Pastores Gregis
Pastores Gregis es la exhortación apostólica post‑sinodal promulgada por el Papa Juan Pablo II el 16 de octubre de 2003. Surge del trabajo de la Décima Asamblea Ordinaria General del Sínodo de Obispos (2001‑2002) cuyo tema central fue «El obispo, siervo del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo». El documento ofrece una reflexión profunda sobre la misión episcopal, subrayando la dimensión pastoral, misionera y de servicio del obispo, y marcando pautas para la vida y la pastoral de la Iglesia contemporánea1.
Tabla de contenido
Contexto y origen
El Sínodo de obispos y la convocatoria papal
El Sínodo de 2001‑2002 reunió a obispos de todo el mundo para examinar la naturaleza del ministerio episcopal a la luz de la Iglesia del milenio. El Papa Juan Pablo II sintetizó las intervenciones de los obispos en la exhortación Pastores Gregis, destacando la necesidad de una collegialidad auténtica y de una pastoral que responda a la «esperanza del mundo»1.
Promulgación oficial
La exhortación fue presentada oficialmente en la celebración del día de la Consagración del Sagrado Corazón de Jesús, acompañada de un saludo fraternal a los cardenales, patriarcas, conferencias episcopales y a todos los miembros del Pueblo de Dios, recordando la unidad expresada en Lumen gentium n.º 221.
Estructura y contenido principal
El carácter misionero y la unidad del ministerio episcopal
En el capítulo inaugural se subraya que el obispo es «siervo del Evangelio para la esperanza del mundo», llamado a ser misionero y a vivir la unidad del Colegio episcopal bajo la guía del Papa1. La exhortación recurre al imagen del Buen Pastor como icono permanente del trabajo episcopal, enfatizando el conocimiento, amor y compasión por cada miembro del rebaño2.
La pobreza del espíritu y la opción preferencial por los pobres
Pastores Gregis exhorta a los obispos a adoptar la figura del vir pauper (hombre pobre), siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís y de Cristo, cuya vida de pobreza constituye «una condición indispensable para un ministerio episcopal fructífero»3. Esta llamada a la pobreza de espíritu está vinculada a la opción preferencial por los pobres, que debe ser el corazón de la pastoral episcopal.
La triple munera: enseñar, santificar, gobernar
El documento desarrolla la triple función del obispo – munus docendi, sanctificandi et regendi – como reflejo de los tres poderes de Cristo (profeta, sacerdote y rey). Cada una de estas funciones está interrelacionada: «cuando el obispo enseña, también santifica y gobierna; cuando santifica, también enseña y gobierna; cuando gobierna, también enseña y santifica»4.
El modelo del Buen Pastor
Se insiste en que el obispo debe ser padre, maestro, amigo y hermano del pueblo, siguiendo el ejemplo del Buen Pastor que busca la oveja perdida y cuida a los débiles2. La exhortación también llama al obispo a ser profeta de justicia y paz, defensor de los marginados y promotor del diálogo ecuménico e interreligioso5.
La autoridad como servicio pastoral
Pastores Gregis recalca que la autoridad episcopal es servicial, no honorífica. El obispo ejerce su poder «para edificar, no para destruir», siguiendo el precepto de que «el que es mayor debe hacerse como el menor» (cf. Lc 22, 26‑27)6.
Implementación y repercusión
Aplicación en la vida episcopal
Los obispos están llamados a vivir la pobreza de espíritu, a fomentar la participación de los laicos, a promover la liturgia como epifanía del misterio y a trabajar por la unidad ecuménica. La exhortación indica que la pastoral debe estar acompañada de oración, discernimiento y conversión personal3.
Influencia en documentos posteriores y discursos papales
Varias intervenciones papales posteriores citan Pastores Gregis:
En la visita ad limina a los obispos de Estados Unidos (2004) se remite al artículo 5 de la exhortación para describir la tarea de «reunir a la familia de los fieles y fomentar la caridad y la comunión fraterna»7.
En la visita a la Conferencia Episcopal de Francia (2003) se menciona el número 5 de Pastores Gregis al hablar del papel docente, santificador y gobernante del obispo8.
En el discurso a los obispos de España (1997) se alude a la necesidad de acercarse a los más necesitados, eco de la llamada a la pobreza de espíritu de Pastores Gregis9.
Recepción y críticas
La exhortación ha sido bien recibida como una guía clara para la renovación pastoral y la collegialidad episcopal. Algunos críticos han señalado que la llamada a la pobreza de espíritu puede resultar exigente para obispos acostumbrados a una gestión administrativa más compleja, pero la Iglesia ha mantenido que este llamado es esencial para testimoniar la fe en el mundo contemporáneo3.
Documentos relacionados
Lumen gentium (Concilio Vaticano II) – fundamento eclesiológico de la colegialidad episcopal.
Christus Dominus – normativa sobre el ministerio episcopal.
Veritatis Splendor – referencia a la autoridad moral de los pastores.
Ecclesiae Pastorum (1975) – regula la censura y la defensa de la fe por parte de los pastores.
Ver también
Citas
Promulgación de la exhortación apostólica postsinodal Pastores gregis, Papa Juan Pablo II. Promulgación de la Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores Gregis (16 de octubre de 2003), § 1 (2003). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Promulgación de la exhortación apostólica postsinodal Pastores gregis, Papa Juan Pablo II. Promulgación de la Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores Gregis (16 de octubre de 2003), § 2 (2003). ↩ ↩2
La pobreza del obispo, Basil Cole, OP. El Obispo y la Vida Consagrada: ¿Un Vínculo Necesario? , § 14. ↩ ↩2 ↩3
Capítulo uno - El carácter misionero y la naturaleza unitaria del ministerio episcopal, Papa Juan Pablo II. Pastores gregis, § 9 (2003). ↩
Promulgación de la exhortación apostólica postsinodal Pastores gregis, Papa Juan Pablo II. Promulgación de la Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores Gregis (16 de octubre de 2003), § 3 (2003). ↩
Capítulo cinco - La autoridad del obispo como servicio pastoral, Papa Juan Pablo II. Pastores gregis, § 43 (2003). ↩
A los obispos de los Estados Unidos de América (región ii) en su visita «ad limina», Papa Juan Pablo II. A los Obispos de los Estados Unidos de América (Región II) en su visita «ad Limina» (8 de octubre de 2004), § 2 (2004). ↩
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de la Conferencia Episcopal de Francia en su visita «ad Limina» (28 de noviembre de 2003) - Discurso (2003). ↩
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de la Conferencia Episcopal Española en su visita «ad Limina» (30 de septiembre de 1997) - Discurso, § 2 (1997). ↩