Papa Zósimo

El Papa Zósimo fue el 41º obispo de Roma, cuyo pontificado transcurrió entre los años 417 y 418. A pesar de su breve mandato, de menos de dos años, su papado estuvo marcado por importantes desafíos doctrinales y jurisdiccionales, particularmente en relación con el pelagianismo y las apelaciones eclesiásticas en África y Galia. Inicialmente, mostró una postura indulgente hacia los pelagianos Celestio y Pelagio, lo que generó tensiones con los obispos africanos, quienes finalmente lograron que el Papa Zósimo emitiera una condena definitiva contra esta herejía. También se enfrentó a disputas sobre la autoridad metropolitana en la Galia y el derecho de apelación a la Sede Romana, dejando algunos de estos conflictos sin resolver al momento de su muerte en diciembre de 418.
Elección y Origen
Zósimo fue elegido Papa el 18 de marzo de 417, sucediendo a Inocencio I, quien había fallecido el 12 de marzo de ese mismo año1. Aunque se desconocen los detalles de su vida antes de su elección, el Liber Pontificalis lo describe como griego de nacimiento, hijo de un hombre llamado Abram1,2. Algunos historiadores han sugerido un posible origen judío de su familia basándose en el nombre de su padre, pero las afirmaciones del Liber Pontificalis sobre los orígenes familiares de los papas de este período no siempre se consideran exactas1.
Pontificado y Desafíos
El pontificado de Zósimo, aunque breve, fue notablemente activo y estuvo plagado de controversias3.
El Asunto Pelagiano
Uno de los principales desafíos de su papado fue el manejo de la controversia pelagiana. Pelagio y su discípulo Celestio habían sido condenados por el predecesor de Zósimo, Inocencio I1,4. Sin embargo, Celestio, tras ser expulsado de Constantinopla, llegó a Roma en el verano de 417 para justificar su posición ante el nuevo Papa1,4.
Zósimo convocó una reunión del clero romano en la Basílica de San Clemente, donde Celestio compareció. Aunque se negó a condenar explícitamente las proposiciones por las que había sido condenado en Cartago en 411, Celestio declaró su aceptación general de la doctrina expuesta en las cartas del Papa Inocencio y presentó una confesión de fe que fue aprobada1,5. El Papa Zósimo, impresionado por la conducta astuta de Celestio, consideró que la acción de los obispos africanos contra él había sido demasiado apresurada. Escribió a los obispos africanos en este sentido, dándoles un plazo de dos meses para presentar cualquier acusación contra Celestio en Roma1.
Poco después, Zósimo también recibió una elaborada confesión de fe de Pelagio, junto con un tratado sobre el libre albedrío1. Una nueva reunión del clero romano leyó estos escritos. Las expresiones hábilmente elegidas por Pelagio ocultaron el contenido herético, y la asamblea consideró sus declaraciones ortodoxas. En consecuencia, Zósimo volvió a escribir a los obispos africanos defendiendo a Pelagio y reprendiendo a sus acusadores1.
Sin embargo, el arzobispo Aurelio de Cartago convocó rápidamente un sínodo que envió una carta a Zósimo, demostrando que el Papa había sido engañado por los herejes1. San Agustín también señala que Zósimo, si bien trató a Celestio con «remedios suaves» y le concedió un tiempo para la recuperación, no lo liberó de las restricciones de la excomunión5. Después de recibir una nueva carta sinodal del concilio africano del 1 de mayo de 418 y tras las medidas tomadas por el emperador Honorio contra los pelagianos, Zósimo finalmente reconoció la verdadera naturaleza de la herejía1. Emitió su Tractoria, en la que condenaba el pelagianismo y a sus autores, reafirmando así la doctrina tradicional de la Iglesia1.
Disputas Jurisdiccionales en Galia
Otro frente de conflicto para Zósimo fue la situación en la Galia. Patroclo, obispo de Arlés, había obtenido la confianza del nuevo Papa y, el 22 de marzo de 417, recibió una carta papal que le otorgaba derechos metropolitanos sobre los obispos de las provincias galas de Viennensis y Narbonensis I y II1. Además, fue nombrado una especie de vicario papal para toda la Galia, requiriendo que cualquier eclesiástico galo que viajara a Roma llevara un certificado de identidad de Patroclo1.
Esta elevación de la Sede de Arlés fue vista como una infracción de sus derechos por parte de los obispos de Vienne, Narbona y Marsella, quienes presentaron objeciones1. Zósimo cometió el error de basar su acción en un supuesto canon del Concilio de Nicea, que en realidad era un canon del Concilio de Sárdica. Esta confusión provocó un serio desacuerdo, ya que los manuscritos romanos incluían los cánones de Sárdica inmediatamente después de los de Nicea sin un título independiente, mientras que los manuscritos africanos solo contenían los cánones genuinos de Nicea1. Este conflicto no se resolvió hasta el pontificado del Papa León I1.
Apelaciones Africanas
Poco después, Zósimo se vio envuelto en otra disputa con los obispos africanos sobre el derecho de apelación a la Sede Romana por parte de clérigos condenados por sus obispos1. Cuando el sacerdote Apiario de Sicca fue excomulgado por su obispo debido a sus crímenes, apeló directamente al Papa, sin seguir el procedimiento de apelación regular en África1. Zósimo aceptó la apelación y envió legados con cartas a África para investigar el asunto, lo que fue considerado una decisión poco prudente1.
Legado y Muerte
Además de estas controversias, a Zósimo se le atribuyen decretos sobre el uso del manípulo por los diáconos, la dedicación de los cirios pascuales en las parroquias rurales y la prohibición a los clérigos de visitar tabernas1. También se conservan otras cartas suyas dirigidas a obispos africanos, galos y españoles, tratando temas como el priscilianismo y las ordenaciones clericales1.
El Papa Zósimo falleció el 27 de diciembre de 4181,3. Fue enterrado en la iglesia sepulcral de San Lorenzo en Agro Verano1. Su muerte fue seguida por un cisma en la Iglesia romana debido a una doble elección papal, con la elección de Bonifacio I y Eulalio6. A pesar de los errores iniciales en el caso pelagiano, Zósimo finalmente afirmó con autoridad el dogma tradicional de la Iglesia, protegiendo la verdad contra el error1.
Confusión con Otros Zósimos
Es importante distinguir al Papa Zósimo de otros personajes históricos con el mismo nombre. Existe un historiador bizantino de los siglos V y VI, también llamado Zósimo, que fue un abogado conectado con el tesoro en Constantinopla y defensor del paganismo. Su obra histórica abarca el Imperio Romano hasta el año 4102. También se menciona un San Zósimo de Anazarbo4 y un obispo de Siracusa llamado Zósimo, que vivió alrededor del año 6604. El Papa Zósimo de este artículo es el cuadragésimo primer Papa de la Iglesia Católica7.
Citas
Papa San Zósimo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa San Zósimo. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25
San Arquelao, obispo de Kashkar (¿sin fecha?), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 622. ↩ ↩2
Beata Vicentia López y Vicuña, virgen, fundadora de las Hijas de María Inmaculada (d.C. 1890), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen IV, § 623. ↩ ↩2
San Eusebio, papa (d.C. 310), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen III, § 344. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Santa Osburga, abadesa de Coventry, virgen (c. d.C. 1016), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 720. ↩ ↩2
San Zacarías, papa (d.C. 752), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen I, § 611. ↩
Capítulo 8 [VII.]— Celestio condenado por Zósimo, Agustín de Hipona. Sobre la Gracia de Cristo, y sobre el Pecado Original - Libro II, § 8 (420). ↩