Primera gran persecución (año 64)
La persecución de los cristianos en el año 64 d.C., bajo el reinado del emperador Nerón, constituye el primer episodio de violencia institucionalizada contra la Iglesia primitiva. Impulsada por la acusación de que los cristianos habían provocado el gran incendio de Roma, la represión se caracterizó por torturas extremas, ejecuciones públicas y el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo. Este acontecimiento marcó el inicio de una serie de persecuciones que modelarían la identidad y la memoria colectiva de los cristianos en los siglos siguientes.
Tabla de contenido
Contexto histórico
El Imperio romano y el incendio de Roma
En el año 64 Nerón, que había trasladado su residencia a Antium, fue informado del incendio que consumió gran parte de la ciudad — un suceso que, según la tradición, duró seis días y dejó a miles sin hogar1. Los historiadores romanos Tacitos y Suetonio, citados por la Enciclopedia Católica, afirman que el propio emperador habría ordenado el incendio y que la opinión pública lo culpó de la catástrofe1. Para desviar la responsabilidad, Nerón acusó a los cristianos, a quienes describió como una «nueva y mágica superstición» (superstitionis nova et magica)2.
La situación de los cristianos antes de 64
Hasta entonces, los cristianos eran percibidos como una secta judía y, aunque sufrían cierta hostilidad, no habían sido objeto de una persecución sistemática. La legislación romana no los había prohibido explícitamente, y la comunidad cristiana continuaba creciendo en número y en influencia dentro de la capital3.
Causas de la persecución
Motivos políticos y sociales
Nerón buscaba un chivo expiatorio para calmar el descontento popular y justificar la enorme carga económica que la reconstrucción de la ciudad imponía al erario. Al culpar a los cristianos, pretendía desviar la ira del pueblo y reforzar su autoridad mediante la demostración de poder coercitivo1.
Ideología cristiana frente al imperio
La doctrina cristiana, que enfatizaba la nihilitas de los placeres terrenales frente a la gloria celestial, resultaba ofensiva para la mentalidad hedonista y pagana del emperador y de la élite romana2. Esta diferencia ideológica alimentó la hostilidad y facilitó la justificación de la represión.
Desarrollo de la persecución
Métodos de tortura y ejecución
Los cristianos fueron sometidos a castigos de extrema crueldad. Entre los métodos descritos destacan:
Ser cubiertos con pieles de animales salvajes y entregados a perros hambrientos4.
Ser crucificados o quemados vivos, a veces atados a estacas con fuego aplicado a los pies y al cuerpo4.
Ser envueltos en cera y piche y quemados después de ser clavados bajo el mentón4.
Ser lanzados a los osos como espectáculo de sangre, según relatos de Lactancio que describen la práctica de arrojar a los cristianos a bestias feroces5.
Estas atrocidades buscaban no solo eliminar a los creyentes, sino también servir de espectáculo público para intimidar a la población.
Martirio de Pedro y Pablo
Según la Historia sagrada de Sulpicio Severus, el apóstol Pedro fue crucificado y el apóstol Pablo fue decapitado con espada durante esta persecución3. La tradición cristiana, confirmada por la Enciclopedia Católica y por la obra de la Comisión Bíblica Pontificia, sostiene que ambos fueron ejecutados en Roma en el mismo año 64 d.C. como parte de la represión neroniana6.
Otros mártires
Además de los apóstoles, numerosos cristianos fueron víctimas de la violencia estatal. Butler relata que muchos fueron cortados en pieles de bestias, crucificados o incinerados bajo diversas formas de tortura, reflejando la amplitud del sufrimiento infligido a la comunidad cristiana4.
Reacción de la Iglesia y de los cristianos
Testimonios y defensa de la fe
Los cristianos respondieron a la persecución con una firmeza que reforzó su testimonio. Escritores como Tertuliano y Eusebio describen cómo, a pesar del terror, la fe se mantuvo viva y se difundió aún más a través del ejemplo de los mártires7. La Historia de la Iglesia de Eusebio menciona que, tras la muerte de Nerón, la persecución disminuyó gradualmente y se emitieron «proclamaciones misericordiosas» que apagaron el fuego de la persecución8.
Impacto espiritual
El sacrificio de los mártires se convirtió en un modelo de testimonio cristiano que inspiró a generaciones posteriores. La memoria de Pedro y Pablo, en particular, fue venerada como testimonio supremo del amor a Cristo frente al sufrimiento.
Consecuencias y legado
Cambios políticos posteriores
El sucesor de Nerón, Vespasiano, instauró un periodo de relativa tranquilidad para la Iglesia, aunque la persecución no desapareció por completo. La Enciclopedia Católica señala que bajo Vespasiano «la Iglesia disfrutó de un tiempo de paz que permitió su expansión»7.
Influencia en la tradición cristiana
La persecución del año 64 marcó el inicio de una narrativa de martirio que se consolidó en la liturgia, la hagiografía y la doctrina cristiana. La veneración de los mártires y la reflexión sobre el sufrimiento cristiano siguen siendo componentes esenciales de la espiritualidad católica.
Conclusión
La primera gran persecución de 64 d.C. bajo Nerón representa un punto de inflexión en la historia de la Iglesia. La violencia estatal, motivada por razones políticas y doctrinales, desencadenó una ola de martirios que, lejos de destruir la fe, la fortaleció y la difundió. El recuerdo de los mártires de ese año, especialmente de Pedro y Pablo, continúa inspirando a los creyentes como ejemplo de fidelidad y valentía ante la adversidad.
Citas
Nerón, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Nerón. ↩ ↩2 ↩3
John Henry Newman. Un ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, § 220. ↩ ↩2
Capítulo 29, Sulpicio Severo. Historia Sagrada, §Libro II, Capítulo 29 (380). ↩ ↩2
Los mártires bajo Nerón (A.D. 64), Alban Butler. Vidas de los Santos de Butler: Volumen II, § 637. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo 21, Lucio Cecilio Firmiano (Lactancio). Sobre la manera en que murieron los perseguidores, §Capítulo 21. (313). ↩
III. - Los judíos en el Nuevo Testamento - A. Diferentes puntos de vista dentro del judaísmo post-exílico - 3. El segundo tercio del siglo primero, Pontificia Comisión Bíblica. El Pueblo Judío y Sus Sagradas Escrituras en la Biblia Cristiana (24 de mayo de 2001), § 68 (2001). ↩
Vespasiano, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, § Vespasiano. ↩ ↩2
El cambio de los asuntos para mejor, Eusebio de Cesarea. Historia Eclesiástica (Eusebio de Cesarea), §Libro VIII. Capítulo 16. 1 (325). ↩
