Wikitólica

La enciclopedia y wiki católica en español

Cruz

Papa Silvestre I

Papa Silvestre I
Papa Sylvester I. Dominio público.

Silvestre I fue el trigésimo tercer Papa de la Iglesia Católica, cuyo pontificado se extendió desde el 31 de enero de 314 hasta el 31 de diciembre de 335 d.C. Su papado es notable por coincidir con la era del emperador Constantino el Grande y la legalización del cristianismo a través del Edicto de Milán en 313 d.C. Aunque se sabe poco sobre su vida personal, su tiempo como obispo de Roma fue crucial para la Iglesia, ya que presenció la construcción de importantes basílicas en Roma, como la de San Pedro y la de San Juan de Letrán. Silvestre I también desempeñó un papel significativo en el desarrollo de la doctrina de la Iglesia, especialmente a través de su participación en el Primer Concilio de Nicea en 325, que condenó la herejía arriana y afirmó la divinidad de Cristo. Su largo pontificado ayudó a consolidar el papel de la Iglesia en un Imperio Romano cristianizado.

Tabla de contenido

Biografía y Pontificado

Silvestre I, hijo de un romano llamado Rufino, fue elegido obispo de Roma en el año 314, sucediendo a San Melquíades1,2. Su pontificado de veintiún años se dio en un momento de gran transformación para el cristianismo, que había pasado de ser una religión perseguida a una religión legalmente reconocida en el Imperio Romano tras el Edicto de Milán1,3. A pesar de la importancia de esta era, existe poca información autorizada sobre la vida personal y los actos de Silvestre1,2.

Relación con el Emperador Constantino

La relación entre el Papa Silvestre I y el emperador Constantino el Grande es uno de los aspectos más destacados de su pontificado, aunque también está rodeada de leyendas1,2.

La Donación de Constantino

Una de las leyendas más conocidas es la de la «Donación de Constantino», un documento falsificado que afirmaba que el emperador Constantino, tras ser curado de lepra y bautizado por Silvestre, otorgó al Papa y a sus sucesores grandes privilegios y extensas posesiones, incluyendo la primacía sobre otros patriarcados y el dominio sobre las provincias de Italia1,4. Esta historia, aunque ampliamente utilizada con fines políticos y eclesiásticos durante la Edad Media, ha sido reconocida históricamente como una fabricación1.

El Bautismo de Constantino

Otra leyenda popular, que incluso se incluyó en el Martirologio Romano y el Breviario, sostiene que San Silvestre bautizó a Constantino1,5. Sin embargo, los registros históricos indican que Constantino, aunque apoyó el cristianismo y pospuso su bautismo hasta el final de su vida, fue bautizado por un obispo arriano, Eusebio de Nicomedia, dieciocho meses después de la muerte de San Silvestre1,6,7. Constantino permaneció como catecúmeno durante la mayor parte de su vida, participando activamente en los asuntos de la Iglesia y promoviendo el cristianismo, pero recibiendo el sacramento del bautismo solo en su lecho de muerte6.

Construcción de Basílicas y Desarrollo Litúrgico

Durante el pontificado de Silvestre I, el emperador Constantino fundó y construyó varias de las grandes iglesias de Roma, lo que marcó un cambio significativo en la visibilidad pública del cristianismo2,3. Entre estas construcciones se incluyen:

Aunque el Papa Silvestre no fue el constructor directo de todas estas iglesias, su pontificado fue fundamental para su establecimiento y para el desarrollo de la liturgia en Roma2. También se le asocia con la creación de la escuela romana de canto y con la elaboración del primer martirologio de los mártires romanos2.

El Concilio de Nicea y Cuestiones Doctrinales

El pontificado de Silvestre I fue fundamental para la consolidación doctrinal de la Iglesia, especialmente en lo que respecta al Primer Concilio Ecuménico de Nicea3.

El Primer Concilio de Nicea (325 d.C.)

En junio de 325 d.C., se celebró el Primer Concilio Ecuménico en Nicea, Bitinia, convocado por el emperador Constantino para abordar la controversia arriana y otras cuestiones que amenazaban la unidad de la Iglesia1,8,9. Aunque Silvestre I no asistió en persona, envió a dos sacerdotes, Vito y Vicente, como sus legados1,8,9. El obispo Osio de Córdoba, consejero religioso del emperador, presidió el concilio1,8.

El concilio condenó la herejía de Arrio, que negaba la eternidad del Logos y afirmaba que Jesús no era consustancial con el Padre1,8. El término homoousios (consubstancial) fue clave para afirmar la divinidad de Cristo8. Aunque no hay un registro formal de que Silvestre confirmara expresamente los actos del concilio más allá de las firmas de sus legados, su participación a través de ellos reflejó la creciente influencia del papado en los asuntos de la Iglesia1,2,3.

Otras Cuestiones Conciliares

Además de la cuestión arriana, el Concilio de Nicea también abordó el cisma meliciano y la cuestión de una fecha común para la celebración de la Pascua8. El concilio buscó establecer una fecha unificada para la Pascua en Oriente y Occidente, adoptando la práctica romana de seguir el cálculo alejandrino10,11,8.

Legado y Veneración

Silvestre I falleció el 31 de diciembre de 335 d.C. y fue enterrado en la iglesia que él mismo construyó en el cementerio de Priscila1,2. En el año 761, sus reliquias fueron trasladadas por el Papa Pablo I a la iglesia de San Silvestre in Capite en Roma, que hoy es la iglesia nacional de los católicos ingleses en la ciudad1.

Su fiesta se celebra el 31 de diciembre en la Iglesia Occidental desde el siglo XIII, y también es observado en el Oriente el 2 de enero1,5. Es recordado como el primer Papa de Roma después de que la Iglesia emergió de las catacumbas, marcando el inicio de una nueva era para el cristianismo1.

El Orden de San Silvestre es un título honorífico creado por el Papa Gregorio XVI en 1841, que lleva el nombre de Silvestre I. Este orden se confiere en reconocimiento a servicios prestados a la Iglesia12.

En resumen, aunque los detalles de la vida personal de San Silvestre I son escasos, su pontificado fue de una importancia inmensa para la Iglesia Católica, coincidiendo con la era de Constantino, la legalización del cristianismo, la construcción de las primeras grandes basílicas y la consolidación doctrinal en el Concilio de Nicea.

Citas

  1. B31: San Silvestre I, papa (d.C. 335), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 648. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22

  2. Papa San Silvestre I (314-335), The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Silvestre I (314-335). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

  3. Papa #33: San Silvestre I, Magisterium AI. Breve Historia de los Papas de la Iglesia Católica, §Papa 33: San Silvestre I (2024). 2 3 4

  4. Donación de Constantino, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Donación de Constantino.

  5. B31 de diciembre, Papa Benedicto XIV. El Martirologio Romano, § 31 de diciembre (1749). 2

  6. Constantino el Grande, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Constantino el Grande. 2

  7. San Juan de Letrán, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §San Juan de Letrán.

  8. Nicea I, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Nicea I (2015). 2 3 4 5 6 7

  9. El Primer Concilio de Nicea, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §El Primer Concilio de Nicea. 2

  10. Puntos adicionales, Papa Benedicto XIV. Allatae Sunt, § 43 (1755).

  11. Papa Gregorio XIII. Inter Gravissimas, § 6 (1581).

  12. Orden de San Silvestre, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Orden de San Silvestre.