Papa Zacarías

El Papa San Zacarías, cuyo pontificado se extendió desde el 741 hasta el 752, fue una figura crucial en la historia de la Iglesia, destacándose por su diplomacia, liderazgo espiritual y capacidad para navegar las complejas dinámicas políticas de su tiempo. Nacido en Calabria de una familia griega, Zacarías demostró ser un pontífice hábil y caritativo, logrando importantes avances en las relaciones con los lombardos, fortaleciendo la Iglesia en las tierras germánicas a través de San Bonifacio, y desempeñando un papel decisivo en el ascenso de la dinastía carolingia en el reino franco. Su legado incluye la restauración de iglesias, la ayuda a los pobres y la defensa de la fe católica frente a las herejías.
Tabla de contenido
Primeros Años y Elección Papal
San Zacarías nació en San Severino, Calabria, en el seno de una familia griega. Aunque los detalles de su juventud son escasos, se cree que fue diácono de la Iglesia romana y que firmó los decretos del concilio romano del año 7321,2. Tras el fallecimiento de su predecesor, San Gregorio III, el 29 de noviembre de 741, Zacarías fue elegido papa de manera unánime y fue consagrado y entronizado el 5 de diciembre del mismo año2,1. Se le describe como un hombre de carácter apacible y conciliador, conocido por su caridad hacia el clero y el pueblo2. Su pontificado, que duró de 741 a 752, comenzó en un momento de gran inestabilidad política y territorial para Roma2,1.
Relaciones con los Lombardos
Uno de los desafíos más apremiantes al inicio del pontificado de Zacarías fue la amenaza de las invasiones lombardas al territorio romano2,1. El rey lombardo Liutprando estaba preparando una nueva incursión, y el Papa Zacarías optó por una estrategia diplomática directa. Viajó a Terni para encontrarse con Liutprando, quien lo recibió con gran honor2,1.
La personalidad de Zacarías y su habilidad conciliadora impresionaron al rey, quien accedió a devolver a los romanos cuatro ciudades: Ameria, Horta, Polimartium y Blera2. Además, Liutprando restituyó todas las propiedades de la Iglesia romana que los lombardos habían tomado en los treinta años anteriores y firmó una tregua de veinte años entre el Ducado de Roma y los lombardos2,1. En agradecimiento, el pueblo romano realizó una procesión solemne a San Pedro para dar gracias a Dios por el éxito de los esfuerzos del Papa2.
Poco después, Liutprando se dispuso a atacar el territorio de Rávena. El exarca bizantino de Rávena y el arzobispo suplicaron la intervención del Papa Zacarías. Aunque sus primeros enviados no tuvieron éxito, el propio Papa viajó a Rávena y luego a Pavía para ver a Liutprando. Su intervención persuadió al rey de abandonar su ataque a Rávena y de restaurar el territorio perteneciente a la ciudad2,1.
Tras la muerte de Liutprando, su sucesor, Ratchis, mantuvo una buena relación con el Papa Zacarías, confirmando un tratado de paz con el Ducado de Roma en 7492,1. Ese mismo año, Ratchis abdicó, tomando votos monásticos ante el Papa junto con su esposa e hija, y los tres ingresaron a la vida monástica2,1. Sin embargo, el hermano de Ratchis, Aistulfo, representó una nueva amenaza al final del pontificado de Zacarías, capturando Rávena y poniendo fin al exarcado imperial bizantino, lo que nuevamente puso a Roma en peligro1.
Relaciones con el Imperio Bizantino y la Cuestión Iconoclasta
Al inicio de su pontificado, Zacarías notificó su elección a Constantinopla. Es notable que su carta synodica no fue dirigida al patriarca iconoclasta Anastasio, sino a la Iglesia de Constantinopla2. En ese momento, el emperador Constantino V Coprónimo había sido derrocado temporalmente por su cuñado Artabasdo, quien restableció el culto a las imágenes2. Los enviados papales no establecieron una relación cercana con Artabasdo2.
Una vez que Constantino V recuperó el trono, los enviados del Papa le presentaron una carta papal en la que Zacarías exhortaba al emperador a restaurar la doctrina y la práctica de la Iglesia respecto al culto de las imágenes. El emperador recibió amistosamente a los enviados y concedió a la Iglesia romana las aldeas de Nympha y Normia (Norba) en Italia2. A pesar de esto, las relaciones de Zacarías con Constantinopla se vieron opacadas por las convulsiones políticas y la persistencia del emperador Constantino V en el Iconoclasmo1.
El Papel de San Zacarías en el Ascenso de la Dinastía Carolingia
Un evento de gran importancia para el futuro de Europa y el papado fue la intervención de Zacarías en la cuestión de la sucesión al trono franco2,1. Para el año 751, el poder de los reyes merovingios en Francia se había diluido, y los mayordomos de palacio ejercían la verdadera autoridad1. Pipino el Breve, el mayordomo de palacio, envió una embajada a Roma, compuesta por el obispo Burcardo de Wurzburgo y el capellán Folrad de St. Denis, para plantear una pregunta crucial al Papa Zacarías: si era justo que alguien que no poseía el poder real fuera rey2,1,3.
Con gran diplomacia, el Papa Zacarías respondió que no le parecía correcto, declarando que quien realmente ejercía el poder soberano debía ser rey2,1. Con la autoridad del Papa, Pipino se sintió justificado para ser proclamado Rey de los Francos en Soissons y fue ungido por el legado papal, San Bonifacio2,1,3. Este acontecimiento fue de inmensa significación, sentando las bases de una nueva relación entre el papado y la soberanía secular, y marcando el inicio de la dinastía carolingia1,3.
Colaboración con San Bonifacio y la Iglesia Germánica
La relación entre el Papa Zacarías y San Bonifacio, el apóstol de Alemania, fue fundamental para la organización y el fortalecimiento de la Iglesia en los territorios germánicos2,4,5. Zacarías continuó la labor de sus predecesores, San Gregorio II y San Gregorio III, mostrando una gran confianza y buena voluntad hacia Bonifacio4. La correspondencia entre ellos fue constante, con Bonifacio enviando importantes preguntas al Papa para su decisión y expresando su plena sumisión a la Sede de Pedro2,5.
Zacarías confirmó los tres obispados recién establecidos de Wurzburgo, Buraburgo y Erfurt, y comisionó a Bonifacio como legado papal para atender el sínodo franco que Carlomán deseaba celebrar2. En 743, Zacarías celebró un sínodo en Roma al que asistieron sesenta obispos, emitiendo catorce cánones sobre diversos asuntos de disciplina eclesiástica, incluyendo los impedimentos matrimoniales2.
En 745, se celebró un sínodo general para el reino franco, convocado por Pipino y Carlomán, donde se aprobaron decretos contra eclesiásticos indignos y se condenó a los herejes Adelberto y Clemente2. Zacarías, tras una investigación exhaustiva en un sínodo lateranense, pronunció un anatema contra estos herejes y envió las actas del sínodo a Bonifacio2. El Papa también respondió a una lista de preguntas de los obispos francos sobre la disciplina del clero y la población cristiana, comunicando sus decisiones a Bonifacio para que las difundiera en un sínodo franco2.
En 747, Carlomán, el mayordomo de palacio de Austrasia, renunció a su autoridad secular, fue a Roma y fue recibido por el Papa Zacarías en una orden monástica, viviendo primero en el Soracte y luego en Monte Cassino2,1.
Actividad Eclesiástica y Caritativa
El pontificado de Zacarías se caracterizó por una intensa actividad eclesiástica y una profunda caridad2,1.
Restauración y Embellecimiento de Iglesias
Zacarías fue muy diligente en la restauración de las iglesias de Roma, a las que hizo valiosos regalos. También restauró el Palacio de Letrán y estableció varias grandes propiedades como posesiones territoriales asentadas (domus cultæ) de la Iglesia romana2. Trasladó la cabeza del mártir San Jorge a la Iglesia de San Jorge en Velabro, encontrada durante las reparaciones del Palacio de Letrán2.
Obras de Caridad
El Papa Zacarías fue conocido por su gran benevolencia hacia los pobres, a quienes se les daban limosnas regularmente desde el palacio papal2,1. Un acto notable de caridad fue cuando los comerciantes de Venecia compraron esclavos en Roma para venderlos a los sarracenos en África; el Papa compró a todos los esclavos para evitar que los cristianos se convirtieran en propiedad de los paganos2,1. También proporcionó un hogar para monjas expulsadas de Constantinopla por los iconoclastas y amenazó con la excomunión a quienes vendieran esclavos cristianos a judíos1.
Estudios Teológicos
Zacarías también se dedicó a estudios teológicos y realizó una traducción al griego de los Diálogos de San Gregorio Magno, que tuvo una amplia circulación en Oriente2,1.
Muerte y Legado
El Papa San Zacarías falleció en marzo de 7522,1 y fue sepultado en la Basílica de San Pedro2. Fue venerado como santo inmediatamente después de su muerte1. Su pontificado fue un período de gran éxito para el papado, ya que demostró ser un sucesor capaz, vigoroso y caritativo de San Pedro en una era turbulenta2.
Su habilidad para negociar con los lombardos, su apoyo a San Bonifacio en la organización de la Iglesia germánica, y su papel decisivo en la legitimación de la dinastía carolingia, marcaron un cambio significativo en la influencia política del papado en Occidente, sentando las bases para el desarrollo de los Estados Pontificios y la futura relación entre la Iglesia y los poderes seculares1,3.
A su muerte, un sacerdote llamado Esteban fue elegido unánimemente para sucederle, pero falleció a los tres días de su elección antes de ser consagrado. Aunque algunos escritores anteriores no lo incluyeron en la lista de papas, la práctica actual de la Iglesia romana lo cuenta entre ellos, lo que ha generado confusión en la numeración de los Papas Esteban6,7.
Conclusión
El Papa San Zacarías fue un líder excepcional que combinó la piedad personal con una astuta diplomacia y una visión de futuro. Su pontificado no solo aseguró la estabilidad de Roma frente a las amenazas lombardas, sino que también fortaleció la estructura eclesiástica en Europa y redefinió las relaciones de poder entre la Iglesia y los reinos emergentes. Su dedicación a la caridad, la restauración de la fe y el apoyo a figuras clave como San Bonifacio, lo consolidan como una figura fundamental en la historia de la Iglesia católica.
Citas
San Zacarías, Papa (d.C. 752), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 611. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26
Papa San Zacarías, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Zacarías. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32 ↩33 ↩34 ↩35 ↩36 ↩37
Bda. Ermengarda, virgen (d.C. 866), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 123. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Benedicto XV. In Hac Tanta, § 16 (1919). ↩ ↩2
Papa Benedicto XV. In Hac Tanta, § 10 (1919). ↩ ↩2
Papa Esteban II, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Esteban II. ↩
La lista de Papas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La lista de Papas. ↩