Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro

La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro, recogida en Lucas 16, 19‑31, es uno de los relatos más impactantes del Evangelio de San Lucas. A través de la oposición entre la opulencia del hombre rico y la miseria de Lázaro, Jesús denuncia la indiferencia hacia los necesitados, subraya la relación entre la caridad y la salvación y ofrece una visión escatológica del juicio final. El texto ha sido objeto de una profunda reflexión patrística y magisterial, y sigue inspirando la enseñanza social de la Iglesia, la liturgia y la vida cristiana contemporánea.
Tabla de contenido
Contexto histórico‑biblico
El Evangelio de Lucas y la ubicación de la parábola
La parábola aparece en el contexto de las enseñanzas de Jesús sobre la riqueza y el Reino de Dios (cf. Lucas 12‑14). Lucas la sitúa después de la exhortación a la vigilancia y la prudencia, resaltando la necesidad de una vida interior que trascienda los bienes materiales1.
Personajes y símbolos
El rico epulón: representa la vida de lujo y auto‑suficiencia, vestida de púrpura y lino fino, que «se daba a banquetes suntuosos cada día»2.
Lázaro: su nombre, que significa «Dios ayuda», simboliza al pobre que, pese a su sufrimiento, recibe la ayuda divina en la muerte3.
Abraham: figura del cumplimiento de la promesa de salvación para los justos, que recibe a Lázaro en su seno1.
Texto bíblico
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino fino, y cada día se daba a banquetes suntuosos. En la puerta de su casa yacía un mendigo llamado Lázaro, cubierto de llagas, que deseaba saciarse de las migas que caían de la mesa del rico. Los perros venían y le lamían las llagas.» (Lucas 16, 19‑20)1
«El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; el rico murió también y fue sepultado en el Hades, donde sufría tormentos.» (Lucas 16, 22‑23)1
«Abraham le respondió: ‘Hijo, recuerda que en tu vida recibiste tus bienes, y ahora está bien hecho; pero ahora está el gran abismo entre vosotros.’» (Lucas 16, 26)1
Interpretación patrística
San Agustín
Agustín interpreta la parábola como una advertencia contra la avaricia y la falta de caridad, señalando que «los que guardan sus bienes para sí mismos y no los reparten con los pobres mueren de la manera del rico»4. Subraya la necesidad de mirar al pobre «con los ojos del corazón» para evitar la condenación4.
San Juan Crisóstomo
Crisóstomo destaca que la riqueza en sí no es pecaminosa, sino su uso egoísta. Señala que «el rico no fue condenado por su riqueza, sino por no prestar atención al pobre que estaba a su puerta»5. Además, el predicador insiste en que la caridad es la vía para evitar el tormento eterno5.
Tomás de Kempen
En su obra, Tomás enfatiza que la falta de arrepentimiento y la ausencia de obras de caridad llevan a la «cruelescencia del infierno», mientras que Lázaro, pese a su miseria, es liberado por la gracia divina6.
Enseñanza magisterial
Catecismo de la Iglesia Católica
El Catecismo vincula la parábola con la bienaventuranza de los pobres en espíritu y la obligación de los cristianos de compartir sus bienes con los necesitados (cf. CCC 544, 2556)7,8. Asimismo, recuerda que «el amor a los pobres es condición para entrar en el Reino de Dios»7.
Encíclica Deus Caritas Est
Benedicto XVI explica que la parábola muestra cómo «la misericordia de Dios está vinculada a nuestra misericordia hacia el prójimo; cuando esta falta, también Dios no puede entrar en nuestro corazón»9.
Exhortación apostólica Dilexi te (Leo XIV)
El Papa Leo XIV subraya que la parábola es una «llamada a la acción concreta» y cita a Santiago: «la fe sin obras es muerta» (Santiago 2, 14‑17), recordando que la caridad es esencial para la salvación10.
Audiencias de San Francisco
En 2016, el Santo Padre señala que «el rico cierra la puerta de su corazón al pobre, y esa puerta cerrada impide que Dios entre»1. En 2019, el Papa enfatiza que la indiferencia es una «enfermedad de la ceguera» que nos aleja del amor de Cristo3.
Aplicación moral y social
Doctrina social de la Iglesia
La parábola fundamenta la opción preferencial por los pobres, principio central del magisterio social. La Iglesia llama a los fieles a:
Compartir los recursos con los necesitados (cf. CCC 544)7.
Combatir la indiferencia y la «ceguera del mundo» que ignora a los marginados3.
Promover la justicia estructural, pues la riqueza sin solidaridad genera «un abismo irreparable»11.
Vida cristiana cotidiana
Oración y acción: la oración por los pobres debe ir acompañada de obras concretas (cf. Lucas 10, 37)9.
Testimonio: los cristianos están llamados a «escribir historia» mediante actos de caridad, tal como señala San Francisco3.
Influencia litúrgica y artística
Uso en la liturgia
La parábola se proclama en el Domingo de la Buena Voluntad y en celebraciones del Día Mundial de los Pobres, acompañada de homilías que resaltan la responsabilidad social del creyente12.
Representaciones artísticas
Desde la Edad Media hasta la contemporaneidad, artistas han representado la escena del rico y Lázaro, enfatizando el contraste visual entre la opulencia y la miseria, reforzando el mensaje moral del Evangelio.
Comentario teológico contemporáneo
Interpretación escatológica
Benedicto XVI (Spe Salvi) sugiere que la parábola alude a un estado intermedio entre la muerte y la resurrección, donde la justicia divina ya se manifiesta pero la sentencia final está pendiente11.
Perspectiva pastoral
El Papa Leo XIV invita a una lectura práctica: el llamado del rico a que sus «hermanos» escuchen a Moisés y los profetas indica que la Palabra de Dios es suficiente para la conversión, sin necesidad de milagros sobrenaturales10.
Conclusión
La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro sigue siendo una poderosa exhortación a la solidaridad, la humildad y la conversión interior. A través de la tradición patrística y la enseñanza magisterial, la Iglesia ha clarificado que la verdadera riqueza se mide por la capacidad de amar y servir al prójimo. En un mundo marcado por la desigualdad, el mensaje de Jesús invita a cerrar la puerta del egoísmo y abrir el corazón a la misericordia divina, recordándonos que «en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mt 25, 40).
Citas
B19. Pobreza y misericordia (cf. Lc 16, 19-31), Papa Francisco. Audiencia General del 18 de mayo de 2016: 19. Pobreza y Misericordia (cf. Lc 16, 19-31) (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Misa en el Yankee Stadium de Nueva York, Papa Juan Pablo II. 2 de octubre de 1979: Misa en el Yankee Stadium de Nueva York, § 7 (1979). ↩
Jubileo extraordinario de la misericordia: Jubileo para los catequistas, Papa Francisco. Jubileo Extraordinario de la Misericordia: Jubileo para los Catequistas (25 de septiembre de 2016) (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Agustín de Hipona. Sermones sobre Pasajes Selectos del Nuevo Testamento - Sermón 52, § 4 (420). ↩ ↩2
Homilía 34 sobre 1 Corintios 13, 8-13 - 1 Corintios 13, 13, Juan Crisóstomo. Homilías sobre la Primera Corintios, §Homilía 34. 10 (387). ↩ ↩2
Tomás de Kempis. Instrucciones para Religiosos, § 289. ↩
SECCIÓN SEGUNDA I. LOS CREDOS, Catecismo de la Iglesia Católica, § 544. ↩ ↩2 ↩3
SECCIÓN SEGUNDA LOS DIEZ MANDAMIENTOS, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2556. ↩
Parte I: «la unidad del amor en la creación y en la historia de la salvación» - Jesucristo – el amor encarnado de Dios, Papa Benedicto XVI. Deus Caritas Est, § 15 (2005). ↩ ↩2
Exhortación apostólica Dilexi te del Santo Padre León XIV sobre el amor a los pobres (4 de octubre de 2025), Papa León XIV. Exhortación Apostólica Dilexi te del Santo Padre León XIV sobre el Amor a los Pobres, § 1. ↩ ↩2
«ámbitos» para aprender y practicar la esperanza - III. El juicio como ámbito para aprender y practicar la esperanza, Papa Benedicto XVI. Spe Salvi, § 44 (2007). ↩ ↩2
Papa Francisco. Santa Misa celebrada por el Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano (28 de septiembre de 2019), §Santa Misa celebrada por el Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano (28 de septiembre de 2019) (2019). ↩