Parábola
Una parábola es un género literario que se encuentra frecuentemente en las Escrituras, especialmente en los Evangelios, donde Jesús de Nazaret las utiliza para comunicar verdades profundas sobre el Reino de Dios. Estas narraciones breves, extraídas de la vida cotidiana y la naturaleza, sirven como un medio pedagógico para revelar misterios divinos, invitar a una elección radical y ofrecer una comprensión espiritual que va más allá de la simple narrativa.
Tabla de contenido
Origen y Naturaleza de las Parábolas
Las parábolas son una forma de enseñanza que Jesús empleó con frecuencia, como lo atestiguan los evangelios sinópticos1. Esta técnica no era exclusiva de Jesús; ya en el Antiguo Testamento se encuentran ejemplos similares, como la fábula de los árboles eligiendo un rey en Jueces 9:8-15 o la reprimenda de Natán a David en 2 Samuel 12:1-41. Sin embargo, Jesús se distingue de los profetas del Antiguo Testamento en que Él no actúa ni se describe a sí mismo actuando en las historias que narra1.
La elección de Jesús de hablar en parábolas se debe a su «estilo» divino, reflejando la manera de hablar del Padre celestial2. Al utilizar eventos de la experiencia diaria y elementos de la creación, las parábolas facilitaban el contacto con una audiencia diversa, incluso con aquellos menos instruidos3,2. La creación misma puede ser vista como una gran parábola, una inmensa narración cuyo Autor es Dios Padre2.
Propósito de las Parábolas de Jesús
El propósito principal de las parábolas de Jesús es enseñar sobre el Reino de Dios4,5,6,7,8,9,10,11,12. No son meras fábulas morales, sino que buscan revelar los «misterios del Reino de los Cielos»1.
Las parábolas tienen un doble propósito1:
Facilitar la comprensión para algunos: Para aquellos a quienes se les ha dado a conocer los secretos del Reino de los Cielos, las parábolas son un medio para penetrar en verdades divinas13,11.
Ocultar el significado para otros: Jesús mismo explicó que habla en parábolas para que «viendo no perciban, y oyendo no escuchen ni entiendan», cumpliendo la profecía de Isaías2,13. Para quienes permanecen «fuera», todo sigue siendo enigmático11.
El uso de parábolas también implica una invitación a una elección radical: para obtener el Reino, uno debe darlo todo11. Las parábolas son como espejos, confrontando al hombre con la pregunta de si será «tierra dura o buena tierra para la palabra»11.
Características de las Parábolas de Jesús
Las parábolas de Jesús se caracterizan por1:
Realismo y cotidianidad: A diferencia de los mitos o fábulas griegas, las parábolas de Jesús describen el mundo de todos los días, sin elementos fantásticos como piedras encantadas o animales parlantes1. Se inspiran en la vida ordinaria, el trabajo, la naturaleza y las relaciones humanas6,7.
Enseñanza ética y dogmática: Las parábolas no solo transmiten lecciones morales, sino que también tienen implicaciones dogmáticas y proféticas que alcanzan la consumación de todas las cosas1.
Cristocentrismo: Muchos Padres de la Iglesia, como San Roberto Belarmino, han interpretado las parábolas del Reino como referencias a Jesús mismo. Por ejemplo, el «tesoro escondido» puede ser la divinidad oculta en la humanidad de Cristo, y la «perla de gran valor» puede ser la bienaventuranza celestial o el propio Cristo14. El Reino de Dios es, en última instancia, una cristología velada, donde Jesús mismo manifiesta, encarna y realiza el Reino14.
Ejemplos Notables de Parábolas
Los Evangelios contienen numerosas parábolas, cada una con su significado específico, a menudo explicado por el propio Jesús o deducido del contexto1.
Parábolas del Reino de los Cielos (Mateo 13)
El capítulo 13 del Evangelio de Mateo es particularmente rico en parábolas del Reino de los Cielos13,10.
El Sembrador (Mt 13:3-9): Ilustra cómo la Palabra de Dios es recibida de diferentes maneras, dependiendo de la disposición del corazón de quien la escucha13,11.
La Cizaña y el Trigo (Mt 13:24-30): Enseña sobre la coexistencia del bien y el mal en el mundo hasta el juicio final13,10.
El Grano de Mostaza (Mt 13:31-32): Muestra el crecimiento del Reino de Dios desde un pequeño comienzo hasta una gran extensión13,10,12,15.
La Levadura (Mt 13:33): Destaca la acción transformadora del Reino de Dios en el mundo6,9,13,10,12.
El Tesoro Escondido y la Perla de Gran Valor (Mt 13:44-46): Invitan a una entrega total para obtener el Reino, que es de un valor incalculable13,10,11.
La Red (Mt 13:47-50): Predice el juicio final, donde los justos serán separados de los malvados13,10.
Otras Parábolas Significativas
El Banquete de Bodas (Mt 22:2-14): Enseña sobre la invitación universal al Reino y la necesidad de estar dignamente preparado5,10.
Los Talentos (Mt 25:14-30): Subraya la responsabilidad de utilizar los dones recibidos de Dios para su gloria6,10,11.
Las Diez Vírgenes (Mt 25:1-13): Exhorta a la vigilancia y preparación para la venida del Señor8,9.
El Buen Samaritano (Lc 10:25-37): Define el amor al prójimo como una acción concreta y compasiva.
El Hijo Pródigo (Lc 15:11-32): Revela la misericordia infinita de Dios Padre hacia los pecadores arrepentidos.
La Oveja Perdida (Lc 15:4-6): Muestra la alegría de Dios por la conversión de un solo pecador6.
La Moneda Perdida (Lc 15:8-10): Similar a la oveja perdida, enfatiza la diligencia en buscar lo que se ha extraviado y la alegría al encontrarlo9.
Los Obreros de la Viña (Mt 20:1-16): Ilustra la generosidad de Dios que supera la lógica humana de justicia contractual, basada en el principio de la gratuidad16,10.
Interpretación de las Parábolas en la Tradición Católica
La Iglesia Católica ha mantenido una rica tradición de interpretación de las parábolas, reconociendo su profundidad tanto literal como mística1.
Exégesis Crítica y Eclesiástica
Existen dos líneas principales de interpretación1:
Exégesis crítica: Se centra en el significado original de las parábolas cuando fueron pronunciadas por Jesús, considerando el contexto histórico y cultural.
Exégesis eclesiástica: Explora su significado en la historia de la Iglesia, viendo cómo se aplican a la vida de los creyentes y a la doctrina cristiana.
Ambas líneas están conectadas y arraigadas en la Revelación, siendo distintas pero complementarias, similar a la distinción entre el sentido literal y el sentido místico de la Escritura1,17.
Sentido Espiritual y Tipológico
La catequesis pascual del Señor, y luego la de los Apóstoles y Padres de la Iglesia, se basa en la armonía entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, desvelando el misterio de Cristo que yacía oculto en la letra del Antiguo Testamento18. Este enfoque es «tipológico», revelando la novedad de Cristo a partir de las «figuras» (tipos) que lo anunciaban18. De manera análoga, las parábolas del Nuevo Testamento no deben ser tratadas como fábulas de Esopo; fueron concebidas para prefigurar los «misterios del Reino de los Cielos»1.
Los Padres de la Iglesia han expuesto las parábolas descubriendo en ellas no solo la relevancia para la multitud o los fariseos, sino también su verdad sub specie sacramenti para el «Reino», es decir, para la Iglesia de Cristo1. La analogía de las parábolas con los sacramentos, de los cuales la Encarnación de nuestro Señor es la fuente y el patrón, es fundamental1.
Las Parábolas en la Catequesis y la Liturgia
Las parábolas son una herramienta esencial en la catequesis y la liturgia de la Iglesia.
En la Catequesis
La Iglesia utiliza las parábolas para instruir a los fieles sobre las verdades de la fe y la moral cristiana. El catequista debe explicar estas verdades en todas sus partes, haciendo una comparación entre lo que Dios manda y la conducta real, utilizando ejemplos de las Escrituras, la historia de la Iglesia y las vidas de los santos para mover a los oyentes y señalar cómo deben regular su propia conducta19. Las parábolas de Jesús, con su lenguaje concreto y vívido, son ideales para este propósito1.
En la Liturgia
En la liturgia, la Iglesia propone la vida de Jesucristo para nuestra meditación a través de las parábolas, ofreciendo ejemplos a imitar y tesoros de santidad para hacer nuestros20. La proclamación de la Palabra de Dios en la liturgia, que a menudo incluye parábolas, es una parte esencial de la oración judía y cristiana18. Al escuchar las parábolas durante la Misa, los fieles son invitados a creer lo que sus labios cantan y a practicar en la vida pública y privada lo que la mente cree20.
Conclusión
Las parábolas de Jesús son mucho más que simples historias; son un medio divino para revelar los misterios del Reino de Dios, invitar a la conversión y ofrecer una profunda comprensión de la relación entre Dios y la humanidad11. A través de imágenes extraídas de la vida cotidiana, Jesús nos desafía a una elección radical y nos prepara para la consumación de todas las cosas en su Reino1,11. La Iglesia, en su catequesis y liturgia, continúa presentando estas parábolas como espejos de la vida humana y como guías hacia la vida divina.
Citas
Parábolas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Parábolas. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17
Papa Juan Pablo II. 11 de julio de 1993: Celebración Eucarística en Santo Stefano di Cadore (Belluno - Italia) - Homilía (1993). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 20 de abril de 1988, § 8 (1988). ↩
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 25 de septiembre de 1991 (1991). ↩
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 27 de abril de 1988, § 8 (1988). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 8 de mayo de 1988: Liturgia de la Palabra en «Explanada del Barrio La Concordia» en Melo (Uruguay) - Homilía, § 2 (1988). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. 17 de mayo de 1988: Santa Misa para agricultores en Villarrica (Paraguay) - Homilía, § 4 (1988). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 11 de noviembre de 1990: Celebración Eucarística en Nápoles - Homilía (1990). ↩ ↩2
V Jesucristo - Las mujeres en el Evangelio, Papa Juan Pablo II. Mulieris Dignitatem, § 13 (1988). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Parte uno - La fe de la Iglesia - III. Creemos en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, y en nuestro Salvador Jesucristo, y en el Espíritu Santo, el Señor, el dador de vida - B. «Dios se hizo hombre para que los hombres llegaran a ser Dios”139 - 2. La proclamación del Reino de Dios - B. Los signos de la venida del Reino 1) las palabras de Cristo, Sínodo de la Iglesia Católica Griega Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 210 (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Párrafo 3. Los misterios de la vida de Cristo, Catecismo de la Iglesia Católica, § 546 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
II. - Temas fundamentales en las Escrituras judías y su recepción en la fe en Cristo - B. Temas fundamentales compartidos - En el Nuevo Testamento, Comisión Bíblica Pontificia. El pueblo judío y sus Sagradas Escrituras en la Biblia Cristiana (24 de mayo de 2001), § 61 (2001). ↩ ↩2 ↩3
La Santa Biblia, indefinido. La Santa Biblia, §Mateo 13 (1993). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Ezra Sullivan, O.P. Buscad primero el Reino: Una respuesta al relato de Germain Grisez sobre el fin último del hombre, § 33. ↩ ↩2
capítulo dos - VII. La mirada de Jesús, Papa Francisco. Laudato Si, § 97. ↩
Papa Juan Pablo II. 23 de septiembre de 1990: Celebración Eucarística en Ferrara (Italia) - Homilía, § 4 (1990). ↩
capítulo dos Dios sale al encuentro del hombre, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1.1.2. ↩
sección uno la economía sacramental, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2.1. ↩ ↩2 ↩3
Papa Pío X. Acerbo Nimis, § 13 (1905). ↩
Papa Pío XII. Mediator Dei, § 153 (1947). ↩ ↩2