestantismo y los turcos
A lo largo de su pontificado, Pío V tuvo dos preocupaciones principales: la expansión del protestantismo y las incursiones de los turcos8,3.
Lucha contra el protestantismo
Pío V dio un nuevo impulso a la actividad de la Inquisición8,3. En Alemania, apoyó a los católicos oprimidos por los príncipes heréticos3. En Francia, animó a la Liga con sus consejos y ayuda económica3. En los Países Bajos, apoyó a España3.
- Inglaterra: Durante mucho tiempo, Pío V abrigó esperanzas de convertir a la Reina Isabel I de Inglaterra8. Sin embargo, en 1570, emitió la bula de excomunión «Regnans in excelsis» contra ella, absolviendo a sus súbditos de su lealtad y prohibiéndoles reconocerla como su soberana1,8,3. Esta acción, considerada un error de juicio debido a un conocimiento imperfecto del sentimiento inglés, aumentó las dificultades de los católicos ingleses leales y dio cierta justificación a las acusaciones de traición contra ellos8.
Lucha contra el Imperio Otomano
Pío V trabajó incansablemente para unir a los príncipes cristianos contra el enemigo hereditario, los turcos8,3.
- Batalla de Lepanto: En el primer año de su pontificado, ordenó un jubileo solemne, exhortando a los fieles a la penitencia y la limosna para obtener la victoria de Dios3. Apoyó a los Caballeros de Malta y envió fondos para la fortificación de las ciudades libres de Italia3. En 1570, cuando Solimán II atacó Chipre, amenazando a toda la Cristiandad occidental, Pío V no descansó hasta que unió las fuerzas de Venecia, España y la Santa Sede3. Envió su bendición a Don Juan de Austria, comandante en jefe de la expedición, recomendándole dejar atrás a los soldados de mala vida y prometiéndole la victoria si lo hacía3. Ordenó oraciones públicas e intensificó sus propias súplicas al cielo3. El día de la Batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, mientras trabajaba con los cardenales, Pío V interrumpió su labor, abrió una ventana y, mirando al cielo, exclamó: «Basta de negocios; nuestra gran tarea en este momento es dar gracias a Dios por la victoria que acaba de conceder al ejército cristiano»3,9. Lloró al enterarse de la victoria, que asestó un golpe al poder turco del que nunca se recuperó3. En memoria de este triunfo, instituyó la fiesta del Rosario para el primer domingo de octubre y añadió a la Letanía de Loreto la súplica «Auxilio de los Cristianos»3,9.
Caridad y piedad personal
La piedad personal y la caridad de Pío V eran bien conocidas9.
Atención a los pobres y enfermos: En la ocasión de su coronación, las limosnas que habitualmente se distribuían indiscriminadamente entre la multitud fueron entregadas a hospitales y a los verdaderamente pobres2. El dinero que solía gastarse en un banquete para cardenales y embajadores fue enviado a los conventos más pobres de la ciudad2. En tiempos de hambruna, importó grandes cantidades de grano de Sicilia y Francia a su propio costo, distribuyendo una considerable proporción gratuitamente a los pobres o vendiéndola por debajo del precio de coste2. Visitaba con frecuencia los hospitales y le encantaba atender a los enfermos con sus propias manos, consolándolos y preparándolos para morir8,3. Lavaba los pies de los pobres y abrazaba a los leprosos3. Se cuenta que un noble inglés se convirtió al verlo besar los pies de un mendigo cubierto de úlceras3.
Austeridad personal: Pío V fue un oponente decidido del nepotismo, manteniendo a sus parientes a distancia2. Aunque fue persuadido de seguir la tradición haciendo cardenal a uno de sus sobrinos, le dio poca influencia o poder2. Fue muy austero y desterró el lujo de su corte3. A pesar de las pesadas labores y ansiedades de su cargo, realizaba al menos dos meditaciones diarias de rodillas ante el Santísimo Sacramento3. Incluso cuando estaba enfermo y anciano, ayunaba durante todo el Adviento y la Cuaresma, y oraba con tanta fervor que popularmente se creía que obtenía de Dios todo lo que pedía2,8.
Muerte y canonización
Pío V falleció el 1 de mayo de 1572, a la edad de sesenta y ocho años, a causa de una dolorosa enfermedad de la que había sufrido durante mucho tiempo y que sus austeridades habían agravado9. Dejó un recuerdo de rara virtud y una integridad inquebrantable3.
Fue beatificado por Clemente X en 1672 y canonizado por Clemente XI en 17121,3,9. Fue el último Papa en ser elevado a los altares de la Iglesia hasta la beatificación de Pío X9,10,11. La Iglesia Católica celebra su fiesta el 5 de mayo12.
Legado
El legado de San Pío V es el de un compromiso inquebrantable con la ortodoxia católica y la reforma, influyendo en la trayectoria de la Iglesia en los siglos posteriores a la Reforma1. Bajo su gobierno, y con la ayuda y el ejemplo de hombres como San Felipe Neri, Roma volvió a ser digna de ser la Ciudad Apostólica y sede principal de la Iglesia de Cristo, y los efectos del Concilio de Trento comenzaron a sentirse ampliamente9. El Papa Juan Pablo II, en 2004, destacó el celo apostólico, la constante aspiración a la santidad y el amor a la Virgen que marcaron la vida de San Pío V como un incentivo para vivir la vocación cristiana con un compromiso más profundo4.
Citas
Papa #225: St. Pío V, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 225: St. Pío V (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
B5: St. Pío V, papa (A.D. 1572), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 238. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25
Papa St. Pío V, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa St. Pío V. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32 ↩33 ↩34 ↩35 ↩36
Papa Juan Pablo II. Mensaje con motivo de las celebraciones jubilares por el 5º centenario del nacimiento de St. Pío V (1 de mayo de 2004) - Discurso (2004). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
Papa Pío IV, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Pío IV. ↩
La Contrarreforma, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Contrarreforma. ↩ ↩2
Papa Gregorio XIII. Inter Gravissimas, § 3 (1581). ↩
Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 239. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
St. Hilario, obispo de Arlés (A.D. 449), Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 240. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 480. ↩
Alban Butler. Las Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 479. ↩
B5 de Mayo, Papa Benedicto XIV. El Martirologio Romano, § 5 de Mayo (1749). ↩