Parábola de los talentos
La Parábola de los Talentos, narrada por Jesucristo en el Evangelio de Mateo (Mt 25:14-30), es una enseñanza fundamental en la doctrina católica que subraya la responsabilidad individual en la administración de los dones de Dios, la necesidad de una vigilancia operosa en espera del Reino, y la gravedad del pecado de omisión. La parábola presenta a un amo que confía a tres siervos distintas sumas de dinero, o «talentos», antes de emprender un largo viaje. Al regresar, el amo exige una rendición de cuentas. Los dos primeros siervos, que duplicaron sus talentos, son elogiados como «siervos buenos y fieles» y son invitados a entrar en el gozo de su señor. El tercer siervo, que por miedo y pereza enterró su único talento, es condenado como «siervo malvado y perezoso» y arrojado a las tinieblas exteriores. Esta narración bíblica no solo aborda la correcta utilización de los bienes materiales, sino que se extiende a la administración de todas las capacidades, gracias divinas, y la misión de vida que Dios confía a cada persona.
Tabla de contenido
Contexto Bíblico y Significado Literal
La Parábola de los Talentos se encuentra en el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo, inmediatamente antes de la descripción del Juicio Final (Mt 25:31-46)1. Este contexto es crucial, ya que la parábola se presenta como una enseñanza sobre la plenitud del Reino y la vigilancia activa que se requiere de los discípulos mientras esperan la Segunda Venida del Señor (la parusía)2.
Los Talentos como Dones de Dios
Originalmente, el «talento» era una unidad de peso y, por extensión, una gran suma de dinero3. Sin embargo, en la interpretación teológica, los talentos representan los dones y capacidades que Dios da a cada individuo4,5.
Diversidad de Dones: El amo distribuye los talentos «a cada uno conforme a su capacidad» (Mt 25:15)5. San Juan Crisóstomo explica que los talentos simbolizan la habilidad de cada persona, ya sea en la protección, el dinero, la enseñanza, o cualquier otra capacidad4. El Papa Francisco señala que todos somos «talentosos» a los ojos de Dios, y nadie debe considerarse inútil o incapaz de dar algo a los demás5.
Confianza y Misión: Dios, como un Padre amoroso y exigente, confía estos dones a sus siervos, encomendando a cada uno una misión que cumplir5,6. Estos dones son dados en fideicomiso y deben ser utilizados para alentar a los hermanos y hermanas en el camino de la fe, la esperanza y el amor, sirviendo al bien común7.
La Condena del Siervo Perezoso
El núcleo de la parábola radica en la condena del siervo que recibió un solo talento. Este siervo, paralizado por el miedo, escondió el dinero de su amo en la tierra en lugar de invertirlo1,8.
Miedo y Desconfianza: El siervo justifica su acción diciendo: «Tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo» (Mt 25:25)1. El Papa Juan Pablo II contrasta este falso temor de Dios, basado en la desconfianza y el cálculo mezquino, con el verdadero temor de Dios, que es un don del Espíritu que nos lleva a temer ofenderlo y a no ser lo suficientemente fieles a Su voluntad9. El Papa Francisco añade que la pereza del siervo surge de no cultivar una relación de confianza con su amo y con la vida10.
El Pecado de Omisión: La dureza del castigo impuesta al siervo (ser arrojado a las tinieblas exteriores, donde habrá «llanto y crujir de dientes»)1 enseña que la omisión del bien es un pecado grave4,2. El mal del siervo no fue haber hecho el mal, sino no haber hecho el bien11. San Agustín de Hipona pregunta: «¿Fue acusado porque lo perdió, y no porque lo guardó sin provecho?»12. Este pecado de omisión es la negación de nuestra vocación, ya que la vida no nos fue dada para ser guardada celosamente, sino para ser entregada11,13.
Implicaciones Teológicas y Morales
La Parábola de los Talentos tiene profundas implicaciones en la teología moral y la espiritualidad cristiana, abarcando temas como la mayordomía, el trabajo, y el juicio divino.
La Mayordomía y la Fecundidad de la Vida
La parábola es una clara exhortación a la acción y la fecundidad13. El Señor espera que sus dones se acrecienten y produzcan frutos14.
El Esfuerzo, no la Cantidad: Los siervos que recibieron cinco y dos talentos fueron elogiados de la misma manera: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco has sido fiel, te pondré sobre mucho; entra en el gozo de tu señor» (Mt 25:21, 23)1. El Papa Francisco subraya que lo que cuenta no es la cantidad de talentos recibidos, sino el esfuerzo en hacer que los dones fructifiquen10.
Servicio al Prójimo: San Juan Crisóstomo define la bondad del siervo fiel como el «mirar por el prójimo»4. La diligencia en el uso de los talentos debe traducirse en ayuda y ventaja para el prójimo, ya sea a través de la riqueza, la diligencia, la protección o la enseñanza4.
Trabajo y Economía de la Salvación
La parábola se relaciona estrechamente con la doctrina católica sobre el valor del trabajo humano.
El Trabajo como Multiplicador de Dones: El Papa Juan Pablo II enseñó que la parábola de los talentos enseña, aunque indirectamente, que el trabajo forma parte de la economía de la salvación3. El trabajo es la vía ordinaria para duplicar el valor de los talentos de cada uno. Por el contrario, negarse a trabajar o la falta de trabajo dilapida los talentos recibidos3.
Cultura de la Iniciativa: La parábola se aplica a la actividad empresarial. El siervo industrioso, que dice «Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí, he ganado otros cinco» (Mt 25:20), ejemplifica la necesidad de promover una cultura de la iniciativa y la creatividad, especialmente en el campo económico15. El artesano, por ejemplo, utiliza su talento para discernir formas en la materia inerte, colaborando en la obra creadora de Dios y poniendo su actividad al servicio del bien común10.
El Juicio Final y la Rendición de Cuentas
La parábola es una advertencia directa sobre el Juicio Final. El regreso del amo, «después de mucho tiempo» (Mt 25:19)1, representa el regreso de Cristo al final de los tiempos16.
Tiempo de Acción: La espera del retorno del Señor es el tiempo de la acción, el tiempo en el que debemos hacer fructificar los dones de Dios no para nosotros mismos, sino para Él, para la Iglesia y para los demás13.
Juicio según las Obras: El juicio divino sobre la existencia humana y el premio del Reino de Dios dependerán del uso de los talentos3. El Cristo glorioso, al final de los tiempos, revelará la disposición secreta de los corazones y dará a cada hombre según sus obras, y según su aceptación o rechazo de la gracia17.
Riesgo y Cobardía: El siervo perezoso fue castigado por su cobardía y por negarse a tomar riesgos8. La vida no debe vivirse «bloqueada por una falsa imagen de Dios» o por el miedo, sino que el cristiano debe saber tomar riesgos por el poder de su fe8.
Aplicación a la Vida Cristiana
La enseñanza de la parábola se traduce en una invitación a la perseverancia, la diligencia y el servicio activo.
No Enterrar los Dones
La principal enseñanza es la prohibición de la pasividad o la resignación11.
Superar la Pereza Espiritual: El siervo es llamado «malvado y perezoso»1. La pereza (acedia) en el uso de los dones es una falta que merece castigo4. Es un error pensar que basta con conservar el tesoro; dejar infructuosos los dones es una culpa que merece la condenación2.
La Vocación a Dar: La vida es un don que se nos da para que, a su vez, lo demos13. El secreto para poseer la vida es entregarla11. Los cristianos son llamados a abrirse, a ser solidarios y atentos a los demás, especialmente en tiempos de crisis, en lugar de cerrarse sobre sí mismos13.
La Importancia del Talento Mínimo
La parábola anima a aquellos que sienten que solo tienen «un talento» a no desanimarse.
El Uso del Don Mínimo: Nadie puede decir: «Solo tengo un talento, y no puedo hacer nada»4. Incluso con un solo talento, uno puede aprobarse a sí mismo4. La exhortación de San Agustín es a no permanecer inactivos, sino a «ganar para Cristo» con lo que se tiene, ya sea en casa, con amigos, inquilinos o clientes12.
Caridad como Don Supremo: San Gregorio Magno, al comentar la parábola, señala que a nadie le falta el don de la caridad, del amor. Por lo tanto, es necesario poner todo cuidado en la custodia de la caridad en cada acción que se deba realizar6.
En resumen, la Parábola de los Talentos es una poderosa advertencia escatológica y moral: Dios ha dado a cada uno de nosotros dones y una misión. La fidelidad en el «poco» (los dones terrenales y espirituales) es la prueba que nos permitirá entrar en el «gozo del Señor» (el Reino de los Cielos)1,9. La inacción, el miedo y la pereza en el uso de estos dones son una traición a la vocación cristiana y una causa de rechazo por parte de Dios3.
Citas
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Mateo 25. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Papa Juan Pablo II. 15 de noviembre de 1981: Visita Pastoral a la parroquia de «Santa María della Salute» en Roma - Homilía, § 3 (1981). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. 4 de febrero de 1985: Misa para los trabajadores en Trujillo, Perú - Homilía, § 3 (1985). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Mt. 25. 1-30, Juan Crisóstomo. Homilía 78 sobre Mateo, § 2 (420). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Papa Francisco. Jornada Mundial de los Pobres: Santa Misa (19 noviembre 2017), §Jornada Mundial de los Pobres: Santa Misa (19 noviembre 2017) (2017). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Dicasterio para las Causas de los Santos. Carl Lampert: Ángelus (13 noviembre 2011) (2011). ↩ ↩2
Viaje Apostólico a Tanzania: Liturgia de la Palabra en el Estadio Ali Hassan Mwinyi en Tabora, Papa Juan Pablo II. Viaje Apostólico a Tanzania: Liturgia de la Palabra en el Estadio Ali Hassan Mwinyi en Tabora (4 de septiembre de 1990), § 2 (1990). ↩
Misa por la Jornada Mundial de los Pobres (19 noviembre 2023), Papa Francisco. Misa por la Jornada Mundial de los Pobres (19 noviembre 2023) (2023). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. 15 de noviembre de 1981: Visita Pastoral a la parroquia de «Santa María della Salute» en Roma - Homilía, § 2 (1981). ↩ ↩2
Papa Francisco. A los miembros de la Confederación Nacional de Artesanos y Pequeñas y Medianas Empresas (CNA) (15 noviembre 2024) - Discurso (2024). ↩ ↩2 ↩3
Papa Francisco. Oración Litúrgica de Vísperas para el comienzo del Mes Misionero (1 de octubre de 2019), §Oración Litúrgica de Vísperas para el comienzo del Mes Misionero (1 de octubre de 2019) (2019). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Agustín de Hipona. Tratado 10 Juan 2:12-21, § 9 (420). ↩ ↩2
Juicio final, Papa Francisco. Audiencia General del 24 de abril de 2013 (2013). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. A los soldados italianos del 8º Mando del Ejército Territorial (8 de mayo de 1981) - Discurso (1981). ↩
Papa Juan Pablo II. Encuentro con el mundo de los empresarios en Agrigento (9 de mayo de 1993) - Discurso, § 3 (1993). ↩
Papa Juan Pablo II. 15 de noviembre de 1987: Visita Pastoral a la Parroquia de «Sant’Alberto Magno» de Vigne Nuove, Roma - Homilía (1987). ↩
Sección Dos I. Los Credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 682. ↩